ENTREVISTA A UN INVESTIGADOR IMC

Animales y plantas en su proceso de supervivencia y reproducción han evolucionado y adaptado su conducta y hasta su fisiología, señaló el doctor Carlos Cordero Macedo, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, al resaltar la importancia que tiene hoy en día la ecología conductual.

Al participar en la Novena Semana del Biólogo que lleva a cabo la Escuela de Biología de la BUAP, con la conferencia “Conflictos en la Naturaleza”, después de recordar los fundamentos principales de la Teoría de la Evolución de Darwin con el proceso de adaptación, explicó la conducta que asumen animales y plantas para sobrevivir y cómo algunas especies tienen que apoyarse en otras para lograrlo.

En este proceso tiene que haber un beneficio y una contribución. Puso como ejemplo a la Begonia gracilis, una planta que produce flores femeninas y masculinas, por lo que requiere de un tercero para llevar a cabo su reproducción.

Ante estudiantes y académicos de Biología, comentó que la Begonia gracilis es analizada en uno de los espacios que la UNAM tiene en el Pedregal de San Ángel, donde se detectó que al iniciar la época de floración, sólo produce flores masculinas, que por su alto contenido en polen, atraen a las abejas rastreadoras.

Con esta acción, motivan la visita de esta población de insectos a los que engañan para que se paren por igual en las flores masculinas y femeninas (éstas últimas no producen polen) y lograr así la fertilización que requieren.

Para que este proceso tenga éxito, las flores masculinas tienen que producir más polen y la planta mantener un equilibrio de su población femenina, para no ahuyentar a los insectos que sólo buscan este polvillo y sólo se paran donde lo encuentran.

Por su parte la doctora Palestina Guevara Fioré, académica de la Escuela de Biología durante su conferencia “Selección sexual de los animales”, habló de los costos energéticos que para muchas especies tiene la reproducción y la selección que hacen para lograr mejores resultados y un mayor aprovechamiento.

Comentó el estudio que realizó en el comportamiento sexual de los guppy (Poecilia reticulata), una especie de peces pequeños que gastan mucha energía en el cortejo y el apareamiento; seleccionan a la pareja más por el olfato y prefieren a las hembras que son más grandes para reproducirse.

Aclaró que el cortejo es un comportamiento que puede ser innato en las especies, ya que muchas de ellas pueden o no aprenderlo a través de la observación y llevarlo a cabo.

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