Análisis criminalístico de la Crusificción

La crucifixión es un método antiguo de ejecución, donde el condenado es atado o clavado en una cruz de madera o entre árboles o en una pared, normalmente desnudo, y dejado allí hasta su muerte. Esta forma de ejecución fue ampliamente utilizada en la Roma Antigua y en culturas vecinas del Mediterráneo; métodos similares fueron inventados por el Imperio persa

El tiempo necesario para alcanzar la muerte va de horas hasta varios días, dependiendo exactamente del método empleado, el estado de salud de la persona crucificada y circunstancias ambientales. El dolor y el daño causado por la crucifixión fueron concebidos para ser sumamente intenso, al punto que se anhelaría constantemente la muerte.

Jesús sufrió una de las más duras y dolorosas penas de muerte creadas por el hombre, además de la crucifixión fue cruelmente torturado.

Él era un individuo joven, atlético, físicamente sano, tenía alrededor de 30 años, pesaba entre los 90 kilos, media entre 1.70 y 1.80 metros de altura, era judío.

Al ser apresado lo traen caminando toda la noche, al traerlo caminando toda la noche lo mas probable es que sufra de deshidratación, a parte de eso, es llevado a un sitio donde le dan latigazos, con puntas de acero, el cual era el material usado en esa época.

La flagelación era un preliminar legal para toda ejecución Romana. Le desnudaron la parte superior del cuerpo, lo sujetaron a un pilar poco elevado, con la espalda encorvada, de modo que al descargar sobre ésta los golpes, nada perdiesen de su fuerza y golpeaban, sin compasión y sin misericordia alguna.

El instrumento usual era un azote corto (flagrum o flagellum) con varias cuerdas o correas de cuero, a las cuales se ataban pequeñas bolas y puntas de acero o trocitos de huesos de ovejas a varios intervalos, un agente punzo-contundente que también le producen lesiones y sangrado.

De este modo, cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas la espalda de Jesús, la herramienta de hierro propiciaba profundas contusiones y hematomas. Los huesos de oveja o puntas de acero que las cuerdas de cuero tenían en las puntas desgarraban la piel y el tejido celular subcutáneo.

Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban hasta los músculos, produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada, lo que creaba las condiciones para producir una pérdida importante de líquidos (sangre y plasma).

A Jesús le colocan una corona de espinas sobre su cuero cabelludo, la cual le producen lesiones punzantes ocasionando un sangrado superficial e irritando gravemente los nervios más importantes de su cabeza, causando un dolor cada vez más intenso y muy agudo, a medida que las horas pasaban.

Durante 12 horas carga un objeto contundente que pesaba entre 75 y 125 libras aproximadamente sobre su hombro lo que le produce una lesión que también conllevaba un agotamiento extremo, la cual lo iba debilitando, Jesús debió caminar poco más de medio kilómetro para llegar al lugar del suplicio por una calle empedrada y según lo relatado cae 3 veces, lo que le causa lesiones contundentes (escoriaciones) por las piedras al nivel de las rodillas.

...