Fases De Carl Roger

Prologar la biografía de un maestro, mi maestro, es para mi un compromiso y a la vez un orgullo. No conocí personalmente a Rogers, sin embargo quiero compartir con los lectores, a modo de ejemplo paradigmático del valor de su filosofía y mas allá de las enseñanzas de su vasta y fecunda obra, un episodio en el que compartimos un contacto personal, cuando un grupo de profesionales, coordinados por Manuel Artiles le enviamos una carta en el año 1969; en la misma le anunciábamos que habíamos formado una asociación rogeriana en Argentina. Él nos respondió muy amablemente, aclarando que no estaba muy de acuerdo con que una entidad fuese llamada ”Rogeriana”, porque para mantener ese espíritu de libertad y autonomía, de autenticidad y congruencia, su búsqueda no debería “rotularse”.

También me cuenta un amigo brasilero que tuvo oportunidad de conocerlo en una jornada en San Pablo en la que Rogers dijo textualmente” quien dice que es rogeriano, no hace lo que yo hago”

No casualmente a esta psicoterapia se la conoce hoy en día como “la terapia de la libertad.”

SU VIDA

Nació el 8 de enero de 1902 en Oak Park, Illinois, en un suburbio de Chicago, EEUU.

Fue el cuarto de seis hijos. Su padre era un exitoso ingeniero civil y su madre ama de casa, devota cristiana y cosa poco común en esa época, había obtenido un título profesional. Su educación comienza en segundo grado, ya que leía desde antes del jardín de infantes. Su infancia se caracterizo, hasta su adolescencia, por la limitación que imponían las creencias en extremo rigurosas de sus padres y por la soledad.

A sus 12 años, la su familia se mudó a una granja 30 millas hacia el oeste de Chicago, y es aquí donde pasa su adolescencia. La razón principal fue porque sus padres consideraban necesario alejar a los adolescentes de la familia de las tentaciones de la vida suburbana Su padre estaba decidido a administrar su nueva granja con un criterio científico, y con este objeto compró muchos libros sobre agricultura.

Estimuló a sus hijos a emprender operaciones independientes y provechosas por cuenta propia; de esta manera, el joven Carl se convirtió en un estudioso de la agricultura científica y desarrolló dos intereses que quizás hayan orientado el rumbo de su trabajo posterior. Quedó fascinado por las gigantescas mariposas nocturnas y se convirtió en una autoridad sobre las exuberantes Luna, Polyphemus, Cecropia y otras mariposas que habitaban los bosques. Laboriosamente crió mariposas en cautiverio, cuidó las orugas, guardó los capullos durante largos meses de invierno y, en general, conoció algunas de las alegrías y frustraciones del científico que intenta observar la naturaleza.

En 1919, ingresa a la Universidad de Wisconsin para estudiar Agronomía y obtener la licenciatura en agricultura, En el segundo año toma contacto con medios evangélicos militantes y decide cambiarse al curso de Historia con la intención de dedicarse posteriormente a la carrera sacerdotal. Fue seleccionado entre diez estudiantes para ir a Beijing, China, a la Conferencia de la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos durante seis meses. Las experiencias que allí vivió le hicieron poner en duda sus bases religiosas.

En 1924, termina su licenciatura en Historia y contra la voluntad de sus padres, se casa con Hellen Elliot, su amiga de la infancia, con quien tuvo dos hijos: David y Natalie.

Obtuvo su título de Master en Psicología en 1928. Como había abandonado la religión tradicionalista de mi familia, comencé a interesarme por los enfoques religiosos más modernos me traslade a Nueva York, y me inscribí en la Union Theological Seminary (cuyos cursos seguí por espacio de dos años) que por aquel entonces propiciaba la libertad de pensamiento y respetaba todo esfuerzo de reflexión sincera, aun cuando tal esfuerzo apartara al individuo de la senda de la fe. Esto fue precisamente lo que sucedió conmigo, y así fue que me pase “a la vereda de enfrente” e ingresé al Teacher Collage de la Universidad de Columbia. .Recibió su doctorado en 1931.

Sus primeras experiencias profesionales se desenvuelven en el área clínica de la psicología infantil. Trabajó en la Sociedad de Rochester para la Prevención de la Crueldad Infantil hasta 1940, etapa en que se vio influenciado por Theodore Reich y Otto Rank. Desarrolló una fuerte orientación al cuestionamiento de la eficacia de la actividad terapéutica y del ejercicio de la tarea de diagnóstico. Es el “(...) cliente quien sabe qué es lo que le afecta, hacia dónde dirigirse, cuáles son sus problemas fundamentales y cuáles sus experiencias olvidadas", escribió.

Aceptó un cargo de profesor de psicología en la Universidad Estatal de Ohio, y en 1942 escribió su primer libro, Consejería y Psicoterapia. En 1945 fue invitado a crear un centro de consejería en la Universidad de Chicago. Ya estaba en un camino de investigación personal distante de lo que era la práctica habitual en el campo de la psicología de la época, muy influenciada por la investigación de laboratorio y por una comprensión del ser humano como objeto. Al intentar enseñar lo que había aprendido acerca del tratamiento y asesoramiento comenzó a advertir que quizá él ya había desarrollado su propio punto de vista, a partir de su experiencia.

Así desarrolló lo que llamó Psicoterapia Centrada en la Persona, formulada extensamente en su significativo libro Terapia centrada en el cliente (1951).

En 1957 volvió a la Universidad de Wisconsin para enseñar psicología y psiquiatría. Fue dos veces electo presidente de la Asociación Americana de Psicología recibiendo de esta entidad los premios a la mejor contribución científica y del mejor profesional.

Desde el punto de vista académico pasó cinco años en Ohio, doce en la Universidad de Chicago y cuatro

Prologar la biografía de un maestro, mi maestro, es para mi un compromiso y a la vez un orgullo. No conocí personalmente a Rogers, sin embargo quiero compartir con los lectores, a modo de ejemplo paradigmático del valor de su filosofía y mas allá de las enseñanzas de su vasta y fecunda obra, un episodio en el que compartimos un contacto personal, cuando un grupo de profesionales, coordinados por Manuel Artiles le enviamos una carta en el año 1969; en la misma le anunciábamos que habíamos formado una asociación rogeriana en Argentina. Él nos respondió muy amablemente, aclarando que no estaba muy de acuerdo con que una entidad fuese

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