Disfuncion Erectil
Enviado por SilviaMtz • 24 de Agosto de 2013 • 1.274 Palabras (6 Páginas) • 274 Visitas
Disfunción eréctil: objetivos e intervenciones
en la consulta de enfermería
MERCEDES MARTÍNEZ PIÉDROLAa, MARIANO CASTRO MOLINAb Y ANTONIO SÁEZ CRESPOc
aProfesora asociada de Enfermería Comunitaria. Departamento de Enfermería. Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia
y Podología. Universidad Complutense de Madrid. Monitora de educación sexual. bMonitor de Educación Sexual. Enfermero del
Centro de Salud Las Calesas, Imsalud. Madrid. cCatedrático de Enfermería Comunitaria. Departamento de Enfermería. Escuela
Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología. Universidad Complutense de Madrid. Madrid. España.
Introducción
El objetivo que nos planteamos en este artículo es
marcar unas pautas básicas de actuación enfermera,
ante una situación de disfunción eréctil (DE) en
atención primaria, dado que la sexualidad ocupa un
lugar esencial en nuestro sistema de valores.
Hay consenso acerca de la importancia del disfrute de
una buena salud sexual, ya que es evidente que la persona
y su entorno entran en crisis cuando “lo sexual” falla1-6.
Se trata de un tema poco abordado4 desde la práctica
enfermera, unas veces por tratarse de una situación
delicada y otras por falta de conocimientos para detectar,
dirigir y encaminar de forma correcta nuestra
forma de actuación.
La DE es la incapacidad para tener una erección o
la dificultad para mantener la rigidez del pene, lo que
impide mantener relaciones sexuales satisfactorias
mediante el coito7-9.
Es un problema de salud pública, que actúa como
marcador de otras enfermedades más graves10. Además,
provoca un gran impacto emocional en el varón,
y afecta a la vivencia de su masculinidad. La relación
de pareja se puede ver alterada y se produce malentendidos,
incomunicación y disputas. La calidad de
vida se se ve afectada por la aparición de una bajada
de la autoestima, sentimientos de culpa y depresión,
que pueden manifestarse a través de síntomas somáticos
o conductas adictivas, como el alcoholismo11.
Alrededor del 16% de los varones de entre 20 y 75
años de edad padece una DE12. En España, la DE se estima
en un 24,6% en los varones entre 40 y 70 años de
edad1. El estudio Epidemiología de la Disfunción Eréctil
Masculina (EDEM)13 y el estudio sociológico presentado
por José María Pomerol14 estiman que casi 2 millones de
varones pueden sufrir una DE en nuestro país. En Estados
Unidos, el Massachusetts Male Aging Study (MMAS)
cifró cualquier grado de DE en el 52% de los varones encuestados,
con edades comprendidas entre 40 y 70 años8.
En México, la prevalencia en varones mayores de 39
años es del 55%15. Para el año 2005, la prevalencia mundial
será de 322 millones de varones afectados12.
Pero aunque este problema afecta a un elevado número
de varones (24-55%), menos del 15% solicita
ayuda para su solución, y cuando lo hace ha transcurrido
bastante tiempo desde la aparición del problema.
Los motivos observados de tan baja cifra de consulta
son, entre otros, los siguientes: pensar que es
normal la DE a partir de una determinada edad, creer
que no hay soluciones reales para este problema, considerar
que el profesional al que se van a dirigir no les
va a entender y otras veces no se atreven a hablar con
su pareja. Los aspectos educacionales también influyen
a la hora de solicitar ayuda ante este problema10.
Los tratamientos disponibles consiguen tasas de
eficacia de un 44-91%16-23; sin embargo, entre el 20 y
el 60% de los varones que inician el tratamiento lo
abandonan4,19,24.
Martínez Piédrola M, et al. Disfunción eréctil: objetivos e intervenciones en la consulta de enfermería
44 ENFERMERÍA CLÍNICA. 2005;15(1):43-9 50
Situaciones que pueden favorecer
la disfunción eréctil
Las situaciones que favorecen la aparición de la DE
son múltiples y con frecuencia se pueden detectar varias
en un mismo paciente9,12,15,18,25-31 (tabla 1).
Se calcula que el 70% de las DE son de origen orgánico16,
y el componente psicológico aparece casi
siempre como consecuencia de la situación inicial.
Las causas psicológicas más frecuentes son: conflictos
de pareja, problemas con la propia imagen, baja
autoestima,
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