Como Ser Un Buen Medico

En la actualidad, la práctica de la medicina es vista por la sociedad como una profesión que se ha ido deshumanizando, se ha vuelto más impersonal, en relación a la interacción médico-paciente. En donde el médico, se remite solamente a la recolección de signos y síntomas de un “objeto de estudio” que es el paciente, luego poner esos datos en una computadora, y que esta le dictamine que hacer para ese caso particular. Esta pérdida de confianza que tiene el paciente hacia el médico está asociada principalmente por el aumento de la tecnología, y la automatización y mecanización de los procesos, que en el caso de la medicina, en mi opinión, no se debe hacer, pues la medicina, se basa en el trato humano, en esa amistad que se produce desde el momento en que el paciente llega a nuestro consultorio requiriendo una ayuda para aliviar y curar lo que le aqueja, además de que llega en busca de una mano que le de ánimo y le a sobrellevar su situación.

La medicina, una de las primeras profesiones, desde los tiempos de Hipócrates, se consideraba una profesión con un gran humanismo, en donde el médico reflejaba sabiduría, respeto y por sobre todo una gran habilidad social, expresando amor hacia el paciente, con unos valores éticos muy claros, como la beneficencia, y a la vez una virtud benevolente, la cual lo ponía en predisposición permanente para ayudar al necesitado. Esta imagen que se tenía del médico permaneció inalterable durante varios cientos de años, pero esto se ha ido perdiendo debido a la técnicalización y la normativización de las conductas médicas y éticas, que se realizan de forma rígida, además de la sofisticación y “evolución” de los procedimientos, lo que ha ocasionado una medicina impersonal y deshumanizada.

La medicina se ha convertido en un negocio, en donde ya el motivo principal del médico no es la benevolencia ni el altruismo, sino que su mente se e nublada por la codicia, volviendo aún más inútil la medicina en relación a su efectividad, pues el medico ya no se preocupa por el alivio rápido del paciente, si no que ve la enfermedad como una oportunidad de ganar dinero, y así, se ve truncada la mejoría del paciente, además de que vuelve más impersonal la relación con el enfermo, quedando este insatisfecho y enfermo todavía.

El buen médico debe retomar esos códigos profesionales tradicionales, donde el carácter y las virtudes de la antigua medicina, funcionen como ideales, como metas, para así mejorar permanentemente y sirvan de estímulo para mantener viva esa relación médico paciente en donde hay un sentimiento mutuo de ayuda y apoyo, pues la medicina, es una forma de encuentro humano, basado principalmente en esa ayuda, ya que los pacientes no son una máquina de órganos y tejidos, sino un ser que siente y que vive. Por ello, el médico, en su tratamiento, en su interacción con el paciente, debe hacerlo no de manera mecanicista, sino holísticamente

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