El perfil del hombre y la cultura en Mexico (2 capitulos)

El perfil de la cultura

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Haciendo énfasis en el punto ya antes mencionado de, la mimetización cultural europea. Cabe recalcar el mal asimilamiento miento que sufrió por parte del mexicano, nosotros no asimilamos  la cultura europea de acuerdo a nuestras necesidades y abordando la realidad mexicana. Obviamente, esto desencadeno un mal alcance cultural y como resultado la antítesis del “mexicanismo”; el europeísmo. Ambos extremos se encuentran en una posición equivocada, pues ni es el nacionalismo excarcelado, ni el extranjerismo exaltado. Lo correcto es autoanalizarnos como mexicanos, haciendo de lado el ego y orgullo, y en realidad conocernos. Conocer la verdadera esencia del mexicano.

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El analizar nuestra cultura en sociedad requiere seguir un proceso científico. Desgraciadamente nuestro concepto de ciencia ha sido tergiversado. Haciendo eco del positivismo se ha hecho con la idea de una ciencia que trabaja únicamente sobre la experiencia, dejando a la investigación como un simple cumulo de documentos. Esto resultando en una ignorancia científica y perjudicando en cómo se obtienen los conocimientos, por lo tanto no es posible entender de una manera objetiva lo que es cultura. La cultura es humana, no es solo un cumulo de conocimiento, sino como vivimos y lo transformamos en las situaciones que se plantean a lo largo de la vida. La cultura viene del alma. “La cultura es una función del espíritu, destinada a humanizar la realidad” (Ramos, 1934, p.94)

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Al comprender a la cultura como algo que viene del alma, que es del espíritu, también es necesario saber cómo es nuestra alma. Conocernos es primordial si pretendemos crear una cultura. Al conocernos sabremos nuestras posibilidades y limitaciones, y así nos orientamos de manera correcta en la asimilación de la cultura europea. Así como también penetrar la cultura y no mantenernos flotando superficialmente sin comprenderla más profundo. Sin olvidar que la cultura es una cualidad inherente de la vida, y esto debería ser inculcado en la educación. Es necesaria una educación orientada hacia la voluntad e inteligencia.

El perfil del hombre

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Es en el hombre donde radica la cultura. Pero es necesario conocer en qué condiciones se encuentra este, siendo más específicos; su espíritu. De esta manera será más atinado el resultado del análisis de cultura en México. Es el hombre quien nutre la cultura y está en las sociedades quien se encargue de esto. Las minorías cultas, que lejos de presentarse como guías de este caos, suelen ser sus actividades individualistas e indiferentes el ejemplo de su vaga participacion en la sociedad. Por otro lado, insisten los nacionalistas, que incultos e impreparados^[a] buscan definir el mexicanismo, de acuerdo a la visión “pintoresca” de pueblo mexicano.

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El mexicano está siempre en relación con su ambiente, y este no ha sido el propicio para el buen asimilamiento de la cultura, la correcta disciplina; consiente y reflexiva. Un ambiente de incertidumbre y violencia. Con todo esto el hombre no ha sabido dibujar esa línea que delimite el desarrollo de sus cualidades potenciales hasta el límite máximo de su perfección y obtener así una prefiguración ideal de lo que es capaz de hacer. El mexicano debe librarse de esa fuerza interior que no le permite conocer su alma, sin importar cuales sean los obstáculos para lograrlo.  Si buscamos ser sinceros es necesario pretender menos la originalidad y buscar más el perfeccionamiento.

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La cultura debe ir siempre apegada al humanismo. Aunque la educación mexicana este poseída por la idea de educación práctica, es necesario exigir sea más humanista. Es necesario para así evitar la mecanización del individuo. Mas no olvidar que el individuo no es una sola clase, y la diferencia de estas ha provocado conflictos entre ellas. La técnica es el arma de civilización que ha servido para educar a las masas y tratar de homogenizar las clases.  Es inevitable que nosotros como civilización nos movamos al ritmo de otros países junto con su técnica. Mas sin embargo es prudente que tomemos conciencia y evitemos la mecanización total del hombre.

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