ALUMNOS CON ALTAS CAPACIDADES

ALUMNOS CON ALTAS CAPACIDADES

Se habla de Altas Capacidades Intelectuales cuando una persona destaca de forma sobresaliente sobre la media de la población. Cuando hablamos de Altas Capacidades Intelectuales hablamos de un cociente intelectual superior a 120, lo que representa el 10% de la población. Y cuando hablamos de superdotación estamos hablando de un cociente igual o superior a 130, lo que supone el 2% de la población. Aunque también se puede hablar de Altas Capacidades cuando un alumno destaca de forma sobresaliente en una determinada área porque tiene un talento especial.

Las investigaciones realizadas, evidencian sin lugar a dudas la gran contribución de la herencia familiar, pero también demuestran el impacto que puede tener el ambiente para su adecuado desarrollo. La capacidad puede ser innata, pero si no encuentra el caldo de cultivo idóneo es muy frecuente que no se pueda demostrar y por lo tanto que quede sin descubrir. Un niño con altas capacidades intelectuales, con la educación que necesita y el entorno adecuado puede brillar muy pronto y obtener muy buenos resultados. Sin embargo, un niño con altas capacidades sin identificar, sin la atención que necesita, se puede desmotivar muy pronto y abandonar de forma temprana los estudios. La excesiva confianza en sí mismo puede llevar a un chico con altas capacidades a no esforzarse en los exámenes y así fracasar una y otra vez.

Los principales problemas o dificultades con los que se pueden encontrar los niños con Altas Capacidades Intelectuales son:

- Síndrome de la disincronía. Es la falta de sincronización en el desarrollo intelectual, social, afectivo físico y/o motor. Se puede dividir en dos grandes grupos: Disincronía interna o social(externa). La disincronía interna se divide en tres grupos:

1. Disincronía intelectual-psicomotora. Suelen aprender muy prematuramente a leer, sin embargo, pueden tener problemas con la escritura, puesto que su evolución motora es más lenta.

2. Disincronía lenguaje-razonamiento. Suelen desarrollar antes la capacidad de razonamiento, que la del lenguaje.

3. Disincronía afectiva-intelectual. Pese a su gran capacidad intelectual, emocionalmente es todavía inmaduro, por lo que es un error tratarlo como un adulto capaz de desenvolverse por sí mismo.

- El efecto Pigmalión negativo o disincronía social. Un maestro que no puede estar informado, esperará del alumno solamente una eficiencia normal, y lo estimulará a trabajar muy por debajo de su capacidad. En estos casos, el niño corre peligro de acostumbrarse a trabajar por debajo de sus posibilidades y esto puede acabar en suspensos en un futuro y en el posterior abandono escolar.

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