COMO SE DA LA MENTE-CEREBRO: SUS SEÑALES Y SU REPERCUSIÓN EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

Pablo Hernández Carvajal 1141

La Determinación Genética del Comportamiento Humano

Desde los tiempos de Mendel, la biología molecular y los avances en el campo de la genética han brindado un escenario más claro sobre la importancia del DNA en las personas.

Desde fines de siglo XIX, se volvió un campo de interés para muchos investigadores, cuyos avances iniciales nos llevaron al Proyecto Genoma Humano, que a su vez nos permitió comprender enfermedades como el SIDA, el cáncer, la diabetes, además de algunas alteraciones metabólicas.

El estudio de los factores genéticos y ambientales que originan las diferencias entre individuos es conocido como la genética de la conducta. El problema con esta parte de la genética es que, va en contra a los intereses y metodología de la genética como tal, ya que lo que hace es atribuir a causas genéticas las diferencias en capacidades cognitivas entre grupos.

Como tal, no existe una relación entre genética y cualidades como una constitución atlética, talentos musicales, IQ, etc. a diferencia de factores educativos, ambientales y sociales que son indispensables para fomentar el desarrollo de estas cualidades siempre que existan aptitudes iniciales mínimas.
Respecto a esto, la postura del conductismo fue negar cualquier tipo de protagonismo a lo hereditario en cuanto a las diferencias de comportamiento; los ambientalistas por su parte, consideran que el ambiente puede ser modificado a diferencia del genotipo individual. Mientras que el sustrato genético considera que lo innato no son los modos de comportamiento, sino las estructuras orgánicas que les sirven de base.

Es común que la oposición herencia-ambiente se considere un requisito necesario para que los hereditaristas y los ambientalistas defiendan la importancia de su disciplina. Pero lo cierto es que para que uno surta efecto, el otro tiene que funcionar adecuadamente.

Los genetistas, consideran que hay factores que intervienen en conductas complejas, por ejemplo, el IQ, la creatividad, dificultades para leer, retraso mental, personalidad, extroversión y neurosis, entre otros.

Como conclusión, es importante comprender la importancia de la genética y su impacto en la vida de las personas, pero también es necesario comprender que el entorno juega un papel importante en la población.

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