EL ABORTO. Gracias, mamá. Gracias por haberme permitido crecer.

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Gracias, mamá. Gracias por haberme permitido crecer. Especialmente porque sé que hay otras parejas que no permitieron que su hijo creciera. Sí, parejas que cometieron errores, parejas que no supieron aceptar las consecuencias de sus actos, parejas que no pudieron ser responsables. Ante todo, muy buenos días profesora y compañeros que están aquí presentes, es un honor dirigirme hacia ustedes y en esta ocasión para hablarles acerca del tema del aborto.

Para comenzar les brindare un concepto. El aborto es la interrupción voluntaria embarazo antes de que el embrión o el feto estén en condiciones de vivir fuera del vientre materno. Desde el año 2007 el aborto es válido en el Distrito Federal, mientras que en los estados de la república mexicana sólo es legal bajo ciertas circunstancias. Estas son: cuando el embarazo es producto de una violación, si el aborto es provocado accidentalmente, cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer, el bebé tiene malformaciones y si el embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida. Con todo esto, aparte se debe realizar dentro de las primeras doce semanas de gestación.

Los casos anteriores tienen razones médicas y psicológicas para sustentar el apoyo al aborto. Por el contrario, yo les planteo una situación muy conocida: Embarazo no deseado en la adolescencia. ¿Es correcto apoyar el aborto en una situación así?

En primer lugar, ¿qué clase de seres superiores a la raza humana se cree esa pareja para decidir quién vive y quién no? Si pudiéramos decidir, vaya que habría muchos asesinatos en este planeta. Y el aborto es eso, un homicidio, un homicidio a tu propio hijo. Y como todo ser humano, merece la oportunidad de crecer, ir a la escuela, tener amigos, casarse, tener hijos, incluso nietos. Merece vivir. Aunque algunas mujeres digan "es mi cuerpo, yo decido qué hacer con él", tienen razón, tienen derecho y libertad de hacer lo que gusten con su cuerpo, pero como todo derecho y libertad, acaba cuando invadimos el de otra persona. Y aquí estamos invadiendo el derecho de vivir de ese bebé. Por lo menos el derecho que todos tenemos de nacer.

Por otro lado, muchos dirán que, dado el poco desarrollo del embrión, no sentirá nada. Yo si a esta edad me enterara que mis padres quieren matarme porque no pueden con la responsabilidad de tenerme, quedaría devastada. Me dolería muchísimo. Y claro, el bebé no pensará ni analizará las cosas de la misma manera que una niña de 15 años como yo, pero de alguna u otra manera lo debe sentir. A mí no me consta que sienta, porque ningún bebé ha vuelto a la vida a contarnos que se siente que te apliquen el aborto.

He sabido de adolescentes que no temen a ser padres, que quieren tener hijos y una familia cuando sean mayores. Pero cuando se encuentran en una situación así, apoyan y aplican el aborto. Me parece extremadamente hipócrita, ya que ¿cómo es posible que alguien que ansía tanto ser un buen padre, cometa la mayor infamia que un padre puede hacer? Matar a su hijo. Y todo porque no era el momento o simplemente no tuvo el valor de hacerse cargo aún.

Y lo peor de todo, es que ese bebé está pagando las consecuencias. Está pagando por un error que no hizo. Los padres no tuvieron el coraje ni el valor para aceptar las consecuencias de sus actos. Se les hace muy fácil abortar y esconder todo, como si no hubiera pasado nada. No están dispuestos a hacer frente a la vida que les espera tras la imprudencia que cometieron. No quieren aceptar que es su responsabilidad hacerse cargo. La joven embarazada no quiere perder unos meses de escuela o incluso todo el año. El joven no quiere ponerse a trabajar y convertirse en un hombre responsable aún. La pareja no desea enfrentarse a sus padres y admitir el error que hicieron. ¿Y por todo eso el bebé debe morir? ¿Por ellos? ¿Para que su vida siga normal y no tengan problemas? Es absolutamente egoísta. Usando la misma analogía, a usted profesora ¿le gustaría que la despidieran de su trabajo porque un compañero suyo cometió una falta? Y aparte, ¿que él siga con su vida normal, como si nunca hubiera pasó nada? Compañeros, ¿no les molestaría que les quitaran la computadora, el celular, las salidas y todo porque un amigo suyo reprobó año? ¿No creen que es injusto que él no pague las consecuencias pero ustedes, quienes no tuvieron nada que ver con lo sucedido, están pagando el castigo? A mí no me gustaría.

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