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Criminologia


Enviado por   •  2 de Junio de 2014  •  6.145 Palabras (25 Páginas)  •  240 Visitas

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TRASTORNOS DE PERSONALIDAD. DELITOLOGÍA

1. INTRODUCCIÓN. 2. ALGUNAS CONSIDERACIONES TERMINOLOGICAS. 3. DELITOLOGIA. 3.1. TRASTORNO ANTISOCIAL. 3.2. TRASTORNO LIMITE. 3.3. TRASTORNO PARANOIDE. 3.4 TRASTORNO ESQUIZOIDE. 3.5. TRASTORNO ESQUIZOTIPICO. 3.6. TRASTORNO NARCISISTA. 3.7 TRASTORNO HISTRIONICO. 3.8. TRASTORNO POR DEPENDENCIA. 3.9. TRASTORNO POR EVITACIÓN. 3.0. TRASTORNO OBSESIVO- COMPULSIVO

1. Introducción

El delito es una conducta humana que está prohibida por ley y a la que se asocia una pena como consecuencia. Desde un punto de vista mas técnico, los juritas lo definen como una acción u omisión típica, antijurídica y culpable. No entraremos, evidentemente, en estos tecnicismos jurídicos ya que lo que nos interesa es señalar que se trata de una conducta. La psicología es una disciplina que estudia los fenómenos mentales y las conductas del individuo adulto y normal. Mientras que la psiquiatría es una disciplina perteneciente al ámbito médico y que estudia y trata los trastornos mentales, los cuales, a su vez, se traducen en trastornos de la conducta, en el más amplio sentido del término conducta; es decir, tanto en lo que se refiere a la conducta manifiesta, encubierta, como a los fenómenos mentales.

La conducta delictiva es, entonces, una categoría de conducta “especial” de la infinidad de conductas del repertorio humano y que, afortunadamente, solo un porcentaje pequeño de la población emite a lo largo de su historia vital. Lo que nos interesa recalcar, desde un punto de vista forense, es la relación entre esas conductas, la psicopatología y los elementos psíquicos concretos que el sujeto

poseía en el momento de la emisión de la misma –criterios determinantes de la imputabilidad – y su pronóstico futuro – peligrosidad criminal-.

Planteado el tema desde esta perspectiva podríamos hacer una primera aproximación al estudio de la conducta criminal, haciendo una clasificación entre conductas derivadas de personas con psicopatología (ej brote psicótico, episodio maníaco) o trastornos defectuales (ej. retraso mental) y las que provienen de personas que no caben incluirlas en las categorías anteriores. Dentro de este último grupo cabría hacer otra subclasificación dicotómica: 1) los que no tienen etiquetaje diagnóstico; serían las personas “normales” y 2) los que se incluyen en alguna categoría de los llamados trastornos de personalidad.

Siguiendo el esquema planteado, aunque simplista, puede resultar didáctico, nos podríamos encontrar con que una conducta delictiva puede ser emitida por:

A.- Un sujeto aquejado de psicopatología. A su vez:

1. Deriva de algún aspecto semiológico de la psicopatología. Por ejemplo un delirio, una alucinación.

2. No se relaciona con su psicopatología. B.- Un sujeto no “enfermo mental”

1. Persona “normal”

2. Persona con trastorno de la personalidad

2. Algunas consideraciones terminológicas

Los trastornos de la personalidad, también conocidos en épocas pasadas por algunos ".autores, como personalidades psicopáticas (SCHNEIDER, 1923) son patrones permanentes e inf lexibles de experiencia interna y de comportamiento que se apartan acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tienen su

inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, son estables a lo largo del tiempo y comportan malestar o prejuicios para el sujeto1.

La terminología empleada y las diferentes entidades que se suponen pertenecen a esta etiqueta diagnóstica, están en continua revisión. Desde la aparición de la clasificación de la APA, algunos trastornos han desaparecido de la lista como la personalidad sádica descrita en los apéndices del DSM III-R. Otros están pendientes de inclusión en futuras revisiones, como el trastorno depresivo de la personalidad y el trastorno pasivo-agresivo (negativista), propuestos por el DSM- IV-TR.

Otra de las controversias más frecuentes y, que vamos a abordar aunque someramente, es la diatriba sobre la equiparación o no del término psicopatía con el de trastorno de personalidad, la identificación o no de aquella con el trastorno antisocial de la personalidad

Schneider, en su ya célebre definición de psicópatas, dice que son “personalidades anómalas que sufren por su anormalidad o hacen sufrir bajo ella a la sociedad”. Con anterioridad, ya KRAEPELIN utilizó el término psicopatía como una degeneración psíquica (concepto acuñado por Morel) para referirse a todas las alteraciones del pensar, del sentir, del querer y del actuar que no implican alienación mental. La clasificación de Schneider de las psicopatías mantiene cierto paralelismo con las utilizad as por el DSM IV-TR o la CIE 10.

La personalidad, es hoy día entendida por la mayoría de los autores como el resultado de la interacción de factores personales y ambientales, que supone la admisión de un modelo bio-psico-ambiental, donde se producen comp lejas relaciones del binomio temperamento-carácter, entendiendo por temperamento como la parte mas biológicamente determinada de la personalidad y por carácter como el reflejo de las numerosas y diversas influencias ambientales.

1 DSM-IV-TR Manual de Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. MASSON 2002

Schneider saca a las personalidades psicopáticas de la patología psíquica equiparándolas a formas “especiales de ser”. Únicamente habla de anormalidad, pero excluye en todo caso la enfermedad. Esto nos llevaría a hacer una revisión del concepto de anormalidad y de enfermedad o de salud como término opuesto al anterior. Sin pretender entrar en disquisiciones sobre las anteriores cuestiones, lo cierto es que tanto el DSM IV-TR como la CIE 10 les otorga el estatus de “trastorno”,

lo que nos conduce a considerar este concepto 2.

Muchos autores identifican el término psicópata única y exclusivamente

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