Desarrollo Sustentable: pasado, presente y futuro

Miles de años de historia inagotable y progresiva, saturados de investigaciones, interrogantes, exploraciones y búsquedas grandiosas e incesantes; miles de años de incalculable y excepcional curiosidad sobre el hombre, para conocer su constitución, su funcionamiento, su figura y su condición maravillosa, su estado y su cualidad más prominente y espléndida.

Miles de años de tanto esfuerzo por trazar el límite sobre el que, en su instinto y brillante percepción, sembrara en la tierra lo mejor de su inteligencia y sus pasiones más recónditas, donde no vertiera su lado oscuro sin deteriorar su imagen, sus sueños, sus juicios.

Tanto reunir y dispersar en las especulaciones y teorías de todas las ciencias, artes y religiones; tanta energía y voluntad inagotable en aclarar, discutir y volver a rebatir el por qué el hombre es un huérfano con tantos hermanos, por qué es un ser que decide una y otra vez atacarse a sí mismo y en otras ocasiones sólo escoge olvidarse de su propia naturaleza humana.

Miles de años de historia, para que al final, encerrado en su inestable universo aislado, solo encontrara sentirse malogrado y confundido; lamentando que el desenlace de su destino sea sólo convertirse en una criatura extraña, desconocida e indigente, derrotada en la indiferencia, desbaratada, perdida e incomprendida.

Quería iniciar con este argumento (tomándolo como ejemplo) sobre lo que significa para mí la discutible e increíble problemática del hombre real actual, que es el resultado de todo un pasado tan lleno de expectativas; y plantear a la vez, desde mi punto de vista, un pensamiento crítico frente a esta inevitable decadencia en la que estamos sumidos los seres humanos.

Y es que definitivamente hay que ser críticos frente a esto, es decir, no hay otra opción.

Inicio explicando, a partir de este ejemplo, cuáles son esas ideas o nociones que están establecidas sobre el concepto de pensamiento crítico y cuál es su relación y su influencia en los planteamientos sobre la taxonomía de Bloom. El pensamiento crítico es un elemento tan necesario e indispensable que abarca el proceso positivo del pensamiento y conlleva ciertas habilidades esenciales como: La observación, el descubrimiento, la analogía o comparación, la organización, la caracterización o identificación, la interpretación, el análisis, la evaluación, la inferencia o deducción, la explicación y el control sobre las distintas situaciones. Tiene que ver también con la formulación de problemas, las dudas que estos representan o plantean y la solución creativa o funcional; incluso comprende una fase importante para tomar mejores decisiones.

Como proceso, el pensamiento crítico es un procedimiento con fundamentos hacia la construcción, para formular cuestionamientos vitales, precisos, claros y coherentes acerca de algo particular o general; esto quiere decir que los beneficios de tener un sólido, seguro y bien estructurado pensamiento crítico implica lo individual y lo colectivo, aspectos imprescindibles en el desarrollo de un ideal de sociedad o de un esquema mental estable, capaz de llevar a cabo transformaciones efectivas y prácticas, cambios realmente tangibles y concretos hacia aquello que se quiere lograr específica o globalmente.

A partir de aquí, podríamos deducir que un método de conocimiento como el establecido por Rene Descartes, desde la duda metódica y sus cuatro reglas, puede hacer parte o puede ser utilizado dentro de un proyecto de formación de pensadores críticos en espacios académicos o en objetivos o en competencias educativas.

Es aquí precisamente donde se crea o se construye esa conexión determinante con la Taxonomía de Bloom, la cual traza unos conceptos que se complementan, creando una unidad dinámica con el pensamiento crítico.

Taxonomía

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