Mosén Millán
lusiaaaInforme21 de Marzo de 2013
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un lenguaje sencillo y claro, con algunas palabras populares como hacer fuineta, echar roncas, y pijaitos. Aunque el lenguaje es sencillo, no le quita a la obra la intensidad y conmovedora profundidad que tiene.
El autor inserta varios poemillas populares como "el romance de Paco el del molino" y "las canciones de la boda de Paco".
Mosén Millán. El sacerdote de la pequeña aldea en torno al cual, y a su reconstrucción de los hechos, gira toda la obra, nos es presentado por el autor como un personaje en el que gravita la inercia y la rutina. En Mosén Millán también había debilidad y pereza; todo lo que él pedía, y con lo que se conformaba, era que le permitieran administrar sus sacramentos, porque entendía que con ello ya habían respetado su misión sacerdotal y, en consecuencia, habían respetado a la Iglesia. Mosén Millán no estaba de parte de nadie, no tenía intereses, no quería responsabilidades, parecía, pues, indiferente ante todo, como fuera de lugar. Le bastaba con que le dejaran administrar sus sacramentos, siempre que guardasen las formas. Es éste un personaje en el que la costumbre pesa mucho; el dogma, el ritual, son elementos de esa inercia, de esa rutina con que se nos presenta. Mosén Millán no supo nunca estar a la altura de las circunstancias y, cuando iban a matar a Paco, se limitó sólo a la rutinaria administración de la extremaunción a una persona a la que quiso como a un hijo, se limitó sólo a perdonarle sus pecados aquí en la Tierra, sin oponer resistencia ante el trágico fin de Paco.
Un año después de la muerte de Paco, Mosén Millán, como en una simbólica reparación del daño causado, ofrece una misa de réquiem a Paco. Es como una reacción de la mente atormentada de Mosén Millán ante el trágico final de su feligrés, pero una reacción ya tardía.
Paco "el del molino". Es un personaje marcado por un hecho decisivo en su vida, un suceso que le ocurre a los ocho años, y que, más tarde, ya casado, sería la causa de su trágico final. Ese acontecimiento, decisivo en su vida, es la visita que hace, acompañando a Mosén Millán, a la cueva del carasol, con el propósito de administrar la extremaunción. El moribundo, habitante de la cueva, en condiciones inhumanas -sin fuego, sin luz, sin agua-, se moría en la pobreza en que nació y vivió. A la salida, de regreso a casa, Paco formula a Mosén Millán embarazosas preguntas sobre la pobreza de la gente del carasol que éste no puede responder. Es ese el punto de partida de la preocupación social de Paco. Esa preocupación fue lo que llevó a Paco a poner en práctica sus ideales de justicia, cuando años más tarde fue elegido concejal. La primera acción de Paco para erradicar esa pobreza, fue expropiar los pastos del duque, para ser utilizados por toda la aldea sin necesidad de pagar nada. Fue ésta su primera y última acción, y la causa de que lo asesinaran.
El zapatero. Ni amigo ni enemigo de nadie, lo que le hacía, según él, neutral. Es un personaje al que le gustaba hablar a la ligera, sin querer herir a nadie. Esa ligereza, o inconsistencia en el hablar es lo que le valió la muerte a manos de los falangistas.
La Jerónima. Es una vieja solterona muy supersticiosa y locuaz a quien también le gustaba hablar a la ligera y que era la alegría del carasol por sus bufonadas, juramentos, amenazas, blasfemias y dichos, por los que no se llevaba muy bien con Mosén Millán.
Don Valeriano. Administrador del duque, es la persona a quien se enfrentó Paco cuando quitó al duque los pastos para beneficio de toda la aldea. Fue éste el personaje que más tuvo que ver con la muerte de Paco.
El Señor Cástulo. Es un personaje prudente, que busca siempre el arrimo del que mandaba, y de cuyos sentimientos nadie podía estar seguro.
Don
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