Ciencia Y Bondad

La inteligencia humana

Hoy las ciencias adelantan que es una maravilla. Desde que en la evolución de la vida surgida hace 3.500 millones de años, emergió el ser humano hace unos 250.000 mil años, ha habido tres grandes revoluciones tecnocientíficas: la primera fue el descubrimiento de la agricultura, la segunda la revolución industrial y esta tercera, en la que vivimos actualmente es la revolución científica.

Las grandes novedades astrofísicas son asombrosas. Si en la antigüedad se concebía que el centro del mundo estático era la Tierra, alrededor de la cual giraban el Sol, los planetas y las estrellas; ahora vivimos en un Universo dinámico en expansión acelerada, nacido hará 13.800 millones de años, con miles de millones de galaxias, las cuales tienen cada una miles de millones de estrellas. Ya algunos científicos hablan de la existencia de múltiples universos.

En la actualidad, maravillosamente sorprendentes fue el hallazgo de la partícula fundamental llamada el bosón de Higgs, que transforma la energía en la materia de que se componen las estrellas, los planetas y las personas. Años antes se había encontrado la radiación de fondo de microondas, que contiene información de lo que aconteció en el Universo temprano segundos después del Gran Estallido del átomo primordial, que dio origen al Universo.

Hace unos días, científicos instalados en la Antártida acaban de descubrir las ondas gravitacionales por las que, al vibrar, ocasionaron una fabulosa expansión del átomo primordial a velocidades muchísimo mayores que el de la luz en una trillonésima de trillonésima de segundo después del nacimiento del Universo. ¡Fabulosamente genial!, imposible de comprender para los que, como yo, somos ignorantes en ciencias.

Puede que la humanidad nacida en África, habiendo emigrado ya a todos los lugares de la Tierra, en un futuro alcancemos a ocupar algún otro planeta en condiciones habitables.

La bondad humana

Desde el advenimiento del homo sapiens (humanos modernos), surgido como una de las últimas ramas de homínidos en el continente africano, hace un cuarto de milenio, también el ser humano ha ido evolucionando hacia Dios-Amor.

Primero, transformó la venganza en equidad de males (Ley del talión judío), es decir que a una patada que recibamos no debemos dar varias al enemigo, sino otro golpe parecido. Segundo, con Jesucristo, el talión judío se ha convertido en el amor solidario a los pobres dándoles bienes por nada, y amor de perdón a los enemigos, llamándoles a conversión y devolviéndoles bienes por males. Tercero, impresionantemente bello y humano, es saber que la verdadera semejanza con Dios Padre consiste, en dar la vida por los demás defendiendo la justicia.

La realidad humana

Así como hay pocos científicos capaces de hacer avanzar la humanidad de más de 7.000 millones de seres humanos sobre la Tierra, hay muy pocos admiradores de Jesús que tengan la bondad y firmeza de amar como Jesucristo.

En la era de la globalización, los que predominan son los ambiciosos de poder y riquezas. Ellos son los que han montado el sistema capitalista que divide a los seres humanos en dos clases sociales de ricos contra pobres, con una clase media que trata de conservar su calidad de vida sin preocuparse de los que sufren.

En esta era de la globalización neoliberal, por la cual los poderes políticos están al servicio de los poderes económicos, existe una lucha por el dominio del mundo entre el imperio occidental (EEUU-UE) contra los otros dos imperios menores ruso y chino; mientras la potencia hindú trata de acumular fuerzas. Otras potencias económico-militares, también tratan de ser hegemónicas en sus respectivas regiones.

No nos extrañe que, hablando de paz, de derechos humanos, de democracia,

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