DETENCIÓN DEL PENSAMIENTO

DETENCIÓN DEL PENSAMIENTO

Identificación del paciente

Nombre: Antonio

Edad: 13 años

Se encuentra en 7mo grado de escolaridad

Hijo único, vive con su madre, la cual está separada de su padre desde que Antonio tenía 2 años. El nivel socioeconómico es medio, la relación de Antonio con sus padres es positiva, mostrando buena comunicación. 

Motivo de consulta

Los padres acuden a consulta preocupados por el aumento de pensamientos negativos en relación a la salud de su hijo. En el momento de realizar la evaluación Antonio parecía mostrar un bajo estado de ánimo, relacionado con problemas de interacción social que empezó a presentar a partir de un episodio familiar negativo y se intensificaron en los últimos dos años, esto es debido a que presenció un infarto que sufrió su abuela y síntomas de ansiedad, como dolores somáticos, problemas para dormir, etc. Sus padres observan que, desde el episodio familiar negativo, Antonio aumenta las quejas por dolencias físicas y empieza a verbalizar miedos sobre todo “a que pudiera sufrir situaciones traumáticas, tanto él como algún miembro de su familia”. Es a partir de esa experiencia familiar cuando se intensifica esa tendencia de manera generalizada: temor ante cosas novedosas, a carteles de hospital, preocupaciones injustificadas por su rendimiento académico, alto nivel de nerviosismo por sufrir algún ataque al corazón, etc.

Tratamiento

La intervención se basa en la detención del pensamiento que consiste en la eliminación de patrones perseverantes de pensamientos que son irrealistas, improductivos y/o generadores de ansiedad. El principal objetivo es trabajar sobre el pensamiento disruptivo.

Aplicación de la técnica

Paso 1: Selección y clasificación de los pensamientos a tratar

• Antonio aumenta las quejas por dolencias físicas.
• Verbaliza miedos a sufrir situaciones traumáticas, al igual que algún miembro familiar.
• Temor ante cosas novedosas.
• Temor a carteles de hospital.
• Preocupación injustificada por su rendimiento académico
• Alto nivel de nerviosismo por sufrir algún ataque al corazón.

Paso 2: Se pide al paciente que piense en el primer elemento que lleva al pensamiento perturbador

• Pensar en que puede sufrir un ataque al corazón, al igual que le sucedió a su abuela.
• A partir de las quejas por dolencias físicas, verbaliza el temor a que algún familiar o él sufra algún acontecimiento traumático.

Paso 3: Se busca una palabra que sea potente para el sujeto

• En este caso, se elige en concreto la palabra ¡BASTA ¡

Paso 4: Se busca un pensamiento alternativo

Para los pensamientos:

• Antonio aumenta las quejas por dolencias físicas. ¡empezar a reconocer en qué momento si presenta dolencia física ¡
• Verbaliza miedos a sufrir situaciones traumáticas, al igual que algún miembro familiar. ¡Evitar pensar en situaciones que aún no han ocurrido ¡
• Temor ante cosas novedosas. ¡Las situaciones novedosas no tienen nada de malo ¡
• Temor a carteles de hospital. ¡Los carteles de hospitales sirven de manera informativa ¡
• Preocupación injustificada por su rendimiento académico. ¡Si se esfuerza tendrá mejores calificaciones y mejor rendimiento académico ¡
• Alto nivel de nerviosismo por sufrir algún ataque al corazón. ¡No es probable que sufra algún ataque al corazón si se encuentra en perfecto estado de salud ¡

Paso 5: Se entrena en imaginación sobre un pensamiento neutro

• Para entrenar al paciente en la técnica, se eligió un pensamiento neutro. Se le pidió que imaginara que estaba jugando, y en ese momento se acuerda de la última vez que tuvo un paseo con sus padres. Para esta parte de la técnica se emplea la palabra ¡BASTA! Una vez que el terapeuta de las instrucciones verbales para la demostración de la técnica, el paciente debe de imaginar la escena con los ojos cerrados y relatarla en voz alta, hasta que el terapeuta diga la palabra potente ¡BASTA ¡.

Después de esto, se le agrega a este pensamiento neutro un pensamiento perturbador. El paciente visualiza la escena desencadenante con los ojos cerrados y la relata en voz alta. El terapeuta dice la palabra potente ¡BASTA ¡,y da un golpe, esto lo hace dos veces con el fin de interrumpir el pensamiento perturbador. Por último, se le pide al paciente que realice el mismo ejercicio, pero en esta ocasión el terapeuta no dirá la palabra potente y se le pide al paciente que cuando comience el pensamiento perturbador intente imaginar tan bien como pueda, e intente oírse a sí mismo gritando «basta» muy fuerte. Repitiendo la práctica hasta que pueda hacerlo

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