Ensayo industria 4.0

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La industria 4.0 o cuarta revolución industrial se basa en el Internet de las Cosas, Big Data, inteligencia artificial, impresión 3D, Cloud Computing, realidad virtual y aumentada o robótica. Esto supone la transformación digital de la industria, las empresas y la sociedad. [pic 2]

A priori se cree que la irrupción de estas nuevas tecnologías tiene connotaciones negativas en el ámbito laboral. La automatización y digitalización de la industria conllevará el incremento del desempleo. Los afectados formarán parte del colectivo de desempleados estructurales, ya que su adaptabilidad laboral quedaría obsoleta por las nuevas exigencias de la era tecnológica. El World Economic Forum de Davos también quiso hacerse eco de este fenómeno a escala mundial y en el 2016 elaboró un informe llamado “The future of Jobs” donde llegaron a la conclusión de que la cuarta revolución industrial podría hacer que se perdieran 7,1 millones de puestos de trabajo entre 2015 y 2020 pero que se crearían unos 2,1 millones de puestos. Por otro lado, el informe del McKinsey Global Institute de enero de 2017 señala que el 48% del tiempo de trabajo en España se dedica a tareas que pueden ser automatizadas con la tecnología actual, lo equivalente a 8,7 millones de empleos.[pic 3]

Ante este nuevo paradigma uno de los retos que se tienen que afrontar es evitar la brecha digital en el entorno laboral. Para ello será necesaria una recualificación mediante programas formativos que no se deben centrar en la hiperespecialización sino en tratar de combinar habilidades TIC con conocimientos de mecánica, ingeniería de sistemas, programación y además desarrollar capacidades organizativas y de gestión. En este sentido, la formación profesional (FP) volverá a tomar la importancia perdida frente a los estudios universitarios. Sin embargo, será necesario que los ciudadanos tomemos conciencia de que esta revolución comportará la necesidad de una formación continua y permanente a lo largo de toda la vida. La formación irá sobretodo orientada a las personas con baja cualificación ya que como advierte la OCDE serán los más afectados por la automatización. Surgirán nuevos roles a los que el mercado laboral tendrá que adaptarse porque tal y como indica el informe del World Economic Forum el 65% de los alumnos de educación primaria de hoy trabajarán en empleos que todavía no existen en la actualidad.

Los perfiles profesionales incipientes son:  programadores de robots, ingenieros de robots (conocimiento sobre ingeniería industrial, electricidad, electrónica, fabricación y mecánica), ingenieros superiores especializados en cibernética y sistemas de investigación y la comprensión de la probabilidad y la estadística además de técnicos surgidos de la formación profesional especializada que se creará.

El papel de las instituciones resulta clave para afrontar los cambios venideros. Por ello la Comisión Europea ha elaborado una estrategia de apoyo a la digitalización de la industria. Tienen como objetivo invertir unos cincuenta mil millones de euros hasta el año 2021 para ayudar a los fabricantes europeos a ponerse al día en la carrera mundial por la cuarta revolución industrial. Las autoridades de la UE invertirán quinientos millones de euros para establecer centros de innovación digital en las universidades técnicas y centros de investigación en todas las regiones europeas.

A nivel nacional, la UGT ha propuesto el pago de un impuesto por parte de aquellos empresarios que decidan automatizar y robotizar puestos de trabajo para compensar la pérdida de empleo y poder garantizar el pago de las pensiones y de esta manera asegurar el bienestar social. Esta propuesta sería un impuesto (¿pigouviano?) para corregir una externalidad generada por la industria 4.0, el desempleo estructural.

Lejos de suponer únicamente el incremento del desempleo, la industria 4.0 supondrá una inyección de productividad y competitividad a las empresas gracias a la mayor precisión y seguridad de los sistemas de automatización. Según el McKinsey Global Institute esta será la revolución industrial que más incrementará la productividad general.[pic 4][pic 5][pic 6][pic 7]

Es por esto que en el World Economic Forum se abordó el tema como una oportunidad para cambiar el modelo de crecimiento económico mundial. Se mejorarán las cadenas de producción de las empresas ya que como sabemos la introducción de tecnología hace que la productividad por trabajador aumente. Además de ello la combinación de la tecnología con el know-how que garantizará el reciclaje profesional será el factor determinante para el aumento de la productividad. Por lo que a pesar de que se despidan trabajadores, aquellos que permanezcan en la cadena de producción serán más productivos por su formación, tendrán un salario mayor acorde a estos conocimientos y su jornada laboral se reducirá por la automatización. La reducción de la jornada laboral permitirá una mejor conciliación de la vida laboral y familiar, hecho que hará que los trabajadores estén más motivados a la hora de trabajar.

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