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DIABETES MELLITUS

Lucre37429 de Septiembre de 2013

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PREOPERATORIO

Se considera que el periodo preoperatorio comprende el tiempo que transcurre desde que se decide practicar una intervención quirúrgica hasta el momento de traslado de la persona al quirófano e inicio de la operación.

El objetivo de los cuidados preoperatorios es preparar a la persona para su situación posoperatoria. Es conveniente incluir a los familiares en esta frasee si en el postoperatorio van a cuidar a la persona. Tanto la persona como su familia deben tener una noción clara y real de cómo será el postoperatorio, así como de qué medidas terapéuticas será utilizada. Así mismo:

Es necesario que entiendan la razón por la cual la persona será cambiada frecuentemente de posición y el motivo por el que debe movilizar los brazos y las piernas.

Explicar que la toma frecuente de la TA es una forma de seguimiento habitual, con lo que muchas veces se evitará el temor que los controles repetidos generan en la persona y los familiares.

Debe explicarse que el dolor del postoperatorio será combatido y que la persona debe solicitar un analgésico tan pronto como comience a notar molestias dolorosas.

Deben aprender y practicar las técnicas de fisioterapia respiratoria más oportunas.

INGRESO:

Deben compararse los datos de la ficha o brazalete de identificación de la persona.

Estudiar el historial de enfermería. Hágase hincapié en la ingesta reciente de ácido acetilsalicílico.

Tomar muestras de laboratorio y rellenar las peticiones conforme se haya pautado.

Enseñar a la persona el entorno próximo. Debe comprobarse que el timbre está a mano.

Registrar el peso y la talla de la persona.

Debe prestarse el necesario apoyo emocional de la persona.

ÓRDENES PREOPERATORIAS GENERALES

En caso de recetarse un enema, deben anotarse los resultados y su tolerancia.

Por lo general, la órdenes incluirán la preparación de la piel de la zona a intervenir, así como del área circundante.

1. Debe rasurarse la zona, ya sea con una crema depilatoria (investigar antecedente de alergia), o bien con una cuchilla desechable bien afilada, procurando que no se produzca cortes o excoriaciones (mantener la piel tensa y rasurar en dirección contraria al crecimiento del pelo).

2. Debe lavarse la piel con agua y un jabón aséptico, actuando desde la zona de incisión hacia la periferia.

3. Si está indicado, aplicar a continuación povidona yodada o una solución antibacteriana. En algunos casos, las zonas serán secadas con una toalla estéril y cubiertas con otra. Consultar las normas hospitalarias al respecto.

Suele pautarse un sedante la noche antes de la intervención. Debe procurarse que la persona lo tome. Las barandas de protección de la cama deben estar levantadas.

La persona no debe recibir nada por vía oral durante al menos 8 horas antes de la intervención; debe conseguirse su cooperación en caso de que esté programada la intervención para la mañana siguiente, y se colocará un cartel en la cabecera del lecho que indique “ayuno absoluto desde medianoche” u otras indicaciones pertinentes. Cuidado: consultar con el médico si la medicación se ha de administrar a pesar del ayudo.

Ha de confirmarse que se han obtenido los consentimientos por escrito y que se han solicitado los análisis y las pruebas pertinentes necesarias. En caso de dudas, se debe consultarse con el cirujano. Si se ha solicitado sangre, debe incluirse la indicación del tipaje y las pruebas cruzadas en la gráfica.

CUIDADO DEL PACIENTE QUIRÚRGICO

VARIEDADES DE CIRUGÍA

Opcional: La cirugía se programa totalmente cuando el enfermo lo desee, ejemplo, cirugía estética.

Electiva: El tiempo aproximado para la operación es a conveniencia del enfermo; el no tener la cirugía no es catastrófico; ejemplo, quiste superficial.

Necesaria: El estado requiere cirugía en pocas semanas, ejemplo, cataratas.

Urgente: El problema quirúrgico requiere atención en 24 a 48 horas, ejemplo, cáncer.

De urgencia: Requiere atención quirúrgica inmediata sin tardanza, ejemplo, obstrucción intestinal.

VALORACIÓN INICIAL Y PREPARACIÓN FÍSICA INMEDIATA DEL PACIENTE QUIRÚRGICO

Exploración física general y definición de diagnóstico

1. Observar al enfermo en búsqueda de lesiones de piel, exantemas, úlceras de decúbito y otras anormalidades.

2. Hacer que el paciente converse para precisar sus reacciones acerca de la hospitalización y de la operación futura.

3. Preoperatorio para diversos estudios de diagnóstico diciéndole por qué y cómo serán hechos y cómo puede contribuir al mejor éxito de la prueba.

4. Anotar sus reacciones a estas pruebas así como el resultado de las mismas.

Estados específicos y su efecto en cirugía

1. Obesidad

1.1. Peligro

1.1.1. Aumenta la dificultad en los aspectos técnicos al realizar la operación (ejemplo, las suturas son difíciles de anudar por las secreciones grasosas); la dehiscencia de la herida es mayor.

1.1.2. Aumenta la posibilidad de infección por disminución de la resistencia.

1.1.3. En el posoperatorio es más difícil dar vuelta y ventilar al enfermo cuando está acostado de lado. Esto produce hipoventilación, neumonía y otros problemas pulmonares.

1.1.4. Aumento de las demandas del corazón produciendo trastornos cardiovasculares.

1.1.5. Aumenta la posibilidad de trastornos endocrinos, hepáticos, biliares y renales.

1.2. Plan terapéutico: Propiciar la reducción de peso si el tiempo lo permite.

2. Estado líquido, electrólitos y nutrición

2.1. Peligro: La deshidratación y la desnutrición tienen efectos adversos en relación a la anestesia, en general, el choque quirúrgico y la recuperación posoperatoria- puede alterar los líquidos y electrólitos y producir choque.

2.2. Plan terapéutico

2.2.1. Administrar líquidos (por vía parenteral) cuando se indiquen.

2.2.2. Conservar un registro cuidadoso de ingresos y salidas.

2.2.3. Proporcionar dieta rica en calorías para mejorar la desnutrición; complementarla con proteínas y vitamina C- ayuda a la reparación de los tejidos y sirve en la lucha contra la infección.

2.2.4. Recomendar la reparación de caries dental y la higiene bucal apropiada para impedir las infecciones del aparato respiratorio.

2.2.5. Ayudar con la administración (y supervisión) de transfusiones de sangre, hidrolisados proteínicos y plasma sanguíneo si hay deficiencia de proteína.

3. Edad

3.1. Peligro

3.1.1. Reconocer que las reacciones a la lesión no son tan evidentes y pueden aparecer lentamente.

3.1.2. Estar alerta de mayores efectos acumulativos por medicamentos en los ancianos que en las personas más jóvenes.

3.1.3. Observar que los medicamentos como morfina, escopolamina y barbitúricos en dosis normales pueden producir confusión y desorientación.

3.2. Plan terapéutico

3.2.1. Tomar en cuenta las dosis menores para los efectos deseados.

3.2.2. Prever los problemas de enfermedades crónicas de larga duración como anemia, obesidad, diabetes, hipoproteinemia.

3.2.3. Ajustar el ingreso nutricional para adaptarlo a las mayores necesidades de proteínas y vitaminas.

3.2.4. Cuando sea posible, complacer las costumbres de los ancianos como el dormir y el comer, uso de alcohol y laxantes.

4. Presencia de enfermedad

4.1. Cardiovascular

4.1.1. Se requiere excesivo cuidado el problema quirúrgico se complica por un problema cardiovascular.

4.1.2. Evitar la sobrecarga del organismo con líquidos (bucal, parenteral, sangre) debido a la posibilidad de insuficiencia congestiva y edema pulmonar.

4.1.3. Impedir la inmovilización prolongada, que produce estasis de los líquidos circulantes.

4.1.4. Propiciar el cambio de posición evitando los ejercicios bruscos.

4.1.5. Observar en busca de hipoxia e iniciar terapéutica.

4.2. Diabetes

4.2.1. Tener conocimiento que la hipoglucemia por ingestión inapropiada de carbohidratos o sobredosis de insulina pone en peligro la vida de la diabetes no controlada.

4.2.2. Reconocer los signos y síntomas de cetoacidosis y glucosuria que pueden ser peligrosos en un procedimiento quirúrgico normal.

4.2.3. Dar seguridad al enfermo diabético de que si la enfermedad está controlada, el riesgo quirúrgico no es mayor que el de las personas no diabéticas.

4.3. Alcoholismo

4.3.1. Prever los problemas adicionales de desnutrición en el paciente alcohólico antes de la operación.

4.3.2. Reconocer que la persona con intoxicación alcohólica aguda es susceptible de lesionarse y puede recibir graves lesiones sin tener conocimiento de ellas.

4.3.3. Prepararse para realizar lavado gástrico en el paciente intoxicado si no puede posponerse la operación; esto puede disminuir las posibilidades de vómito y aspiración durante la inducción de la anestesia.

4.3.4. Observar que el riesgo para cirugía aumenta en el individuo que tiene alcoholismo crónico.

4.4. Enfermedad pulmonar y de las vías respiratorias superiores

4.4.1. La cirugía puede estar contraindicada en el enfermo que tiene infección de las vías respiratorias altas ya que la infección de este tipo puede anteceder a enfermedades más graves como neumonía.

4.4.2. Los pacientes de problemas pulmonares crónicos como el enfisema, bronquiectasia, etc., deben ser tratados varios días antes de la

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