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Epidemiologia


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2014  •  9.495 Palabras (38 Páginas)  •  134 Visitas

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La hepatitis B es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis B, perteneciente a la familia Hepadnaviridae (virus ADN hepatotrópico). Es una enfermedad infecciosa del hígado causada por el virus y caracterizada por necrosis hepato celular e inflamación. Puede causar un proceso agudo o un proceso crónico, que puede acabar en cirrosis (pérdida de la "arquitectura" hepática por cicatrización y surgimiento de nódulos de regeneración) del hígado, cáncer de hígado, insuficiencia hepática e incluso la muerte.

El tratamiento de la hepatitis está íntimamente relacionada con el tratamiento de la infección por el VIH, pues las dos enfermedades requieren un amplio conocimiento de la inmunología, la virología, la genética y el conocimiento de las actuales normas terapéuticas, que suelen cambiar rápidamente con las actualizaciones modernas.

Tipos de Hepatitis B

Según la forma en la que se contrae la hepatitis, se habla de: - hepatitis epidémica, cuando se contrae de forma directa: ingestión de un alimento en malas condiciones (leche, mantequilla, mariscos, etc.) - hepatitis de inoculación, cuando se contrae durante un acto terapéutico que comporte inyección de sangre u otros productos que la contengan, o por utilización de material contaminado (agujas, jeringas, etc...).

Se ha demostrado que la sangre de voluntarios inoculados experimentalmente es infectada muchas semanas antes de que comiencen a aparecer los primeros síntomas y lo sigue siendo durante todo el curso clínico agudo de la enfermedad y en la fase de portador crónico, que puede persistir durante toda la vida. La capacidad de infectarse de las personas con infección crónica varía desde casos altamente infectantes hasta los que apenas lo son. Los primeros pueden evolucionar y transformarse en los segundos, pero rara vez se observa lo contrario.

Se reconocen, por lo tanto, diferentes formas de presentación de la enfermedad:

§ Hepatitis B aguda

Alrededor de un 25% de las personas que contraen esta enfermedad tienen los síntomas clínicos, incluyendo ictericia.

Un alto porcentaje de personas infectadas no tiene síntomas, por lo que no se diagnostica la enfermedad.

Menos del 1% de las personas con Hepatitis B aguda tienen la enfermedad en su forma fulminante, con consecuencias de muerte o necesidad de trasplante hepático de urgencia.

§ Hepatitis B crónica

Se estima que el 80% de las personas que han tenido infección aguda no logran desarrollar una respuesta inmunitaria que les permita eliminar el virus, transformándose en portadores crónicos.

Luego de un período que puede variar entre algunos años hasta más de 20 o 30 años, cerca de un 25% de estos portadores crónicos pueden presentar daños hepáticos, como cirrosis severa con insuficiencia hepática grave que puede llevar a la muerte.

Día Mundial contra la Hepatitis

La Organización Mundial de la Salud estableció el 28 de julio como Día Mundial contra la Hepatitis. Esta fecha corresponde a la del nacimiento del doctor Baruch Samuel Blumberg, descubridor del virus de la Hepatitis B.

Celebración

La Organización Mundial de la Salud estableció el 28 de julio Día Mundial contra la Hepatitis.

Los virus de la hepatitis A, B, C, D y E pueden causar infección e inflamación grave y crónica del hígado, que a su vez puede dar lugar a cirrosis y cáncer del hígado. Estos virus representan un importante riesgo sanitario mundial, reflejado en los 240 millones de personas que padecen infección crónica con el virus de la hepatitis B, y unos 150 millones con el de la hepatitis C. El 28 de julio de cada año, la OMS y sus asociados conmemoran el Día Mundial contra la Hepatitis con el objetivo de acrecentar la sensibilización y la comprensión de la hepatitis viral y las enfermedades que provoca.

La historia de la hepatitis B

La hepatitis es una enfermedad debilitadora y mortal que ha asolado a la humanidad desde el principio de la historia. Pero el curso de esta enfermedad cambió irrevocablemente gracias a la convergencia de un investigador médico que sentía curiosidad por saber por qué algunas personas son especialmente propensas a diversas enfermedades y de otro investigador médico que se preguntó por qué muchas personas enfermaban tras recibir transfusiones de sangre y la sangre de un aborigen australiano. Esa convergencia condujo a un descubrimiento que en menos de una década promovió una campaña de análisis de sangre que redujo enormemente la incidencia de la hepatitis propagada por transfusiones de sangre: la hepatitis B. El descubrimiento también llevó a una vacuna para la hepatitis de gran eficacia, que no sólo supuso una nueva forma de proteger a las personas frente a las enfermedades infecciosas sino que también es la primera vacuna eficaz contra el cáncer de hígado. Pero los científicos cuyo trabajo revolucionó el estudio de la hepatitis ni siquiera habían pensado en esa enfermedad cuando emprendieron sus investigaciones. Como suele ocurrir en la ciencia y en la medicina, el histórico descubrimiento no surgió de la “investigación con objetivos”, sino de estudios dirigidos a responder a preguntas más básicas sobre la naturaleza. El siguiente artículo, una adaptación parcial de un relato del investigador Baruch Blumberg, quien compartió en 1976 el premio Nobel de fisiología o medicina, realiza un seguimiento de las investigaciones que condujeron al descubrimiento de muchos de los virus que causan la hepatitis, al análisis de sangre en su búsqueda y a revolucionarias vacunas contra algunos de ellos. Constituye un maravilloso ejemplo del funcionamiento de la ciencia y de cómo las investigaciones básicas conducen a resultados prácticos prácticamente inimaginables cuando se llevaron a cabo las investigaciones.

La hepatitis viral es una de las enfermedades infecciosas más comunes, y se calcula provoca 1,5 millones de muertes en todo el mundo cada año. La ictericia característica que normalmente provoca la hepatitis B en la piel de sus víctimas ha permitido que la enfermedad se haya detectado con facilidad a lo largo de la historia. Otras señales indicativas de la enfermedad aguda son fiebre, escalofríos, fatiga, náuseas, pérdida de apetito y dolor abdominal. Los síntomas remiten normalmente al cabo de algunas semanas, aunque algunas personas padecen una forma severa de hepatitis B que resulta mortal con gran rapidez.

No obstante, la enfermedad aguda no es la única

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