Embarazo Adelecente

En reiteradas ocasiones nos hemos encontrado en la calle con chicas de trece años gestantes o bien con un recién nacido en brazos y es inevitable pensar el porqué de esta situación y quien es el responsable de que una joven se enfrente a algo tan complejo y transcendental como es traer un hijo al mundo. ¿Es responsabilidad de sus padres, pues, no tuvieron la capacidad de comunicar e informar sobre los métodos anticonceptivos, sobre como conseguirlos o simplemente crear un ambiente de confianza para hablar de algo tan simple y tan antiguo como es el sexo; que muchas veces es visto como un tema “tabú” y muchos padres prefieren omitirlo? ¿Será responsabilidad del Estado, por no tener una técnica que se prepare al adolescente, con expertos capacitados para tratar con él? ¿En Chile no hay un conocimiento sexual asertiva, o que la educación sobre sexo que se comparte es retrograda y confusa? ¿O escuetamente el adolescente, no posee interés de cuidarse, hace caso omiso a todo lo anterior, puesto que simplemente vive el momento o ve que el hecho de embarazarse sea cambio positivo en su vida? Si es así, estamos hablando de que hay que hacer un cambio radical en nuestra humanidad porque, ya no hablamos de un grupo etario, sino que es hablar de nuestra idiosincrasia como país.

Con este escrito quiero aclarar y expresar una y cada una de las interrogantes que se planteó anteriormente, conocer las causas y buscar un recurso o quizás una visión más conciliadora entre estos factores.

El embarazo a temprana edad es un significativo reto para las políticas de salud, debido a que es una de las principales razones de deserción escolar, en la mayoría de las casos lleva a un estanco en la escala socio-económica y además a que se forme un círculo vicioso, ya que, hay más probabilidad de que una joven sea madre adolescente cuando su progenitora lo fue. Los expertos en la materia concuerdan que las causas que inciden en el embarazo adolescente pueden ser enumeradas en las siguientes: Desapego de las figuras paternas, aproximación a los pares, interés por el sexo opuesto, inicio temprano de la actividad sexual, poco o nulo conocimiento sobre métodos preventivos eficaces y poca educación sexual por parte de los padres o del liceo, colegio o escuela en donde se instruye el o la joven, no existen lugares confidenciales donde los jóvenes puedan asistir para prevenir un embarazo, esto conlleva que el adolescente sienta vergüenza o miedo a la hora de solicitar un anticonceptivo, nivel socio-económico al cual pertenezca el o la joven, oportunidades de desarrollo personal, laboral y social, esto incide especialmente en las mujeres.

En lo que educación sexual respecta, muchos concuerdan en que hay que entregar una enseñanza efectiva, sin tabús y que verdaderamente responda las interrogantes de los jóvenes. Sin embargo, el jaleo está en quién debe entregarla, porque los progenitores tienen la noción de que son los docentes quienes tienen una formación que los capacitaría para llevar a cabo mejor este rol. Pero por otra parte, los educativos sostienen que son los padres quienes se deben tratar el tema, ya que ellos pueden y deben hablar, educar e informar a sus hijos; pero a la hora de que una joven se convierta en gestante, ella necesitaría de un ambiente de confianza que solo los padres podrán dárselo. En antagonismo a los docentes, los expertos sostienen que la educación sexual debe estar a cargo de los

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