Clasificacion y origen de la ciencia
akarytetsuyaTrabajo5 de Junio de 2014
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INTRODUCCIÓN
La presente sesión de aprendizaje propone abrir la discusión sobre los alcances y limites del conocimiento científico. Para ello revisa el concepto de ciencia, su clasificación y métodos, a la luz del debate contemporáneo propiciado por la filosofía de la ciencia.
En un primer momento se revisan éstos conceptos y finalmente se realiza una lectura dirigida, que incluye preguntas en torno al debate sobre el conocimiento científico.
El CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Desde sus orígenes, la ciencia se ha convertido en la forma de conocimiento más eficaz que ha desarrollado el ser humano. ¬Su eficacia se debe, como veremos, a la invención y a la apli¬cación de métodos rigurosos y apropiados. De ahí la importancia de estudiar y analizar los métodos de los ciencias, señalando su alcance y sus límites.
¿Qué clases de ciencias hay? y ¿cuáles son los métodos utilizados por las distintas clases de ciencias? son las dos cuestiones básicas en los que se centrará nuestro estudio.
1. CLASIFICACION Y ORIGEN DE LA CIENCIA
Lea atentamente los siguientes enunciados:
1. Cuando un rayo de luz incide en un espejo plano, su ángulo de incidencia es igual a su ángulo de reflexión.
2. La masa de sustancia depositada en un electrón es proporcional al número de electrones transferidos (electrolisis).
3. En su funcionamiento las neuronas se comportan de acuerdo con la ley de todo o nada.
4. La cohesión de los miembros de un grupo social aumenta ante la amenaza de una agresión exterior.
5. Las personas con gran necesidad de rendimiento no escogen tareas ni muy fáciles ni muy difíciles, sino, tareas de dificultad intermedia.
6. La ambición de los demagogos propició la radicalización de la democracia ateniense y la derrota final de Atenas frente a Esparta.
7. (a + b)² = a² + 2ab + b²
Estos siete enunciados tienen algo en común: todos ellos son verdade¬ros. Sin embargo, entre unos y otros existen notables diferencias en relación con su contenido, es decir, en relación con aquello que di¬cen y aquello de lo que hablan. Estas diferencias nos llevan a establecer ciertas distinciones que proponemos a continuación.
Ciencias empíricas y ciencias formales
Una primera consideración de los enunciados propuestos nos invita a separar el último de ellos contraponiéndolo a los seis primeros tomados conjuntamente. En efecto, los seis primeros enunciados comparten una característica co¬mún: todos ellos dicen algo acerca del modo en que, se comportan cuer¬pos, organismos o personas; todos nos informan acerca de algo que pasa en el mundo. Podemos decir que se refieren a hechos. Por el contrario, el último de los enunciados no se refiere a hechos, no dice nada acerca de lo que sucede en el mundo; podríamos decir, y suele decirse, que carece de contenido factual.
Los seis primeros pertenecen a distintas ciencias empíricas (física, quí-mica, biología, sociología, psicología e historia, respectivamente). El úl¬timo pertenece a las matemáticas, que es una ciencia formal.
Podemos, pues, dividir las ciencias en: empíricas y formales. Ciencias Empíricas (o factuales) son aquellas cuyos enunciados se refieren a hechos, afirman o niegan algo acerca de lo que sucede en el mundo. Por el contrario, Ciencias formales son aquellas cuyos enunciados no se refieren a hechos, no afirman ni niegan nada acerca de lo que sucede en el mundo. Las matemáticas y la lógica son ciencias formales.
Ciencias naturales y ciencias sociales o humanas
Los seis primeros enunciados tienen en común el pertenecer a ciencias empíricas, el referirse a hechos. No obstante entre ellos cabe establecer, a su vez, una nueva diferencia. En efecto, los tres primeros enunciados se refieren a fenómenos o hechos de la naturaleza, mientras que los tres siguientes se refieren al comportamiento de los seres humanos: la física, la química, y la biología son ciencias naturales; sociología, la psicología y la historia son ciencias humanas o sociales.
De acuerdo con estas distinciones, el conjunto de las ciencias suele cla¬sificarse del siguiente modo:
Lógica
FORMALES Matemáticas
Física
NATURALES Química
(Bioquímica)
CIENCIAS Biología, etc.
EMPÍRICAS
Economía
HUMANAS Sociología
O SOCIALES Psicología
Historia, etc.
2. LOS MÈTODOS EN LAS CIENCIAS: INDUCCIÓN y DEDUCCIÓN
Inducción y deducción constituyen dos formas o modos generales de razonamiento. Como tales, los utilizamos continuamente en nuestro pensar cotidiano y común con más o menos rigor y acierto. Empleados rigurosamente, ambos constituyen instrumentos indispensables en el quehacer científico. Veamos ¬a continuación en qué consisten estas formas generales de razonamiento.
La inducción
Inducción y generalización
Las ciencias se caracterizan por establecer enunciados universales. Un enunciado universal es una proposición que afirma o niega algo acerca de todos los individuos pertenecientes a una clase. Así, la ley según la cual a temperatura constante, el producto de la presión por el volumen de un gas, es constante se refiere a todos los gases en cualquier lugar y en cualquier momento. Del mismo modo, el principio de Arquímedes se considera aplicable a todo cuerpo en el seno de un fluido y así sucesivamente.
Los enunciados empíricos universales son generalizaciones a par¬tir de la experiencia. En este punto en particular, los científicos no ac¬túan de manera distinta a como actúa el hombre común, cuya vida y conducta se rigen por generalizaciones. La gente está convencida de que el pan de trigo alimenta, de que el fuego quema, de que el agua calma la sed. Todos estos son ejemplos de generalizaciones a partir de la experiencia: la experiencia pasada ha demostrado que quienes han puesto la mano en el fuego se han quemado, y de esta experiencia con¬cluimos que el fuego quema siempre y seguirá quemando en todos los casos. Lo mismo en los demás ejemplos.
La formulación de enunciados generales a partir de la experiencia se de-nomina inducción, o bien, razonamiento inductivo. A fin de aclarar la estructura de este tipo de razonamiento, tomemos un enunciado físico elemental, por ejemplo, el enunciado “El calor dilata los metales”. Como cualquier generalización a partir de la experiencia, este enunciado procede de la observación de algunos casos en que se ha verificado que ciertas porciones de ciertos metales se han dilatado efectivamente al ca-lentarse. Nadie ha observado (ni es posible observar) todos los casos en que el calor ha afectado a algún metal, y menos aún los casos en que el calor los afectará en el futuro; sin embargo, el enunciado se refiere a todos los casos, a todas las porciones de todos los metales a los que se aplique el calor, sin excepción. La estructura del razonamiento inductivo es, por tanto, la siguiente:
1) Premisa: en algunos casos (a saber, en los casos observados) el calor ha dilatado metales.
2) Conclusión: en todos los casos el calor dilata los metales.
El problema lógico o de la inducción
El razonamiento inductivo plantea un interesante problema de carácter lógico, como hemos visto, en él se parte de una premisa particular y se concluye en una afirmación general o universal que, por tanto, va más allá de la información contenida en la premisa ¿con qué derecho se concluye qué todos los individuos de una clase poseen cierta propiedad a partir de hecho observado de que algunos la poseen? Este problema se ha debatido ampliamente y continúa debatiéndose en la actualidad:
1) Para justificar lógicamente la inducción, algunos filósofos de la cien¬cia han sugerido que, en realidad, en todo razonamiento inductivo hay implícita una premisa generalizadora del tipo: “Todos los indivi¬duos pertenecientes a una clase natural se comportan del mismo modo”, o bien - La naturaleza se comporta de manera uniforme-. Esta premisa, implícita suele denominarse -principio de uniformidad de la naturaleza-.
Esta propuesta, más que resolver el problema lógico de la inducción, lo que hace es trasladarlo al principio mismo de uniformidad de la naturaleza. En efecto, ¿cómo demostrar que la naturaleza se comporta de mo¬do uniforme? ¿Tal vez porque en algunos casos hemos observado que se comporta uniformemente? ¿No se cae, entonces, en un círculo vicioso al justificar la inducción recurriendo a este principio y al justificar, a su vez, este principio recurriendo a la inducción?
2) A la vista de esta dificultad, no parecen quedar sino dos posibilidades en relación con el fundamento lógico de la inducción:
a) La primera de ellas consiste en renunciar a justificar lógicamente la inducción, reconociendo que es lógicamente injustificable.
b) La segunda posibilidad consiste en intentar justificar el -principio de uniformidad de la naturaleza- por otros procedimientos que no impli¬quen el recurso a la inducción. Así,
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