Cuidar La Boca Es Natural
wz305 de Noviembre de 2013
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¿A qué se deben los problemas de la boca?
Cuando se padece un mieloma, es posible que el sistema inmune esté debilitado (bien por la enfermedad en sí o bien como resultado de algunos tratamientos comunes, como quimioterapia y esteroides). Esto puede implicar un riesgo mayor de padecer infecciones frecuentes o recurrentes. Entre las infecciones bucales más comunes se encuentran la infección micótica conocida como muguet (o candidosis) y la infección vírica por herpes simples (que a menudo se traduce en herpes labiales).
Algunos de los medicamentos que se emplean en el tratamiento por quimioterapia del mieloma pueden originar toda una serie de trastornos bucales, en especial inflamaciones y ulceraciones del epitelio bucal (conocidas como mucositis).
Esto es debido a que la quimioterapia ataca a las células que se dividen con rapidez en todo el organismo, como las del epitelio bucal. La mucositis puede ser extremadamente dolorosa y puede dificultar mucho la ingesta de líquidos y sólidos, especialmente tras altas dosis de quimioterapia y trasplante de células madre.
Algunos tratamientos contra el mieloma como la quimioterapia o el Bortezomib pueden disminuir los recuentos de plaquetas de manera temporal. En consecuencia, es posible que se produzcan hemorragias con facilidad, en concreto en las encías y la comisura de los labios.
Otro efecto secundario común es la sequedad bucal, ya que muchos medicamentos pueden interferir en la producción de saliva. Aunque son desagradables e incómodos, conviene recordar que la mayoría de los trastornos bucales suelen ser complicaciones temporales y de fácil tratamiento.
Revisión diaria
Es buena la costumbre de inspeccionarse la boca a diario, con el objeto de poder detectar cualquier cambio visible. Para ello, es importante observar con atención las encías, la lengua y el epitelio de la boca.
Si experimentas cualquiera de los siguientes síntomas, díselo a tu médico:
Sequedad inusual en la boca.
Irritación o inflamación de la lengua, labios, encías o epitelio bucal.
Encías inflamadas o que sangran con facilidad.
Heridas en los labios o las comisuras.
Llagas en la boca.
Sentido del gusto alterado o sensación extraña en la boca.
Placas blancas que cubran la lengua y el epitelio bucal (pueden ser indicativas de muguet).
Dolor o entumecimiento de la mandíbula o la zona alrededor de la misma.
Pérdida de dientes o daños en los mismos.
Tratamientos
Es importante que informes a tu médico tan pronto como percibas cualquier cambio en tu boca, de esta forma te podrá prescribir el tratamiento apropiado.
Entre los tratamientos se incluyen:
Enjuagues bucales antibacterianos, para reducir el riesgo de infecciones.
Enjuagues bucales anestésicos, para aliviar el dolor.
Medicamentos antivirales, para tratar o prevenir la aparición de herpes labiales.
Pastillas, gotas o enjuagues antimicóticos, para tratar o prevenir la aparición de muguet oral.
Sprays de saliva artificial, para ayudar a aliviar la sequedad bucal.
En ocasiones puede ser necesario prescribir analgésicos, en caso de mucositis agudas.
Es importante establecer una rutina en relación con el cuidado de la boca y respetar escrupulosamente cualquier tratamiento prescrito por el médico.
En caso de necesitar un tratamiento dental invasivo, es importante informar al dentista acerca de la existencia del mieloma y de cualquier tipo de tratamiento que se estés recibiendo. También
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