Espirometría

Ciertas ocupaciones pueden implicar la exposición a irritantes o sensibilizantes respiratorios; en cuyo caso, está indicada la vigilancia, con espirometría previa al empleo y periódica (generalmente anual a partir del primer año). Si se produce un deterioro acelerado de la función pulmonar, es importante derivar al trabajador a una clínica ocupacional especializada. Si se presentan síntomas asmáticos (con o sin la presencia de deterioro de la función pulmonar), se deben realizar mediciones espirométricas simples (generalmente PEF) cada 2 horas desde el despertar hasta acostarse, en los días de trabajo y fuera del trabajo, durante 4 semanas para evaluar cualquier patrón de diagnóstico para el asma ocupacional [ 9]. Los PEF deben completarse utilizando formularios especializados que permitan al trabajador anotar sus horas de trabajo, horas de vigilia y sueño, trabajos realizados durante el día y tratamiento recibido.

La espirometría se puede realizar con muchos tipos diferentes de equipos y requiere la cooperación entre el sujeto y el examinador, y los resultados obtenidos dependerán de factores técnicos y personales (fig. 1 ⇓ ). Si se puede disminuir la variabilidad de los resultados y se puede mejorar la precisión de la medición, el rango de valores normales para las poblaciones se puede reducir y las anomalías se pueden detectar más fácilmente. El taller de Snowbird celebrado en 1979 dio como resultado la primera declaración de la American Thoracic Society (ATS) sobre la estandarización de la espirometría 1 . Se actualizó en 1987 y nuevamente en 1994 2 , 3.. La Comunidad Europea para el Acero y el Carbón emprendió una iniciativa similar, que dio como resultado el primer documento europeo de normalización en 1983 4 . Luego se actualizó en 1993 como declaración oficial de la European Respiratory Society (ERS) 5 . En general, solo existen diferencias menores entre las dos declaraciones ATS y ERS más recientes, excepto que la declaración ERS incluye volúmenes pulmonares absolutos y la ATS no.

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