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FRANK ANKERSMIT


Enviado por   •  7 de Mayo de 2020  •  Síntesis  •  5.168 Palabras (21 Páginas)  •  406 Visitas

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Angie Valentina Barrios Urrea

Epistemología de la Historia

31/03/2020

    CAPÍTULO: IV REPRESENTACIÓN HISTÓRICA.

 FRANK ANKERSMIT[pic 1]

  • Nació el 20 de marzo de 1945 en Deventer, países bajos.
  • Es profesor intelectual y de teoría histórica en la Universidad de Groningen.
  • Inicialmente estudió física y matemáticas en Leiden durante tres años y luego hizo su servicio militar. Luego estudió historia y filosofía en la Universidad de Groningen. En 1981 obtuvo su doctorado en esa misma universidad con una disertación titulada Lógica narrativa: un análisis semántico del lenguaje del historiador.
  • Es fundador y fue hasta 2017 editor jefe de la Revista de la filosofía de la historia promoviendo un enfoque estrictamente filosófico para la reflexión sobre la escritura de la historia.
  • Sus principales intereses, además de la filosofía de la historia, son la filosofía política, la estética y la noción de experiencia (o sensación) histórica. La noción de representación es de importancia central en sus escritos centrados en la representación histórica, política y estética.
  • Publico quince libros y escribió más de doscientos cincuenta artículos científicos y es miembro del consejo editorial de varias revistas en sus campos de estudio.

Explicación, interpretación y representación

  • La filosofía de la ciencia y la filosofía de la historia al no tener suposiciones esenciales en sí, tienen el derecho de investigar las “suposiciones” de la ciencia y de la historia. Sin embargo, estas, como cualquier otro discurso, tienen suposiciones esencialistas en cuanto a lo que son los problemas esenciales en la ciencia y en la historia. Dichas suposiciones pueden descubrirse al ubicar los limites entre lo que puede decirse y lo que no debe decirse dentro de un discurso determinado. En este sentido Ankersmit (2004) afirma que “las suposiciones de un discurso no deben asociarse principalmente con sus premisas no analizadas o sus bases máximas, sino más bien con lo que excluye, así como un tabú excluye ciertas formas de hablar” (p. 192).
  • La mejor manera de determinar las suposiciones de un discurso es estudiar su terminología: el vocabulario y la terminología expresan lo que se supone esencial en lo que se analiza.
  • La filosofía de la historia de la década de 1940 ha empleado el vocabulario de la explicación y la descripción. La suposición esencialista era que el pasado es un mar de fenómenos históricos que deben describirse y explicarse por el historiador (yacen ante él).                 Preguntas epistemológicas respecto de la verdad de las declaraciones descriptivas y explicativas del historiador acerca del pasado: modelo de la ley aclaratoria (MLA).[pic 2]
  • En la década de 1970 apareció un vocabulario nuevo. Tanto los hermeneutas como los narrativitas creyeron que la tarea del historiador no era explicar sino interpretar el pasado. Nació una forma hibrida de hermenéutica: combinaba la concentración tradicional de la hermenéutica sobre la interpretación del significado con el requerimiento de que el historiador explicara el pasado (el vocabulario del MLA)- la filosofía del lenguaje y la crítica literaria se mostraron mucho más receptivas.
  • El debatido problema de si la historia era una ciencia (aplicada) se abandonó en favor de los problemas mas existenciales de la relación entre texto y lector, que surgió de la obra de autores influyentes como Gadamer y Derrida.
  • El cambio de vocabulario de la descripción y explicación por el significado e interpretación implico nuevas tareas y puntos de desventaja. Los usos directos de los términos significado e interpretación cuando se habla de:
  1. La interpretación del significado de las acciones humanas (campo favorito de la hermenéutica analítica).
  2. La interpretación de textos (campo favorito de la hermenéutica continental).

El problema es que hay muchos del pasado que no tiene un significado en ninguno de estos sentidos.

  • La historiografía del siglo XX prefiere ver el pasado desde un punto de vista distinto del de los agentes históricos mismos, lo que reduce la intención de la hermenéutica analítica a una empresa fútil.
  • La variante contemporánea de historia intelectual, la historia de las mentalidades, no se interesa tanto en los significados cuanto en las mentalidades de las que es prueba el texto. Y una mentalidad puede ser un antecedente del significado, pero no es un significado en sí.
  • Se puede concluir entonces que el significado es menos ubicuo en el pasado que investiga el historiador de lo que sugiere la hermenéutica. Aunque el pasado consista en lo que hicieron, pensaron o escribieron los agentes humanos en el pasado, y el pasado no conozca agentes sobrehumanos, la perspectiva del historiador a menudo crea como investiga un pasado desprovisto del significado intrínseco.
  • Ankersmit sugieren dos estrategias si se va a intentar rescatar el vocabulario del significado y la interpretación:[pic 3]
  1. Recurrir a las filosofías de la historia especulativas, pues siempre han supuesto que hay un significado oculto en el proceso histórico, aun cuando los agentes históricos tengan o no conciencia de él.

Ankersmit afirma (2004) al respecto que “el pasado no tiene rostro, y las máscaras que hacen los historiadores es todo lo que tenemos” y en este sentido que “el pasado no tiene un significado intrínseco, oculto o de otra clase, y es decididamente extraño hablar acerca de interpretar el significado de algo que no tiene significado intrínseco” (p.198).

  1. Estrategia que adoptan, por ejemplo, Hayden White y Ricoeur cuando afirman que el pasado es como un texto y, por ende, tiene, como el texto, un significado propio. Si los textos son en realidad significativos, lo son siempre respecto de algo fuera del texto mismo (exentos textos de ficción). Entonces habría que preguntarse de qué seria posible que tratara el texto que es el pasado (incapacidad de responder esta pregunta habla muy claro en contra de esta propuesta).
  • Ambos vocabularios, el de la descripción y explicación y el significado e interpretación, tienen sus deficiencias, pues tienden a centrar la atención del filosofo de la historia en lo que es relativamente poca significación en la historiografía moderna. Por ello Ankersmit propone un tercer vocabulario: el de la REPRESENTACIÓN.

Se dice a menudo en el lenguaje común que el historiador representa el pasado (en lugar de describirlo e interpretarlo). Sugerencia: el historiador podría compararse de manera significativa con el pintor que representa un paisaje, una persona, etc.

¿POR QUÉ LA REPRESENTACIÓN?

El vocabulario de la representación, a diferencia de los otros dos, tiene la capacidad de explicar no solo los detalles del pasado, sino también la manera en que estos detalles se integraron a la totalidad de la narración histórica.

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