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Acción de enfermería. Alteraciones tróficas

marialejperaltaDocumentos de Investigación11 de Septiembre de 2021

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Acción de enfermería

1) Gonorrea

2) Herpes Genital

3) Síndrome de Down

4) Sífilis

5) Clamidiasis

6) Ambiente terapéutico

8) Leucemia (Diagnostico)

9) Espina Bífida

10) Broquiolitis

12) Tumor Uril  

13) Eritrosis

7) Hidrocefalia

Diagnósticos de enfermería.
o Infección o riesgo de infección.
o Desequilibrio nutricional por defecto.
o Riesgo de deterioro de la integridad cutánea.
o Temor.
o Afrontamiento familiar ineficaz.
o Riesgo de lesión craneal y neurológica.

Cuidados preoperatorios.
Sostener la cabeza del niño al levantarlo o movilizarlo.
Cambiar de posición frecuentemente.
Medir perímetro cefálico todos los días.
Colocar un cojinete en forma de dona en la cabeza.
Proporcionar alimentación parenteral si se comprueba que no hay función intestinal y urinaria.
Control estricto de líquidos.
Alimentar por vía oral o sonda nasogástrica.
Vigilar signos de aumento de la presión intracraneal.
Vigilar signos vitales.
Contribuir a la detección de otras malformaciones.
Preparación y apoyo para las pruebas diagnosticas.

Cuidados postoperatorios.
Bombear la válvula.
Seguir midiendo perímetro cefálico y abdominal.
Vigilar signos de presión intracraneal, infección local o neurológica.
Detectar presencia de convulsiones.
Colocar al niño en posición plana u horizontal.

Verificar permeabilidad de la válvula.
Colocar al niño sobre el lado no operado.
Cuidados meticulosos de la piel.
Proporcionar alimentación: oral, forzada o parenteral.
Fomentar el contacto físico.

Cuidados de seguimiento.
Enseñar a los padres sobre cuidados de la válvula, signos de infección y aumento de la presión intracraneal.
Orientar sobre las actividades que puede realizar el niño y evitar la sobreprotección.
Indicar que el niño evite los deportes de contacto.

11) Pie Zambo

El aspecto, en general, es muy típico y permite un diagnóstico precoz y seguro.

El pie entero está deformado en una posición característica; equino-cavo-varo y aducto:

  • Equino: el pie está en flexión plantar permanente y su eje tiende a seguir el de la pierna.
  • Cavus: la cavidad plantar es exageradamente curva; la planta es convexa y el talón se encuentra elevado y la punta del pie descendida.
  • Varo: la planta del pie mira hacia adentro, el borde interno se eleva y el externo desciende.
  • Aducto: el ante-pie se presenta en aducción con respecto al retropie.
    El borde interno del pie se encuentra angulado hacia medial, la punta del pie es llevada hacia adentro en el plano horizontal; el borde externo es convexo y el punto culminante de la deformación se ve en el borde externo correspondiendo a la zona medio tarsiana.
  • Torsión interna del eje de la pierna: el maleolo peroneo se sitúa por delante del maleolo interno, de modo que el pie entero ha girado hacia adentro según el eje vertical de la pierna, acompañándola en este movimiento de torsión interna.

La magnitud de las deformaciones descritas es variable, pudiendo ser discreta o exagerada todas ellas en conjunto, o bien la deformación es leve o exagerada en sólo algunos de sus ejes. Ello determina una gran variedad en el tipo y magnitud de la deformación y, a su vez, determina la mayor o menor gravedad de la afección.

Anatomía patológica

Las alteraciones de los ejes que determinan el pie bot, lleva como mecanismo de adaptación obligada a alteraciones de las partes blandas y esqueléticas.

  • Alteraciones en las partes blandas: en general, son consecuencia de un fenómeno de adaptación a los cambios esqueléticos y, casi todas ellas, son de naturaleza retráctil.Así, hay retracción de la cápsula y ligamentos tibio tarsianos internos (equinismo); hay retracción de los músculos y los ligamentos plantares (cavo); el ligamento calcáneo-cuboídeo está también retraído y adopta una orientación oblicua o hacia adentro, llevando al ante-pie en aducción (aducto); la aponeurosis plantar superficial y la piel de la planta están retraídos y son inextensibles. Además, hay disminución del tonus muscular, graves trastornos tróficos de piel y celular, etc.
    En resumen, las alteraciones tróficas son extensas, muy acentuadas y comprometen a la totalidad de las partes blandas del pie.
  • Alteraciones esqueléticas: prácticamente todos los huesos tarsianos participan y contribuyen a constituir el pie bot, arrastrados por el desequilibrio de las fuerzas contracturantes que se ejercen sobre el pie. Así, cada hueso va adoptando posiciones anatómicamente aberrantes, se deforman, se descoaptan entre sí, constituyendo un conjunto de piezas óseas dispuestas en absoluta anarquía. Producto de ello es la monstruosidad anatómica y funcional que significa el pie bot:

El astrágalo: se desprende de la mortaja, gira hacia medial y se coloca en flexión plantar; su cabeza se hace prominente en la cara interna del pie y apunta oblicua o verticalmente hacia abajo.

El escafoides: se desplaza hacia adentro, se descoapta de la cabeza del astrágalo, se ubica contra la cara interna del cuello de este hueso.

Cuboides: es arrastrado hacia adentro por el escafoides, al cual se encuentra unido por los ligamentos escafo-cuboídeos.

De este modo ambos huesos, unidos, se desplazan hacia adentro y abajo.

Calcáneo: se moviliza en torno a 3 ejes, sobre su eje transversal se verticaliza (equino); sobre su eje vertical, gira hacia adentro y en su eje ántero posterior, se recuesta sobre su cara externa (varo). Como resultado de todos estos desplazamientos, el pie sufre una triple deformación: gira hacia adentro (supinación) se verticaliza (equino) y se recuesta sobre su cara y borde externo (aducción).

Estudio radiográfico

Es un examen esencial para determinar el grado de deformación exacto y después de las maniobras del tratamiento, como control del grado de la reducción obtenida.

Se indica para cada pie una radiografía con incidencia dorso plantar y dos radiografías de perfil: una en flexión plantar y otra en flexión dorsal. Se dibujan los ejes de los distintos segmentos óseos y se miden sus ángulos que marcan el mayor o menor grado de desplazamiento. En forma resumida se encuentra:

Radiografía dorso plantar

Primero, en el pie normal el eje axial del astrágalo y el del calcáneo (ángulo talo calcáneo) divergen formando un ángulo abierto hacia adelante. En el Pie bot, el calcáneo gira hacia adentro bajo el astrágalo y así sus ejes coinciden (paralelos).

Segundo, en el pie normal el eje prolongado del astrágalo coincide con el eje del primer metatarsiano. En el pie bot, los metatarsianos se desvían hacia medial (varo) y el eje del astrágalo con el primer metatarsiano forman un ángulo abierto hacia adelante y adentro.

Radiografía lateral

  • En el pie normal del recién nacido, el eje mayor del astrágalo y el del calcáneo forman un ángulo abierto hacia atrás de 45º (35º a 55º). En el pie bot, este ángulo está disminuido, pudiendo llegar a valor de 0º (paralelos).
  • En el pie normal, colocado en ángulo recto, el eje vertical de la tibia desciende por detrás del núcleo de crecimiento del astrágalo. En la flexión dorsal, el núcleo se coloca frente al eje tibial. En el pie bot el eje tibial pasa por detrás del núcleo astragalino.

Tales son las alteraciones principales de los ejes de los huesos del tarso. Muchas otras mediciones son factibles de realizar y se aconseja al estudioso consultarlas en los textos especializados.

Pronóstico

Depende fundamentalmente de tres circunstancias:

  • Del mayor o menor grado de las deformaciones.
  • De la magnitud de retracciones de las partes blandas.
  • Y, principalmente, de la precocidad con que se inicia el tratamiento.

Son concluyentes las siguientes premisas:

  • El pie no tratado precozmente se hace irreductible rápidamente y en forma irreversible.
  • La posibilidad de reducción ortopédica perfecta termina a las dos semanas de recién nacido. En forma ocasional pueden lograrse buenas reducciones hasta los 12 meses, pero las posibilidades de fracaso son directamente proporcionales al retraso de la reducción.
  • La dificultad en la reducción se debe a la retracción muscular, de los ligamentos y de la piel. Si estos obstáculos son removidos, la reducción puede llegar a ser posible hasta los 2 a 3 años de edad. Pasado este plazo, la lesión es irreductible.
  • Pasados los 4 años, la reducción es imposible, por la existencia de deformaciones del esqueleto.

Así, el tratamiento debiera iniciarse dentro de los primeros días de recién nacido. Es de muy difícil realización y la tendencia a la recidiva es muy elevada. Ello determina que el control clínico y radiográfico debe mantenerse hasta el fin del crecimiento (18 a 20 años).

Las bases del tratamiento están en:

  • Conseguir una reducción perfecta, confirmada radiográficamente.
  • Conseguir la estabilización de las correcciones obtenidas por tanto tiempo cuanto demoren en fijar su ubicación normal en forma definitiva.

Métodos ortopédicos

  • Manipulaciones forzadas, ya absolutamente rechazadas.
  • Manipulación suave, precoz y correctiva.

Esta segunda manipulación se realiza en forma paulatina con maniobras manuales y muy suaves, consiguiendo la corrección del cavo, el varo y la supinación. Corregido el ante pie, se actúa sobre el retro pie, corrigiendo la desviación del calcáneo.

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