BIOLOGÍA DE LA BABA

BIOLOGÍA DE LA BABA

La baba, babilla o caimán de anteojos, es el cocodrilo de distribución más amplia y mayor abundancia en Venezuela. La clasificación taxonómica de la baba corresponde a la siguiente:

Phylum Vertebrata

Clase: Reptilia

Orden: Crocodylia

Familia: Alligatoridae

Género: Caiman

Especie: Caiman crocodilus

Requerimientos Agroecológicos

Hasta el presente se han identificado dos subespecies en el país: Caiman c. crocodilus y C.c.fuscus. La primera habita en las sabanas inundables de la cuenca del río Orinoco, y en algunas cuencas que drenan hacia el mar Caribe y océano Atlántico, ubicadas en los estados Miranda, Anzoátegui, Sucre, Monagas y Delta Amacuro. Por su parte, la segunda subespecie se encuentra restringida a las cuencas que drenan hacia el Caribe y el lago de Maracaibo, en los estados Zulia, Falcón y Yaracuy (Medem, 1983). Es muy probable, sin embargo, que las dos subespecies pudieran coincidir en determinadas cuencas ubicadas en los estados Yaracuy, Carabobo, Aragua y el Distrito Federal.

La baba del Llano, C.c.crocodilus es un cocodrilo de talla mediana (1,2 a 2,2 m de longitud), cuya biología está estrechamente ligada al ciclo hidrológico de los ambientes que ocupa. Su dieta está constituida fundamentalmente por peces e invertebrados, particularmente guabinas (Hoplias malabaricus), curitos (Hoplosternum littorale) y los camarones del género Macrobrachium (Seijas & Ramos, 1980), aunque también se alimentan de caracoles y cangrejos de los géneros Pomacea y Dilocarcinus (Castroviejo et al., 1976) anfibios (Gorzula, 1978), reptiles, mamíferos y aves (Chiriví-Gallego, 1973). Fitzgerald (1988) informa de una variación en la dieta del animal a medida que este se va desarrollando, comenzando con insectos (Coleoptera - Hydrophiliidae) en su primer año de vida, y posteriormente dirige sus preferencias hacia animales de tallas mayores. Aún así, se ha concluido que la baba no posee preferencias alimentarias de ningún tipo y que más bien es un depredador oportunista (Staton & Dixon, 1975), lo cual le ha permitido adaptarse a diferentes hábitats y en particular, a los artificiales originados por la construcción de diques, módulos y préstamos (Rivero, 1989; Seijas et al., 1989).

- Recolección De Los Huevos:

En cualquier caso ya sea que se trabaje con nidos ubicados en el medio natural o construidos por ejemplares adultos en cautiverio se recomienda hacer lo siguiente:

1. Los nidos de las babas tienen la forma de montículos de 1 m de altura y están construidos con material vegetal en descomposición. Los mismos pueden ubicarse en las cercanías de los cuerpos de agua, en particular los someros tales como charcas y esteros

2. Los huevos deben ser recolectados durante las 12 horas siguientes a la puesta, o 4 semanas después de la misma o de haber sido localizado el nido. De esta manera se minimizan las pérdidas de huevos por la manipulación de los mismos

- Incubación De Los Huevos

Los huevos deben incubarse en un recinto con capacidad para mantener constantes las siguientes condiciones:

1.1. Humedad relativa de 90 %. Si no se dispone de vaporizadores, se puede emplear envases con agua a los cuales se les inyecta aire por medio de un compresor o vibradores para acuarios.

1.2. Temperatura de 31 °C. Si no se dispone de una incubadora con capacidad de regulación, es necesario diseñar un sistema controlado por un termostato con capacidad de activar los sistemas de calentamiento o enfriamiento del ambiente que rodea a los huevos. Otra solución puede ser la de un sistema manual que será activado por un operador que observará diariamente un termómetro, particularmente durante aquellas horas del día en las que se producen los mayores cambios de temperatura.

1.3. Ventilación adecuada. Si el recinto es completamente

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