AND NO CODIFICABLE DE BASURA A PROTAGONISTA

AND NO CODIFICABLE DE BASURA A PROTAGONISTA

Se sabe que el ADN, es el repositorio bioquímico de la información genética y, por lo tanto, el responsable máximo de la transmisión de los caracteres heredados entre las distintas generaciones de organismos vivos y de algunos virus; formados por largas cadenas de monómeros denominados nucleótidos. El ADN del genoma de un organismo puede dividirse conceptualmente en dos: el que codifica las proteínas (los genes) (2%) y el que no las codifica (98%). En muchas especies, sólo una pequeña fracción del genoma codifica proteínas. Sin embargo, no todos estos nucleótidos se emplean en la codificación de proteínas.

Hasta hace poco tiempo se pensaba que el ADN no codificante no tenía utilidad alguna, pero estudios recientes como el proyecto de la enciclopedia del ADN, llamado ENCODE, indican que eso es inexacto.

Durante casi 40 años, se ha sabido que sólo un pequeño porcentaje del genoma contenía las instrucciones para la codificación de las proteínas, que son los elementos estructurales esenciales de las células, el proyecto ENCODE ha encontrado que el resto del genoma está trufado de “elementos funcionales” es decir de porciones de ADN que hacen algo.

El llamado “ADN basura”, del que hasta ahora se pensaba que no tenía utilidad alguna, en realidad es sumamente importante dentro del genoma humano, su función, es ser parte de un sistema complejo que controla los genes mediante un sistema de más de cuatro millones de “interruptores”, que controlan qué gen se usa en una célula y cuándo debe usarse, determinando, por ejemplo, si una célula debe convertirse en una parte del hígado o en una neurona. Sin estos interruptores, los genes no funcionarían y se podrían originar mutaciones que, a su vez, desencadenarían enfermedades. Estas regiones no codificadoras de proteínas del genoma también realizan funciones tales como: regulación de la réplica del ADN, marcar lugares para reorganizaciones programadas de material genético, influenciar el plegamiento y mantenimiento apropiado de cromosomas, regulación de la transcripción, controlar el procesamiento de corte y empalme del ARN, modular la traducción, regular el desarrollo embriológico, reparar ADN y ayudar a combatir enfermedades.

Esto es lo que han revelado los estudios realizados por el proyecto ENCODE, demostrando que más de un 80% del ADN tiene una función bioquímica, lo cual no es ADN basura. Estos resultados obtenidos ofrecen el conocimiento que se necesita para mirar más allá de la estructura lineal del genoma y ver cómo toda la red está interconectada.

Conclusiones:

-Resultados de ENCODE nos permiten conocer la fisiopatología molecular que involucra ADN no codificante en enfermedades multifactoriales y monogenicas.

- En ADN

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