Actividad agrícola.

Actividad agrícola

Hablar de la agricultura y el hombre es hablar de la humanidad en sus requerimientos  de alimentación, los cuales se satisfacen  por los productos  de la tierra. La agricultura se consolida en el inicio  de la etapa sedentaria del hombre  y, por tanto en el comienzo de la civilización. En el desarrollo económico de cualquier país la fase agrícola  se ubica en los orígenes de todas las culturas, la continuidad de esta actividad económica llega a integrar la idiosincrasia de cada pueblo, de ahí que se pueda afirmar  que existen pueblos con mentalidad agrícola por su interrelación con la espera, que establece el tiempo por cada cosecha. Para México su problemática agrícola ha sido siempre en dos aspectos: el primero en relación con la tenencia o propiedad de la tierra y el segundo con respeto al significado mágico que tuvo entre los antiguos mexicanos

Actualmente los tarahumaras siembran con el fin de satisfacer una necesidad netamente religiosa

En lo que respecta a los mayas la agricultura era su actividad principal que se desarrollaba conjuntamente, ya que las familias se ayudaban entre si. Entre los aztecas destacaba el capulí, que era propiedad común.

En México antiguo se consideraba ejido a todas las tierras comunales pertenecientes a una u otra población.

En la lucha por la independencia, los profesores Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón, entre otros, se preocuparon por la necesidad de entregar la tierra a los naturales para su cultivo

La constitución de 1917 contempla estos principios agrarios y a partir de entonces se inicia el reparto de tierras. Los conceptos básicos de la reforma agraria están estructurados en el artículo 27 constitucional, que establece:

1. Restitución de las tierras de los pueblos
2. Dotación de tierras y aguas suficientes
3. Ampliación de las tierras para los núcleos de población
4. Creación de nuevos centros de población agrícola con las tierras y agua que les sean indispensables

Las tierras para lograr estas reformas, deberían tomarse de dos fuentes

• Las pocas tierras públicas disponibles
• Las tierras expropiadas por el gobierno federal

Como consecuencia después de desaparecido el latifundio, la reforma agraria generaría una estructurada agraria formada por:

1. El ejido se define como: “la tierra entregada e a un núcleo de población, ya fuera por restitución, dotación, ampliación o creación” constituye de acuerdo con el articulo 27 Constitucional un ejido; sin embargo, en dicho precepto no se establece las características de operación del mismo.
2. La pequeña propiedad se explica como “todas las explotaciones agrícolas que no superen cierta extensión máxima, la cual ha variado en muchas ocasiones. Se ha fijado actualmente en cien hectáreas de riego o humedad de primera o su equivalente en otras clases de tierra. 150 hectáreas de riego o humedad de primera o su equivalente en otras clases de tierra. 150 hectáreas dedicadas al cultivo de algodón y hasta 300 hectáreas de explotación para determinados cultivos. Esta propiedad no podrá afectarse por ningún caso

La tierra ejidal no era una propiedad privada, ya que no podía legalmente ser vendida alquilada o arrendada, hipotecada o enajenada de cualquier forma. Era propiedad de la nación mexicana, a través de ejidatarios que poseen en conjunto el ejido. Sin embargo, durante el sexenio de 1994-2000 se modificó el artículo 27 constitucional, por lo que el ejido ya se puede vender.

La ley orgánica de la administración pública federal señala las funciones que corresponden a la secretaria de agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación de las cuales destacan las siguientes

1. Programar, fomentar y asesorar técnicamente la producción agrícola, ganadera avícola, apícola y forestal de todos sus aspectos.
2. Definir, aplicar y difundir los métodos y procedimientos técnicos destinados a obtener mejor rendimiento en la agricultura, silvicultura ganadería, avicultura y apicultura
3. Encauzar el crédito ejidal, agrícola, forestal y ganadero en coordinación con la secretaria de hacienda y redito público hacia los renglones prioritarios. Participar con ella en la determinación de los criterios  generales para el establecimiento de los estímulos fiscales y financieros  necesarios para el fomento de la producción agropecuaria y administrar su aplicación, así como vigilar y evaluar sus resultados
4. Determinar y conducir las políticas de organización  de productos del sector agropecuario en torno a programas regionales y nacionales, con la participación de las autoridades locales que corresponda

Maíz transgénico

México es el país de origen del maíz, el cual es básico en la dieta del mexicano.

Ante las grandes variaciones en los precios tanto a nivel nacional como internacional de este producto se está evaluando la conveniencia o no de cultivar este producto mediante la modificación genética de sus semillas para el consumo de los mexicanos

Con el objeto de valorar técnicamente las fortalezas y debilidades de modificar genéticamente esta semilla se efectuó un foro científico del 17 al 19 de marzo de 2002 con la participación de la UNAM, INVESTAV y la U de G por México y las universidades de Nebraska Missouri, Georgia y Arizona por estados unidos, además del centro internacional del mejoramiento del maíz y trigo y el instituto para la investigación y el desarrollo de Francia.

El sector agropecuario mexicano ha enfrentado transformaciones profundas durantes las tres últimas décadas. El continuo proceso de urbanización, el intenso proceso de globalización y las transformaciones demográficas han configurado un nuevo entorno para el sector agropecuario (Escalante, at. al., 2005 y 2007), el cual se caracteriza por cambios tecnológicos que redundan en mejoras de la productividad, nuevos cultivos que se ajustan a las exigencias de un mercado internacional, modificaciones genéticas que mejoran las variedades de los productos, nuevos esquemas organizacionales que dinamicen las formas de comercialización y modifican los métodos de inserción en el mercado mundial e incluso, el surgimiento de nuevos esquemas de desarrollo rural (Escalante y Rello, 2000, Ibarra y Acosta, 2003). De la misma manera, estos cambios también impactan al sector agropecuario en sus interacciones con el mercado interno y tienden a polarizar la situación del campo entre un sector asociado al mercado exportador, que cuenta con inversiones cuantiosas que le permiten mejorar su productividad e introducir mejoras tecnológicas, y la agricultura tradicional de subsistencia que aumenta la producción sobre la base de métodos extensivos (Rodríguez, et. al., 1998). Junto con ello, las acciones gubernamentales se han concentrado fundamentalmente en propiciar la reconversión productiva, diversificar los cultivos tradicionales, ofrecer asesoría tecnológica, generar infraestructura, atender los problemas derivados del desajuste en el equilibrio poblacional urbano-rural y las condiciones de incertidumbre del mercado.

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