Complicaciones post quirúrgicas en ginecología
gustafarihInforme1 de Septiembre de 2017
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UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA DE CIENCIAS Y TECNOLOGIA |
Complicaciones post quirúrgicas en ginecología |
[pic 1]
Contenido
Complicaciones hemorrágicas 2
Complicaciones infecciosas 4
Complicaciones digestivas 7
Dehiscencia y evisceración 10
Complicación trombo embolicas 10
Bibliografía 13
Complicaciones post quirúrgicas en ginecología
Se definen como cualquier alteración respecto al curso previsto en la respuesta local y sistémica del paciente quirúrgico.
Cuando una paciente acude a urgencias en el postoperatorio o simplemente sufre una complicación en el curso de las 24 ó 48 horas que permanece ingresada, el médico que la atiende debe conocer esta vía de abordaje y sus posibles complicaciones.
Según el momento que se presentan se clasifican en:
- Inmediatas: aquellas que se presentan las primeras 24 horas posterior a la operación.
- Mediatas: son aquellas que se producen entre el 2° y 3° día posterior a la intervención quirúrgica.
- Tardías: aquellas que se producen en un periodo mayor a los 21 días posterior a la operación.
Tipos de complicaciones post quirúrgicas
- Hemorrágicas
- Infecciosas
- Digestivas
- Pared abdominal
- Tromboembolicas
- Urológicas
- Sistemas
Complicaciones hemorrágicas
Esta complicación puede presentarse como una perdida sanguínea ya sea por los drenajes instalados en el paciente, hipovolemia manifestada con mareos e hipotensión o también con alteración de los signos vitales (presión arterial, pulso, saturación de oxigeno) los cuales son controlados a las 4-6 horas post intervención.
Hemorragia precoz: se manifiesta durante las primeras 24 horas, frecuentemente a las 8-10 horas, en la cavidad abdominal, vagina, tejidos blandos de la pelvis, vejiga o simultáneamente en distintos sitios del cuerpo. Dentro de la sintomatología que haría sospechar de una hemorragia abdominal o hematoma abdominal si existe dolor local intenso que genera deformaciones de la pared abdominal. Si el hematoma es de un tamaño pequeño se debe mantener una actitud expectante frente a cualquier cambio hemodinámico del paciente y mantener un control de signos vitales para ver sus variaciones. En casos de un hematoma de un gran tamaño se debe intervenir quirúrgicamente al paciente evitando la progresión del hematoma. Se realiza una ligadura vascular, limpieza y drenaje del contenido hemático en la cavidad abdominal del paciente.[pic 2]
- Hemorragia vaginal: su frecuencia aumenta en intervenciones quirúrgicas como la histerectomía vaginal que en la abdominal. Su inicio puede ser varias horas después de la intervención y proceder de la rama cervical o vaginal de la arteria uterina, de los ángulos vaginales de la incisión o de las incisiones de la colporrafia. Como profilaxis se utiliza el taponamiento de la cavidad vaginal en casos en que el sangrado es leve, pero si este sangrado tiene un inicio arterial se debe realizar una exploración más detallada de la zona para detectar el sangrado y realizar hemostasia.[pic 3]
- Hemorragia vesical: es frecuente en cirugías urológicas, colocación de drenajes suprapubicos o la lesión de un órgano durante la cirugía. Su control es con medidas conservadoras, instalación de sonda vesical y lavados vesicales continuos. En caso de complicación se debe tratar con una cistectomía suprapubica.
Hemorragia tardía: aquella que ocurre entre el 7° y 21° día posterior a la cirugía, frecuentemente son hemorragias que se generan en el muñón vagina posterior a una histerectomía. Habitualmente se produce por reabsorción de los hilos de la sutura, necrosis de los tejidos locales, tromboflebitis séptica, tratamiento anticoagulante y ocasionalmente por coito antes de la cicatrización. En estos casos en necesario realizar una exploración bajo anestesia para localizar el punto que genera la perdida sanguínea, teniendo sus dificultades debido a la friabilidad y debilidad de los tejidos. Si el sangrado compromete el estado general del paciente será necesario realizar una laparotomía y ligar la arteria uterina en su origen.
Complicaciones infecciosas
Las infecciones posteriores a una intervención quirúrgica siguen siendo frecuentes actualmente. En lo que respecta al aparato genital femenino, cuando se realizan intervenciones en la zona vaginal existe contaminación con las bacterias que residen en esa zona.
La profilaxis antibiótica es muy utilizada en el área ginecológica debido a que ha tenido buenos resultados en la prevención de infecciones post quirúrgicas. Actualmente se utiliza la cefazolina 1 gr IM en personas con un peso
Infecciones post operatorias precoces: el primer signo que permite identificar una infección es frecuentemente fiebre precoz elevada, aparece en las primeras 24-48 horas después de la intervención. De igual manera se debe determinar la causa específica de la aparición de fiebre ya que puede tener un origen inespecífico y no ser determinado con certeza y, por lo tanto, el tratamiento antibiótico no debe instaurarse solamente por la fiebre. Como diagnóstico diferencial la fiebre puede ser causa de atelectasia, neumonía por aspiración, infusión de líquidos contaminados, lesiones uretrales o intestinales, infecciones preexistentes del útero, pelvis o tracto urinario. La infección de los tejidos quirúrgicos por streptococo hemolítico y raramente fascitis necrotizante.
Infecciones post quirúrgicas tardías: aparición varios días posteriores a la intervención teniendo signos de localización más evidentes. Los procesos más frecuentes son infección de la herida operatoria, infecciones pélvicas, abscesos pélvicos, tromboflebitis pélvica séptica, infecciones del tracto urinario, bronconeumonía y fiebre medicamentosa.
- Infecciones pélvicas: los abscesos pélvicos suelen ser secundarios a la celulitis de la de la cúpula vaginal. la sintomatología puede presentarse a los 5-10 días después de la cirugía y consisten en fiebre y dolor abdominopelvico. Existe leucositosis con desviación a la izquierda y el tacto vaginal provoca dolor al paciente, además puede existir secreción purulenta a través de los bordes de la herida quirúrgica.
- El método diagnostico puede ser la ecografía o un TAC la cual puede confirmar o descartar la presencia de infección. [pic 5]
- El tratamiento consiste en la administración de antibióticos con ampicilina asociado a un aminoglucosido como la gentamicina añadiendo clindamicina o metronidazol según el cuadro de cada paciente. Además se practica drenaje del contenido purulento ya sea de la vía vaginal o percutánea en función de su localización.
[pic 6]
- Seroma: es la acumulación de suero linfático sobre la herida quirúrgica. Frecuentemente se produce en cirugías en las que se seccionan grandes áreas con ganglios linfáticos subcutáneos (ganglios axilares, inguinal, abdomen y extremidades).
- Síntomas: malestar, edema, no rubor ni calor.
- Infecciones urinarias: Su frecuencia puede alcanzar el 40% sin profilaxis antibiótica. La mayoría son leves, siendo rara la pielonefritis. El tratamiento consiste en la antibióticoterapia adecuada.
- Tratamiento: aspiración con aguja o catéter de gran calibre. Colocación de apósito compresivo. En casos de seroma crónico colocar drenaje con succión cerrada.[pic 7]
- Infecciones urinarias: Su frecuencia puede alcanzar el 40% sin profilaxis antibiótica. La mayoría son leves, siendo rara la pielonefritis. El tratamiento consiste en la antibióticoterapia adecuada.
Flebitis: La flebitis es una inflamación de una vena. La flebitis puede ser superficial (en la piel), o profunda (en los tejidos bajo la piel).La incidencia de infecciones secundarias a catéteres endovenosos puede ser hasta del 30%. Su prevención incluye su colocación estéril, bajo indicación estricta, reemplazo cada tres días y retirada precoz. El tratamiento es sintomático. Cuando existe evidencia de infección sistémica es útil el uso de antibióticos con actividad antiestafilococo.
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