Esporas De Micorrizas Arbusculares

INTRODUCCIÓN

La materia orgánica es descompuesta por la actividad de bacterias y hongos que liberan nutrientes al suelo, dejándolos asimilables para la absorción de las plantas. Esta absorción puede ser directa por medio de las raíces o indirecta a través de los microorganismos que forman simbiosis con las raíces (hongos formadores de micorrizas). La micorrizas de tipo arbusculares representan entre el 5% al 50% de la biomasa de los microorganismos del suelo, y se consideran una comunidad biológica diversa y activa. Fundamental para aumentar la sostenibilidad de los agroecosistemas; representando la simbiosis de mayor relevancia en los sistemas agroecológicos (Pérez et al. 2011).

Los hongos formadores de micorrizas arbusculares, son asociaciones ecológicamente mutualistas entre hongos del phyllum Glomeromycota y la inmensa mayoría de las plantas. Se trata de una simbiosis prácticamente universal, no sólo porque casi todas las especies vegetales son susceptibles de ser micorrizadas sino también, porque puede estar presente en la mayoría de los hábitats naturales. Las micorrizas son tan antiguas como las propias plantas, su existencia data desde hace más de 400 millones de años; estimándose que aproximadamente el 95% de las especies vegetales conocidas establecen de forma natural y constante este tipo de simbiosis con hongos del suelo (Miransari et al., 2009). En el laboratorio se analizó una muestra de suelo (rizosfera) tomada frente a la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá.

MARCO TEÓRICO

Los hongos son el segundo grupo con mayor número de especies entre los seres vivos, después de los insectos. Se estima que existen cerca de 1.5 millones de especies de hongos, de las cuales sólo se han descrito 72 000 (Montaño et al., 2007).

Los hongos micorrícicos arbusculares establecen una asociación mutualista con las raíces de las plantas formando las micorrizas arbusculares. En esta asociación el hongo ofrece un beneficio a su huésped a cambio de recibir otro, es decir, hay un beneficio mutuo producto de un intercambio bidireccional “hongo-planta”: la planta suministra al hongo fuentes de carbono procedentes de la fotosíntesis (proceso que el hongo no puede realizar) y le brinda protección; mientras que el hongo le facilita a la planta la absorción de agua y nutrientes como fósforo y nitrógeno, recursos del suelo que en condiciones extremas la planta difícilmente obtendría eficientemente sin la ayuda del hongo (Pérez et al., 2011). Las micorrizas arbustivas se caracterizan porque el hongo que coloniza la raíz desarrolla una estructura en forma de un diminuto arbolillo en las células del parénquima radical, estructura llamada “arbúsculo” es el sitio de intercambio entre la planta y el hongo; por esto también se le conoce como endomicorriza (Figura 1). Además, el sistema micorrícico está formado por un conjunto de hifas (micelio) que están conectadas con el tejido de la raíz y que emergen de ella ramificándose en el suelo (Montaño et al., 2007). El micelio que se localiza en el suelo y forma una red de hifas capaces de interconectar las raíces de las plantas y permitir el flujo de agua y nutrientes entre las raíces de éstas.

En ecosistemas áridos y semiáridos, los hongos micorrícicos arbusculares exploran grandes volúmenes de suelo a mayores profundidades y distancias de lo que lo hacen las raíces de las plantas, para suministrar agua y nutrientes a sus asociados vegetales; por ello, en algunos desiertos, quizás la lluvia total anual, por sí misma, no puede explicar los altos niveles alcanzados en la producción primaria de los ecosistemas locales (Montaño et al., 2007).

El método implementado para realizar el aislamiento y posteriormente conteo de esporas es el descrito por Gerderman y Nicholson (1963); el cual se basa en suspender una muestra de suelo en agua corriente y tamizar varias veces e ir disminuyendo el diámetro del tamiz; generalmente en micras, para así poder aislar las esporas lo más limpias y hacer el conteo. Luego se adicionan en un medio preparado con sacarosa de 70% y tween 80% al 2%, ya centrifugado se creó un sistema de tres fases, en el cual encontraremos

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