El desarrollo motor del niño
Enviado por yarelimontalvo • 31 de Octubre de 2015 • Resúmenes • 678 Palabras (3 Páginas) • 232 Visitas
EL DESARROLLO MOTOR DEL NIÑO DESDE EL ESTADO PRENATAL HASTA LA ADOLESCENCIA
El desarrollo físico y psicomotor en el ser humano, requieren especial atención en los primeros años de vida, ya que en este tiempo se va a llevar a cabo un desarrollo que podrá repercutir en sus funciones motrices en todas las etapas de vida.
El recién nacido presenta inmadurez en las reacciones a las estimulaciones que reciba, y poco a poco irá controlando sus movimientos musculares hasta llegar a la autonomía. El control motor, dependerá del correcto funcionamiento de las estructuras nerviosas y musculares, así como de otros factores del desarrollo.
El crecimiento está dado por modificaciones de tipo cuantitativo en las diferentes partes del cuerpo y produce la aparición de nuevas entidades funcionales.
El desarrollo lleva una secuencia, esto quiere decir, que en cada etapa el infante adquiere cierta madurez que va a permitir la aparición de una función después de la otra. A medida que el niño crece su aprendizaje se basa en transformación y adaptación de movimientos anteriormente adquiridos. Una adquisición motriz, está basada en controles motores previos que se completan, se modifican o especializan.
A lo largo del desarrollo prenatal, el feto cumple su evolución en varias fases. A partir de las primeras 9 semanas, comienzan a aparecer las primeras uniones neuromusculares que van a permitir el paso de impulso nervioso hacia el efector muscular. Hacia los 6 meses el feto ya posee cierta maduración la cual le permitiría, si el parto se adelantara, sobrevivir dentro de una incubadora. Las características de un niño prematuro no difieren mucho del nacido a término, aunque puede presentar retardo motor, éste es proporcional a su grado de prematuridad e inversamente proporcional a su peso al nacer.
En el nacimiento y en las semanas que siguen se manifiestan respuestas motrices o reflejos las cuales indican la normalidad neurológica y van desapareciendo con el tiempo para dar paso a los movimientos voluntarios. Los actos reflejos e involuntarios se llevan a cabo gracias a la maduración del sistema nervioso y por consecuente al desarrollo motor.
El desarrollo proviene de factores genéticos, los cuales considerados los responsables del potencial biológico, así como de factores ambientales, como, factores sociales, emocionales y culturales que interactúan entre sí de forma dinámica y modifican de forma significativa el potencial del crecimiento y desarrollo (Thelen, 1989).
Los factores hereditarios pueden dar pauta para prever la conducta, lo que indica que están muy implicados en el desarrollo. Así mismo, pueden basarse en las secuencias madurativas que siguen dicho desarrollo y que se rigen por dos leyes fundamentales de la maduración: la ley de progresión céfalo-caudal y la ley próximo-distal. Así, el control motor de la cabeza se obtiene antes que el de los brazos y el del tronco, y éste se logra antes que el de las piernas (secuencia céfalocaudal). De igual forma se domina la cabeza, el tronco y los brazos antes que la coordinación de las manos y los dedos (secuencia próximodistal) (Illingworth, 1985; Nelson, Vaughan y McKay, 1983).
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