EL ESTRÉS . Tres tipos de estrés

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA[pic 1][pic 2]

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

Tema: EL ESTRÉS

Culiacán Sin., a 05 de junio de 2013.

Peña Salazar Cinthia Gisella Grado: 1 Grupo: 1

Asignatura: Comprensión y Producción de Textos

Profa: Claudia Elena Guerra Ochoa.

INTRODUCCIÓN

“El tráfico es horrible y llegas tarde al trabajo, tus compañeros te están hablando y el teléfono no deja de sonar, el jefe te grita y va retrasado el paquete de entrega… ¡Qué estrés!... Todos hemos mencionado esta frase en algún momento de nuestra vida…

Lo cierto es que no hay escapatoria para las situaciones de estrés en la vida moderna. Tendemos a pensar que el estrés es malo pero si supiéramos como funciona tal vez podríamos usarlo para aprovecharnos de él.

El ritmo de vida ha cambiado en la época moderna, hace 50 años la gente no hablaba del estrés mientras que hoy en día es un tema candente de conversación.

Pero de lo que quizá no nos hemos dado cuenta es que el estrés en sí mismo no es el problema, lo es nuestra reacción hacia las cosas.

Es curioso, nosotros creemos que el estrés se produce por el exceso de trabajo o la falta de tiempo, pero cuando se escarba lo que le pasa a la gente por dentro descubrimos que esa no es la razón, que las razones son otras, eso explicaré en el presente ensayo.

“Carecer por completo de estrés es estar muerto”…

Todos en alguna oportunidad hemos dicho que nos sentimos estresados, pero realmente muy pocos sabemos qué es realmente el estrés; de hecho al investigar encontramos infinidad de definiciones, cada una de ellas abordan al estrés desde distintos puntos de vista, yo lo puedo concluir como la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes.

Nuestra vida, constantemente nos presenta cambios que nos exigen una adaptación, cierta cantidad de estrés es necesaria para una vida sana, lo que nos demuestra que el estrés no siempre es malo solo que a veces se sale de control y se vuelve incluso hasta perjudicial para nuestra vida.

Generalmente creemos que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad, como ya mencioné, son respuestas fisiológicas de nuestro organismo; cuando la respuesta de estrés se intensifica, nuestra salud, nuestras actividades diarias y nuestra vida en general se ven afectadas; ya que al estar estresados nos sentimos irritados, confundidos, nerviosos, ansiosos, con miedo, se nos dificulta la concentración y el tomar decisiones, preocupación por lo que viene, temor al fracaso, manos sudorosas, insomnio se vienen llantos, tartamudeamos, quizá tendemos a consumir alcohol, tabaco e incluso drogas, entre otros síntomas que no nos permiten ser como normalmente somos.

Pero el estrés no se da solamente ante estímulos negativos (como se cree) se da también ante estímulos positivos; por ejemplo, cuando se hacen los preparativos de una boda, el nacimiento de un hijo, el mudarse a un lugar mejor, etc… Muchas veces, el estrés puede darse por una acumulación de preocupaciones que nos hacen llegar hasta un límite hasta que finalmente, explotamos. La manera en que pensamos e interpretamos un problema afecta nuestro estrés, ya que lo que para nosotros es grave para otros puede ser algo normal o viceversa esto depende del orden que se plantee la persona. Un ejemplo claro de esto es: cuando una mesa esta ordenada y sobre ella hay papeles y demasiadas plumas azules y una sola roja, nos llamará la atención la pluma roja, porque esta fuera del giro, en cambio, en una mesa desordenada no nos fijaremos exactamente en la pluma roja porque todo esta desordenado, algo así pasa en la vida cotidiana, cuando hay algo que sale del orden nos empezamos a preocupar, a ponernos ansiosos.

Vivimos sin orden, como cuando en el ordenador tenemos demasiadas pestañas abiertas al mismo tiempo, queremos hacer todo a la vez, no nos concentramos en nada en concreto y nos colapsamos, es como si nuestro cerebro fuera un embudo que tiene un tope y si lo rebasamos, sufrimos de estrés.

Ante una situación estresante nuestro organismo produce una hormona llamada cortisol, es la sustancia que permite correr más, que el corazón bombee más incluso el no sentir tanto el dolor que nos produce una herida ocasional. Pero, de la misma manera que nuestro organismo segrega cortisol cuando sentimos estrés, existen otras hormonas capaces de relajarnos y producir en nosotros una sensación de bienestar, entre ellas la oxitocina, que se produce en situaciones placenteras muy diversas, por ejemplo, en masajes, una conversación con otra persona, tener relaciones sexuales, etc. En cualquiera de estas actividades se muestra un nivel de oxitocina más elevado y un nivel de cortisol más bajo. La oxitocina es la clave para que confiemos más en nosotros, cuando estamos relajados confiamos en nosotros. Esto se puede ver cuando hacen apuestas, si no te estresas confías en la buena fe y apuestas más.

El estrés se divide en 3 fases: La primera fase es cuando el estrés empieza a cronificarse, cuando la digestión cambia, tienes problemillas con la digestión que te hacen empezar a tomar pastillas, es la primera señal. Luego sigues adelante, sigues y sigues! En algún momento tu cerebro te pedirá algo bueno, es como si te dijera: he trabajado mucho merezco algo bueno y empiezas a fumar, beber, cualquier cosa que te guste, empezaras a consumirlo porque el cerebro pide que lo consientas, esta sería la segunda fase. La tercera fase es cuando enfermas, tienes problemas de memoria, cambios en la personalidad y te enojas más fácilmente, es justo la fase donde puede aparecer la depresión.

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