Cuidados paliativos

Cuidados paliativos

Introducción

El ser humano es un ser biopsicosocial, una persona integral con dimensiones físicas, emocionales, espirituales y sociales. Cuando una persona sufre una enfermedad grave, no solo se altera su estado físico, sino que repercute en todas las otras esferas, afectando además a su familia y seres queridos. Si es bien sabido que a lo largo del mundo la esperanza de vida aumenta considerablemente, también aumenta la cantidad de enfermedades en etapa terminal como: enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades crónicas por mencionar algunas.

Se considera apropiado comenzar por definir el concepto de cuidados paliativos, la Organización Mundial de la Salud menciona que: “Son los cuidados apropiados para el paciente con enfermedad avanzada y progresiva donde el control del dolor y otros síntomas, así como los aspectos psicosociales y espirituales cobran mayor importancia. El objetivo es lograr la mejor calidad de vida posible para el paciente y su familia. La medicina paliativa afirma la vida y considera el morir como un proceso normal. Durante el siglo XIX el estado de las ciencias (específicamente en la medicina) y los nuevos descubrimientos terapéuticos para poder curar las enfermedades, pues anteriormente no se intentaba innovar y solo se seguían con los métodos y técnicas tradicionales provocaron un cambio de panorama en cuanto al papel del médico; ya no es un profesional con un ego ni un papel autoritario, se torna de manera más solitaria y se hace consciente de que los pacientes dependen al 100% de el y no de fuerzas ni creencias divinas.

Igualmente se tenía la concepción de que un medico solo se dedicaba a curar enfermedades, por lo que las personas en un estado terminal no tenían la misma importancia pues no se podía hacer nada por ellos. Los médicos “clásicos” atendían a las personas con diagnósticos falsos y nada honestos, la mayoría de estos pacientes morían en su casa tarde o temprano.

En cuanto a las primeras instituciones que se dedicaron a tratar esos asuntos especialmente en Europa, desde el siglo IV, existieron instituciones cristianas y fue en el periodo de Constantino donde se les da el nombre de hospitales y hospicios. En Roma, Fabiola, una discípula de San Jerónimo, funda el primer hospital en el año 400 con el fin de atender a todos los peregrinos que llegaban a Ostia, puerto de Roma, que recibía gente de África, Asia y el Este. En la Edad Media las personas llegaban a los hospicios por comida y alojamiento. Ahí los enfermos eran cuidados, pero como la ciencia no estaba tan adelantada muchos morían, y sólo quedaba proporcionarles ayuda espiritual.

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