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Tipos de estrés deacuerdo a sus efectos en el receptor

yomalvarezTrabajo7 de Diciembre de 2014

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introduccion

Vivimos en una época en la cual el ritmo de vida de las personas es bastante rápido. Prácticamente ya no queda tiempo para hacer las cosas. Tareas, trabajos, exámenes, reuniones, entrevistas, compromisos, citas, salidas con los amigos, son eventos que un estudiante universitario realiza constantemente a lo largo de su proceso de aprendizaje.

Sin embargo, cuando empieza a haber una sobrecarga de todos estos sucesos, aparece el estrés. No obstante, lo más importante de todo esto son las consecuencias que este fenómeno trae en la vida de los estudiantes y que repercute en muchos ámbitos, ya sea, académico, físico o psicológico.

El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Los sucesos negativos, daño, enfermedad o muerte de un ser querido, son hechos estresantes, así como los sucesos positivos; Ascender en el trabajo trae consigo el estrés del nuevo status, de nuevas responsabilidades. El entorno se refiere a las condiciones ambientales, como por ejemplo ruidos,

aglomeraciones, demandas de adaptación, etc. Las fisiológicas se refieren a nuestro organismo: enfermedad, accidentes, trastornos, etc. Las amenazas exteriores producen en nuestro cuerpo unos cambios estresantes. Así nuestra forma de reaccionar ante los problemas, las demandas y los peligros, viene determinada por una aptitud innata de lucha o huida, cuando los estímulos que nos llegan son interpretados como amenazantes.

ESQUEMA

Todos en alguna oportunidad hemos dicho que nos sentimos estresados, pero realmente muy pocos sabemos que es realmente el estrés; de hecho al investigar encontramos multitud de definiciones, cada una de ellas abordan el estrés desde diversos puntos de vista, pero la mayoría de ellos coinciden con el concepto dado por Hans Selye (quien es considerado el padre del estrés según varios libros consultados) mismo que define el estrés como “síndrome o conjunto de reacciones fisiológicas no especificas del organismo a diferentes agentes nocivos del ambiente de naturaleza física o química”.

Pero al continuar investigando sobre los estudios que hizo Selye sobre el estrés me encontré con una frase que me llamo notablemente la atención que dice así: “Carecer por completo de estrés es estar muerto”; yo la interprete de la siguiente manera: ya que el estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes y nuestra vida constantemente nos presenta cambios que nos exigen una adaptación, cierta cantidad de estrés es necesaria para una vida sana, lo que

nos demuestra que el estrés no es siempre malo, solo que hay veces en que este se sale de control y es donde se vuelve perjudicial para nuestra salud.

Selye, definió el estrés como una respuesta general del organismo ante cualquier estimulo estresor o situación estresante. No obstante se han realizado múltiples trabajos sobre el estrés que han aportado diversas conceptualizaciones. Una conceptualización más comprensible de estrés, lo definiría como un exceso de demandas ambientales sobre la capacidad del individuo para resolverlos, considerando además las necesidades del sujeto con las fuentes de satisfacción de esas necesidades en el entorno laboral.

Generalmente creemos que el estrés es consecuencia de circunstancias que son ajenas a nosotros, cuando en realidad como mencione antes en el concepto dado por Selye son reacciones o respuestas fisiológicas es decir de nuestro organismo; cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica, nuestra salud, nuestras actividades diarias y nuestra vida en general se ven afectadas; ya que al estar estresados nos sentimos irritados, nerviosos, confundidos, con miedo, ansiosos, se dificulta la concentración y tomar decisiones, preocupación por lo que viene, temor al fracaso, olvidos, tartamudez, llantos, reacciones impulsivas, risa nerviosa, aumento o disminución del apetito, aumento del consumo de tabaco, alcohol o drogas, manos sudorosas, dolores de cabeza, espalda, cuello y estomago, dificultad para dormir, palpitaciones, boca seca, y otros síntomas que nos impiden ser como somos

normalmente.

Pero el estrés no se da solamente como una respuesta ante estímulos negativos (como se cree) también se da ante estímulos positivos que nos crean una intensa emoción a la vez; por ejemplo vemos el estrés que se crea al realizar una boda, al nacimiento de un nuevo hijo, al mudarse a un lugar mejor, etc. Y muchas veces el estrés puede darse por una “acumulación” de preocupaciones, que nos hacen llegar hasta un límite, hasta que finalmente “explotamos”. La manera en que interpretamos y pensamos un problema afecta nuestro estrés, ya que lo que para nosotros puede ser muy grave para otros es normal, o viceversa, por ejemplo un alumno que en la universidad solo obtiene notas que van del 8.5 al 10, y de repente obtiene un 5 lo va a considerar como un gran problema que va a bajar su promedio de notas bajando sus posibilidades de obtener una beca, pero para otros puede significar una nota más del montón y otros lo verán como un reto personal para poder subir esa nota en la próxima oportunidad.

Nuestra situación de salud y bienestar también van a afectar nuestro nivel de estrés ya que una persona que siempre está agobiada, duerme poco y no come bien, será más propensa a estresarse y no podrá salir tan fácil de ese estrés. Por eso la clave está en que logremos equilibrar descanso, alimentación, ejercicio físico, trabajo-estudio y ocio.

GENERALIDADES

Hay muchos casos que se ven a diario en el ambiente universitario que reflejan este tipo de actitudes. Por ejemplo, cuando un estudiante siente ansiedad súbitamente porque

le dicen que la próxima clase tiene un examen, o cuando siente rabia porque le habla a sus amigos y no le responden, o cuando se enoja con ellos por pequeñeces y cosas sin demasiada importancia, o simplemente cuando siente temor porque se le acusa de algo que no ha cometido. Del mismo modo, hay otras señales de alarma al estrés, entre las que podemos mencionar el sentimiento de fracaso, la pérdida de confianza, la tristeza, los sentimientos de culpa, la frustración, la indecisión, la intranquilidad y hasta pensamientos sobre la muerte y pérdida de interés en la vida. Podría decirse que estos efectos psicológicos pueden ser los síntomas clásicos de una enfermedad mental. Eso es cierto, aunque podría pensarse que en algunos casos esa enfermedad mental es una respuesta emocional extrema al estrés. Por último, se aprecia que este tipo de reacciones pueden llevar a que el estudiante tome decisiones fatales y también le afectan en sus labores académicas.

Como ya lo he venido mencionando antes, todos estos efectos del estrés se ven reflejados en la vida académica del estudiante. Si no se tiene un adecuado control del estrés, este puede hacer que el desempeño del estudiante no sea el mejor. El siguiente es un caso simulado parecido al que se muestra en una fuente consultada:

Alan, un estudiante de Economía y Negocios Internacionales debe presentar el examen final del curso Álgebra y Funciones, sino pasa este examen, no aprobará el curso y por lo tanto deberá repetirlo por tercera vez. Ha estado estudiando toda una semana para poder

pasarlo. A la hora del examen, se siente muy nervioso, el estómago le cruje, el pulso se le acelera, le sudan las manos, se le seca la boca, siente ganas de ir al baño y el corazón le late en forma acelerada. Nicolás presenta el examen en estas condiciones.

Después, va a reclamar los resultados del examen y se da cuenta de que lo ha perdido y que deberá de hacer este curso nuevamente si es que quiere llegar a ser un profesional. ¿Por qué perdió el examen si había tenido una muy buena preparación?

La respuesta es muy sencilla: por el estrés. Si Alan se hubiera controlado y tranquilizado a la hora de presentar su examen, lo más probable es que hubiera podido presentarlo fácilmente, sin ningún bloqueo mental, acordándose de todo lo que estudió y a lo mejor lo hubiera ganado. Un mal manejo de una situación estresante puede traer repercusiones muy graves en la formación profesional de una persona. Seguramente, esto le habrá pasado a muchos estudiantes, y es por la sencilla razón de no saber controlar su propio estrés.

A pesar de todo esto, el estrés no siempre trae consecuencias desfavorables. También es visto como la presión que ayuda a enfrentar y superar situaciones desagradables o dolorosas, haciendo que la vida valga la pena. No se puede vivir sin estrés porque es una fuerza que impulsa a los seres humanos en sus vidas. Por ejemplo, el estrés que produce una competencia, debido a que activa lo óptimo de las capacidades de una persona ya sea en el estudio, en el trabajo o en el deporte; o la sacudida que produce la molesta alarma

del despertador, porque es una motivación para que la gente madrugue a estudiar, prepararse y vivir un día más de su vida; o el interés por cumplir los objetivos que alguien se ha propuesto cumplir; o soportar una larga fila para luego poder disfrutar de un suculento almuerzo. Todas estas actividades implican algún nivel de estrés, sin traer consigo consecuencias desfavorables para las personas que las viven.

Una cierta cantidad de estrés no es mala, ya que permite enfrentar los desafíos y mantenerse motivado. Pero cuando los niveles aumentan bruscamente, nuestra capacidad de enfrentar la situación se interrumpe y es aquí donde las consecuencias no suelen ser las mejores.

Preguntas

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