Alimentacion Del Lactante
lilianafranco18 de Noviembre de 2013
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ALIMENTACION COMPLEMENTARIA DEL LACTANTE.
Introducción:
La introducción de la alimentación sólida es una etapa de vulnerabilidad nutricional, ya que representa un período de transición dietaria, donde existen altos requerimientos para el crecimiento y desarrollo cerebral. La adecuada nutrición en este período es substancial para alcanzar un óptimo crecimiento en el primer año de vida, que influirá en la salud futura del niño y también del adulto. Por ello es necesario dar tiempo y orientación a través de la educación a los padres respecto al inicio de la alimentación complementaria del niño.
Fundamentos para la incorporación de la alimentación complementaria.
Los principales fundamentos para la introducción de la alimentación complementaria del lactante son de carácter nutricional y derivados del desarrollo del niño.
Nutricionales:
• Después de los 5-6 meses de edad, la leche materna o las fórmulas lácteas como única fuente energética y de otros nutrientes como el hierro son insuficientes.
• Los depósitos de hierro y zinc del nacimiento, se han depletado a los 6 meses de edad.
Del desarrollo:
• La introducción de diferentes sabores y texturas promueve la masticación y la movilidad buco-faríngea.
• La masticación mejora la coordinación de la boca y la lengua, órganos importantes para el desarrollo del lenguaje.
• La introducción tardía de diferentes texturas y sabores puede dar cuenta del rechazo de alimentos sólidos en edades más tardías.
Edad de inicio de la alimentación complementaria:
Antes de los 20 años los lactantes fueron criados básicamente con leche materna, los cereales eran comúnmente los primeros alimentos sólidos que recibían, pero muchos niños no recibían ningún alimento hasta muy cerca del primer año de vida. En los años 50 muchas de estas prácticas cambiaron radicalmente, ya que las madres fueron instruidas por personal de Salud a introducir alimentación sólida tempranamente, incluso dentro de las primeras semanas de vida. Sin embargo, estas recomendaciones fueron rápidamente desechadas por las consideraciones negativas para la salud.
El proceso del destete es gradual y su inicio es desde que se introduce el primer alimento diferente a la leche materna. Las actuales guías de salud, en todo el mundo, recomiendan el inicio de la alimentación sólida a los 5-6 meses de vida. Lamentablemente esta recomendación se cumple sólo por una parte de la población, ya que en la práctica un porcentaje no despreciable introduce alimentos sólidos más precozmente, con una serie de riesgos que analizaremos.
Estudios en el Reino Unido presentan cifras de ingesta de alimentos sólidos antes de los 3 meses de vida en más del 50 % de la población. Del mismo modo, investigaciones en USA muestran que un alto porcentaje de familias introducen alimentos sólidos y líquidos diferentes de la leche materna o fórmulas lácteas temprano en la vida. La introducción precoz de alimentos se fundamenta, en el concepto de “niño gordo, niño sano”, y de la idea errada que los alimentos sólidos son considerados de mayor valor nutricional y con mayor capacidad de satisfacer al lactante que la leche. Por otro lado algunas madres tienen la impresión que con la alimentación sólida los lactantes lloran menos y logran dormir toda la noche, lo que es interpretado por ellas como saciedad. De esta manera muchas madres son estimuladas a través de conductas familiares heredadas por generaciones, iniciar precozmente la alimentación sólida y no seguir las recomendaciones de los organismos de salud.
¿El inicio temprano de la alimentación complementaria es dañino para el lactante?
Los efectos adversos de la alimentación precoz, dependen de varios factores que incluyen el tipo de alimentación láctea que recibe el lactante, la historia familiar de atopia y la edad de introducción del alimento. Por otra parte la información existente describe, riesgos mayores a infecciones entéricas, reacciones alérgicas, sofocación por aspiración de alimentos, rechazo y/o aversión a ciertos alimentos y obesidad para los lactantes que iniciaron precozmente la alimentación sólida. A pesar de estos antecedentes la interrogante aún no está completamente aclarada, ya que las evidencias son controversiales por las metódicas de estudio y los múltiples factores involucrados.
De todos modos se recomienda estar alerta a la posibilidad que los padres, inicien antes de lo deseado la alimentación sólida, de modo que se anticipe esta situación y así se adviertan los aspectos negativos de la alimentación sólida precoz. En los casos donde la alimentación sólida ya se inició antes del 4º mes, es importante asegurar la ingesta de leche materna (o de fórmula láctea), lo suficiente como para cumplir con los requerimientos nutricionales, aconsejar la ingesta de alimentos de baja alergenicidad, monitorear la variedad y tipo de alimentación sólida y evaluar la necesidad de suplementar con micronutrientes
Cantidad y consistencia de la alimentación complementaria.
En la primera etapa (6 meses) se requieren pequeñas cantidades de alimentos. Una a tres cucharaditas chicas, es suficiente para lograr que el niño tome el alimento desde una cuchara. El aumento de la cantidad y la frecuencia con que se ofrece el alimento al niño, se aumentará progresivamente, hasta completar el volumen de 1 taza (200 g) durante en un horario de almuerzo. Los primeros alimentos deben ser livianos y purés suaves para permitir que el lactante pueda utilizar el reflejo de succión, se espesan gradualmente en la medida que el niño desarrolle la capacidad de mover el alimentos hacia atrás de la boca con los labios juntos. En esta primera etapa de comienzo de alimentación complementaria, el lactante podrá aceptar cualquier nuevo sabor y familiarizarse con estos, por lo cual es necesario intentar introducir una amplia variedad de sabores progresivamente. La recomendación de introducir un alimento por vez se restringe a los niños con fuerte historia familiar de alergias, aunque la introducción gradual de nuevos alimentos facilitará la diferenciación de los distintos sabores.
Más adelante a los 8 meses se incorporará la 2º papilla a la hora de cena en las mismas condiciones como la primera. La cantidad de alimento aceptada por el niño, varía ampliamente de un lactante a otro, de modo que solo los padres pueden informar de la ingesta. Sin embargo los niños no deben ser forzados a recibir grandes cantidades de alimentos. En el grupo etáreo de 8– 9 meses se ofrecen alimentos de mayor textura y trozados. El postergar esta medida puede conducir al rechazo posterior de alimentos de esta consistencia e inhibir el proceso de la masticación. La sugerencia es administrar gradualmente alimentos trozados suaves, hasta llegar a la mezcla de texturas. Los alimentos en forma de dedos “finger foods” se pueden ofrecer a partir de los 8 meses, estimulando con ello la masticación, Ej: “los dedos” de vegetales.
Desde los 6 meses se pueden incluir la mayoría de los alimentos. Sin embargo algunos investigadores especifican la forma en que deben ser ofrecidos estos alimentos, por ej: las frutas sin semillas, cereales y vegetales como ingredientes en las comidas,
La mayor importancia del período de 6 – 9 meses es que la alimentación sólida comienza a tener una contribución significativa en la nutrición del lactante, de manera que es de gran interés educar a las madres, respecto a la variedad de alimentos para asegurar la ingesta de todos los nutrientes.
En el período de 8 – 12 meses, el esquema de alimentación incluye a lo menos 2 comidas y progresivamente cambiar el alimento molido, a un alimento picado de más amplia variedad y consistencia.
Para el siguiente año de vida, se espera alcanzar una adecuada alimentación respecto de todos los nutrientes y estimular hábitos y estilos de vida saludables. Aunque las necesidades en este período son menores a las requeridas en las etapas previas, aún siguen siendo altas respecto del tamaño corporal (95 kcal/kg/día), por lo que los profesionales de la salud, deben estimular y explicar a los padres, la importancia de entregar alimentación variada, que asegure la disponibilidad de un amplio rango de nutrientes. Los menores de 2 años tienen una capacidad estomacal pequeña y apetito variable, por lo cual se necesitan alimentos densamente energéticos, capaces de entregar la energía y los nutrientes necesarios. En un sentido práctico, se recomienda estimular la ingesta de leche y derivados, carne, pescado, papas, frutas y vegetales.
Los azúcares son considerados alimentos “extras” debido a su bajo valor nutricional y alto poder energético, no así algunas grasas (margarinas y aceites) que proveen vitaminas liposolubles y ácidos grasos. En relación al tamaño, en general deben ser pequeñas porciones y ajustarse al apetito del niño. Las recomendaciones del número de porciones se muestran en la siguiente tabla:
Recomendaciones del número de porciones para niños de 6 meses a 2 años.
Edad Grupo de alimentos Número de porciones/diarias
6-9 meses Leche y derivados
Carnes
Cereales y papas
Frutas
Vegetales 3 – 4 porciones (600 – 800 ml) idealmente leche materna
2-3 porciones (1 cucharada)
2 porciones (1 cdta de té a 1 taza)
1 -2 porciones
1 -2 porciones
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