El Cuidador. Saber Cuidar Y Cuidarse
moleiro21 de Julio de 2011
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El cuidador. Saber cuidar y cuidarse
COMO DEBE CUIDARSE EL CUIDADOR
En la actualidad el cuidado de las personas dependientes mayores o no, es una de las actividades que más estrés genera a la familia. Esta situación impone un cambio en los roles familiares ya que no sólo se sustituye a la persona que llevaba a cabo una serie de tareas dentro del hogar y que por su mala situación de salud no puede realizar, sino que además es necesario encontrar dentro de ella, personas que asuman el cuidado del anciano, que son los llamados "cuidadores".
¿Quiénes son los cuidadores?
El cuidador es la persona que asume la mayor parte de las tareas relacionadas con el cuidado de la persona mayor dependiente y que permite la satisfacción de sus necesidades materiales y emocionales. Este es llamado cuidador principal o primario.
Los cuidadores principales son por lo general mujeres: en primer lugar están las hijas, seguidas por las esposas y luego las nueras, hermanas, etc. Se encuentran en un rango de edad de 40 a 60 años y su estado civil es casado.
¿Por qué se afectan los cuidadores?
El cuidador se afecta desde el punto de vista físico, psicológico, social y económico.
La afectación física está dada por:
• Agotamiento físico por la excesiva cantidad de tareas que asumen estas personas.
• Sensación de fatiga y cansancio motivada por la falta de sueño debido a los trastornos de conducta y otras alteraciones que pueden presentar las personas cuidadas.
• Esfuerzo físico que realizan cuando los pacientes tienen afectada la movilidad.
• Descompensación de enfermedades crónicas que padece el cuidador, por abandono de tratamiento médico y cuidados propios, por dedicar todo su tiempo al anciano.
La afectación psicológica se refiere a:
• Aparición de sentimientos negativos en el cuidador.
• Se producen con frecuencia alteraciones afectivas como depresión y ansiedad.
Los sentimientos que experimenta la cuidadora son reacciones lógicas que se corresponden con la situación de cuidar, que a veces es dura y difícil.
• Es importante y positivo reconocerlas porque les va a ayudar a entender lo que les está pasando.
• En general, las mujeres suelen sentir mucho las emociones y sentimientos. Esto es positivo, pero no han de perderse ni agobiarse con ello.
• Las reacciones emocionales más frecuentes en las personas cuidadoras son:
- Tristeza: A medida que va evolucionando la enfermedad se va apoderando de la cuidadora un sentimiento de tristeza al comprobar que la persona a la que quiere ya no es lo que era. Sin embargo, a pesar de lo doloroso de la situación, debe sobreponerse e intentar dejar de lado esta terrible amargura, ya que, le impedirá vivir y disfrutar los momentos felices que aún pudiera tener.
- Enfado: Es otro de los sentimientos más comunes que surgen en la vida de una cuidadora. El hecho de enfadarse con facilidad surge normalmente cuando debido a la enfermedad del familiar, la persona cuidadora comienza a notar el desgaste físico y psíquico del tener que cuidar: "¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?" o "¿Por qué nadie me ayuda?".
- Depresión: En diferentes ocasiones los pacientes al cuidado de un familiar presentan enfermedades con unas características que producen en los allegados y cuidadores principales tristeza, desencanto, desilusión, apatía, insomnio, fatiga general, etc., que conducen a la depresión.
- Soledad: La persona cuidadora experimenta como poco a poco se va alejando del resto de las personas y se va cerrando cada vez más en su burbuja, dedicándose únicamente al enfermo/a. Va dejando muchas cosas en el camino: familiares, amigos/as, profesión,... y no se siente capaz de entablar nuevas amistades. Una manera de ahuyentar la soledad es que la familia procure permanecer unida e intentar relacionarse con otras personas.
- Culpa: Muchas personas se torturan pensando cuál es la causa por la que su familiar se encuentra en esa situación y recuerdan, con frecuencia, algún hecho negativo o alguna discusión con el enfermo/a, haciéndoles sentir mal y culpables por haber actuado de tal o cual manera. Cuando esto sucede, hay que quitar esa idea de la cabeza, para ello, es importante la información sobre la enfermedad.
Otro motivo del sentimiento de culpa es debido a que la persona cuidadora, en alguna ocasión, piensa que la enfermedad le ha arruinado su vida, haciendo al enfermo/a responsable del fracaso de su matrimonio, de tener que abandonar su trabajo, etc. Estas ideas aparecen, especialmente, cuando la persona se encuentra agotada o cuando se irrita por alguna conducta irracional del enfermo. Si se piensa esto constantemente, la persona cuidadora debería sincerarse y analizar seriamente si está preparado para afrontar la situación y para encargarse del cuidado del enfermo/a. Una vez que se haya reflexionado con tranquilidad será posible tomar la decisión más acertada: internarlo en una residencia, que se ocupe de él/ella otra persona o familiar, o solicitar más ayuda.
Salir con los amigos/as, divertirse, también crea, en algunas personas, sentimientos de culpa que pueden aumentar a medida que el enfermo/a va empeorando. La persona cuidadora llega a la conclusión de que lo está haciendo mal, sin reflexionar que el deterioro es inevitable.
La afectación social:
• Se reduce su participación en actividades sociales, laborales, culturales y recreativas por disponer de poco tiempo.
• Se afecta la dinámica de la familia por recibir poco apoyo de otros miembros y por disparidad de criterios acerca del manejo y cuidado del anciano.
• Surgen dificultades en la relación con la pareja por dedicar demasiado tiempo al cuidado del anciano.
La afectación económica consiste en:
• Se reduce la economía debido a la cantidad de recursos destinados al cuidado, aseo y alimentación del anciano.
• En muchas ocasiones el cuidador se ve obligado a abandonar su trabajo para dedicarse al cuidado del anciano, reduciéndose sus ingresos.
¿Qué es el sentimiento de carga del cuidador?
Es la percepción del cuidador de la repercusión que tiene en su vida material y emocional, el cuidado de la persona mayor dependiente.
¿Todos los cuidadores experimentan sentimiento de carga?
El sentimiento de carga varía de cuidador a cuidador en función de diferentes variables que se pueden agrupar en 5 aspectos:
• Las relacionadas con las características del cuidador como: edad, sexo, ocupación, nivel educacional, parentesco con el anciano, experiencia anterior como cuidador, estilo de afrontamiento a situaciones difíciles, entre otras.
• Las relacionadas con las características de la persona cuidada como: grado de dependencia, estado mental, estado físico, presencia de conductas difíciles, estado emocional, etc.
• Cantidad y complejidad de las tareas a llevar a cabo por el cuidador.
• Recursos materiales y económicos de que dispone.
• Apoyo instrumental y emocional que recibe de otros cuidadores.
¿Qué sentimientos negativos pueden aparecer?
• Ira
• Culpa
• Soledad
• Angustia
• Inseguridad
• Resentimiento
• Frustración
• Tristeza
• Vergüenza
¿Qué hacer con estos sentimientos?
• Aceptarlos
• Expresarlos
• Controlarlos
¿Por qué se cuida a los ancianos?
Existen diferentes motivos para cuidar a una persona mayor dependiente como son:
• Por amor filial.
• Por reciprocidad.
• Por responsabilidad moral.
• Por evitar sentimientos de culpa.
• Por motivos económicos.
• Por aprobación social.
¿Por qué cuidarse así mismo?
Si el cuidador se cuida él mismo más apto se encontrará para realizar su labor, su mayor bienestar redundará en una mayor calidad del cuidado que ofrece y una mejor calidad de vida de la persona cuidada.
Cuidar a una persona mayor dependiente es una tarea duradera, generalmente dura años, por lo que para llegar al final, satisfecho con la labor realizada, es imprescindible tomar una serie de medidas con relación a sí mismo reconociendo su papel decisivo en la vida de la persona cuidada.
¿Qué significa cuidarse?
• Buscar el apoyo de otros, sean familiares o no.
• Informarse acerca de los problemas de salud que padece la persona que se cuida.
• Consultar su propio malestar con algún profesional.
• Dejarse ayudar.
• Cuidar de la salud propia.
• Tomar descanso oportunamente.
• Dormir lo suficiente.
Consejos para el cuidador:
No abarque usted sólo el cuidado de la persona mayor. Desde el principio solicite la cooperación de otras personas.
No se sienta culpable de no haber dado al anciano los cuidados que merece. Mañana lo hará mejor.
No centre su vida en el cuidado del anciano.
Comparta su tiempo con otras tareas también importantes para usted.
No piense que es usted el único que sabe cuidar al anciano.
No pretenda que los otros cuiden al anciano igual que usted.
Culpe siempre a la enfermedad y no al enfermo de sus manifestaciones y conductas inadecuadas.
Acepte el rol de cuidador como una obra realmente humanitaria. Sepa que la vida del
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