Educacion
rudiperez9 de Abril de 2014
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lINTRODUCCION
La frecuencia de sucesos de violencia e intimidación, se hacen notorios cada vez más, de ello dan información los medios de comunicación social y como se va haciendo más frecuente también se va extendiendo de la calle a otros entornos Siendo así, este tipo de violencia en los niños, entre los niños y contra el centro escolar, debe ser visto con atención y real interés, por cuanto según las bibliografías reseñadas en este concepto, sino se atiende a tiempo las consecuencias para estos niños podrían ser devastadoras, por lo que deben buscarse alternativas de solución. En este sentido el propósito de este trabajo, es proponer la mediación como estrategia para abordar los comportamientos violentos de los niños más vulnerables, tales como la escuela. Esta, (la escuela) no es tan solo el espacio físico para las relaciones de enseñanza aprendizaje, es un espacio para las relaciones interpersonales, que muchas veces se manifiestan en forma violenta.
Título del Anteproyecto: “ LA MEDIACIÓN COMO ESTRATEGIA O ABORDAJE DE LA
VIOLENCIA ESCOLAR
Descripción del Problema
La Violencia es una actitud de conducta que manifiesta el ser humano ante situaciones que provocan una amenaza o daño físico y psicológico a él o cualquier miembro de la comunidad escolar. En este sentido la violencia es una acción ejercida por una o varias personas, en donde se somete de manera intencional al maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o grupo social. En el caso de la violencia escolar, estas acciones ostentan una directa intención dañina contra algún integrante de la comunidad escolar, alumnos, profesores, directores, padres o personal subalterno. De acuerdo a lo antes expuesto, la violencia escolar se contextualiza en el Proyecto Educativo Integral Comunitario (PEIC) y en toda la dinámica educativa, ya que es un problema que se genera por las carencias que se presentan en cuanto a las necesidades socio – cognitivas y socio - afectivas de los niños y niñas. Lo cual se ve reflejado en el rendimiento, en las relaciones interpersonales de rechazo hacia los estudiantes violentos. Visto de esta forma las actitudes que presentan los niños y niñas, mostrándose pocos corteses, agresivos y violentos principalmente en cuanto a sus capacidades de convivencia y comportamiento dentro y fuera de la escuela, generan problemas de violencia escolar; manifestando conductas tales como: poca atención a las instrucciones y explicaciones, no realizan las actividades por estar pendiente de lo que hacen los demás, niños que dentro del aula gritan, pelean, golpean al niño más cercano, le rompen el cuaderno, le quitan sin permiso los lápices, creyones, no respetan las normas de convivencia establecidas, constantes agresiones físicas y verbales hacia y entre los compañeros, irrespeto a las normas de convivencia, apatía hacia el estudio, indiferencia ante el sufrimiento humano; están pendientes de los demás para hacerles constantes burlas en las que buscan ridiculizar a los otros, la utilización de palabras lascivas que los menosprecian; es decir, los valores de la tolerancia y el respeto hacia los demás muy pocas veces lo ponen en práctica; lo que genera situaciones de violencia constante entorpeciendo en la mayoría de los casos el trabajo escolar en sus diversos momentos, durante las actividades escolares y extraescolares entre los compañeras, compañeros y en algunos casos contra los profesores; ya que, sus acciones están dirigidas a llamar la atención con diferentes actitudes, tales como: sabotear el trabajo del otro; en las horas de receso, entradas y salidas y en las formaciones en la que se están empujando, golpeándose y abriendo los bolsos. Observándose esas mismas conductas en su entorno. Desde este punto de vista, la violencia escolar se le otorga a diversas causas que pueden ser: de tipo Individuales, Familiares y Sociales; entre las cuales se señalan: el carácter difícil, oposicionistas ante las demandas de los adultos, niños maltratados que se convierten en maltratadores o niños con falta de afecto, autoestima baja e inseguridad, desintegración familiar, falta de valores, pobreza extrema, influencia de los medios de comunicación, falta de límites en el hogar, abandono, integración en bandas identificadas con violencia, el ocio, falta de comunicación, discriminación, depresión, stress, trastornos psiquiátricos desconocimiento de vías para resolver problemas, maltrato infantil y la incapacidad para resistirse a ciertos estímulos. Del mismo modo están los que presentan una conducta agresiva, tienen dificultades para el autocontrol; lo que trae como consecuencias el rendimiento escolar poco satisfactorio, frustraciones, lesiones físicas leves y graves, baja autoestima, delincuencia, homicidios, problemas psicológicos, deserción escolar, exclusión o sentimiento de exclusión, niños o jóvenes que buscan tomar el poder como forma de defensa produciendo a sus compañeros o así mismo lesiones físicas y mentales , dificultad para ponerse en lugar del otro, problemas psicológicos, fracaso escolar e inadaptación a la escuela, consumo de alcohol y drogas, conductas antisociales, comportamientos delictivos.
ANTECEDENTES
De la revisión bibliográfica efectuada sobre violencia-agresividad escolar, se reseña:
A nivel Internacional
En el Reino Unido, entre 1991 y 1994, se realizó una investigación para evaluar la eficacia de diferentes intervenciones educativas, en relación con la violencia-agresividad escolar (Smith 1998). Este trabajo se hizo en 23 colegios de la localidad de Sheffield, tanto a nivel de primaria como de secundaria. Los instrumentos administrados fueron la entrevista y el cuestionario. Los resultados señalan muchos indicadores de agresión y violencia.
En 1995 en Sevilla, España, se puso en funcionamiento el Proyecto Sevilla Anti- Violencia Escolar (SAVE), para profundizar el problema de los maltratos entre compañeros de las escuelas primarias de escolaridad obligatoria. Para ello se entrevistaron 4.216 alumnos , entre 8 y 18 años y 303 docentes, a quienes se les aplicó un cuestionario diseñado para ello (Ortega R, 1995). Los resultados mostraron que la presencia de abusos y maltratos en estas escuelas, eran semejantes a los encontrados en informes internacionales:
Indisciplina, falta o exceso de autoridad, destructividad escolar, vandalismo, pequeños y medianos hurtos, etc.; recomendando la elaboración y desarrollo de programas de educación en valores, gestión democrática de la convivencia y de orientación escolar, para atender los alumnos inmersos en problemas de malos tratos víctimas-victimarios y/o agresores-agredidos, así como los que estaban en situación de riesgo.
En Argentina, Cervone, Luzzi y Slapak (2000), reseñan una investigación realizada en la provincia de Buenos Aires, en el servicio de psicología clínica de niños, para detectar conductas violentas en niños de 6 a 12 años asistentes a ese centro a quienes se les administró un test de 24 ítems adaptados del Child Behavior Checklist de Achenback y Edelbrock. Los resultados indicaron que el grupo de niños entre 6 y 10 años que asisten al centro por problemas de conducta, se podrían acentuar al comenzar la escolaridad. Se en este trabajo, que entre las posibles causas de estas manifestaciones violentas estaban: conflictividad entre los padres, ausencia del padre en el hogar, la baja tolerancia de los maestros a las situaciones conflictivas en el aula, entre otros...
A nivel nacional
La violencia escolar se anida en lo que parecen burlas inocentes donde germinan agresiones físicas y psicológicas que pueden marcar una vida en proceso de crecimiento. No es un juego lo que ocurre en el recreo. Estos hechos se asocian a problemas de disciplina, conflictos entre profesores y estudiantes, destrucción de instalaciones, maltrato entre compañeros, burlas ofensivas y el acoso conocido por el término en inglés "bullying", que tiene su relación en el clásico "chalequeo", cuando implica la reiterada humillación y el uso de descalificativos. En el informe Somos noticia, presentado por Cecodap, organización que orienta en la protección de derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA), se monitoreó la prensa desde octubre de 2009 hasta septiembre de 2010, y detectó que la violencia escolar representa 9% en las formas más frecuentes que sufre esta población. "Hay que diferenciar un incidente de disciplina escolar de un delito. En estos casos las autoridades, la escuela y los padres deben acudir a los órganos de protección de niños, niñas y adolescentes para que se tomen las medidas legales", explica Carlos Trapani, coordinador del programa Buen Trato de Cecodap. Trapani destaca que la violencia externa es un factor social que se reproduce en la escuela: "Tenemos un entorno violento, un discurso violento, unas relaciones violentas y la escuela no es una isla. Es inevitable que esto impacte dentro de las instituciones". Soy diferente. Una agresión verbal puede doler más que un golpe y más si se mantiene en el tiempo. Crear calumnias, esparcir rumores o chismes, hacer comentarios racistas, clasistas o sexistas, xenofóbicos y en especial criticar a la gente que es o luce diferente, es violencia. Según un diagnostico hecho por Cecodap en 32 instituciones educativas, dentro del perfil psicosocial de las víctimas, los niños y niñas con características físicas que los diferencian del
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