Estrategias Diagnósticas Y Terapéuticas En Enfermedades Neoplásicas
elastrocarolina28 de Abril de 2013
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Introducción
El cáncer no es una sola enfermedad. Son más de 200 enfermedades
distintas con miles de variantes que aunque tienen
múltiples y dintintos orígenes, todas ellas coinciden en tener
un crecimiento celular descontrolado junto con la capacidad
para invadir y diseminarse a distancia. En estos últimos años,
el perfeccionamiento producido en las técnicas genéticas y
moleculares en Biología han beneficiado de una forma muy
directa el desarrollo de la Oncología, donde se están produciendo
avances muy importantes en el conocimiento de las
enfermedades neoplásicas de gran repercusión en el área del
diagnóstico y de los tratamientos.
Simultáneamente, están coincidiendo determinadas circunstancias
sociales (escepticismo en relación al poder ilimitado
de las técnicas, incremento de costes sanitarios y una
mayor preocupación por la calidad de vida…) que favorecen
la tendencia hacia una medicina más humanizada y más personalizada,
con niveles crecientes de sensibilidad profesional
y social que demandan una atención más próxima al paciente
con cáncer. Ya en 1990 la Organización Mundial de la Salud
alerta sobre la necesidad de integrar los esfuerzos para
mantener la calidad de vida del paciente oncológico en todas
las fases de la enfermedad y del tratamiento porque los factores
que causan disconfort existen desde el momento del diagnóstico1.
En el momento actual la asistencia a los pacientes con
cáncer se nos plantea como un reto ante el cual tenemos que
ser capaces de integrar un gran volumen de conocimientos
descriptivos clásicos basados fundamentalmente en la patología
junto con los importantes avances tecnológicos, como
por ejemplo en el campo del diagnóstico por la imagen o en
las técnicas de la biología molecular etc., para realizar una
Medicina científica y basada en la evidencia. Todo ello en el
contexto de respeto de los principios básicos de la Bioética,
autonomía, no maleficencia, justicia y beneficencia en un
marco asistencial presidido por el consentimiento informado2.
El diagnóstico en Medicina es un proceso intelectual
complejo que se caracteriza por estar impregnado de grandes
dosis de incertidumbre3. Uno de los problemas con el que
nos encontramos habitualmente es la gran cantidad de información
de que disponemos que nos hace muy difícil la toma
11 Medicine 2004; 9(24): 1527-1540 1527
ACTUALIZACIÓN
Estrategias
diagnósticas y
terapéuticas en
enfermedades
neoplásicas
A.M. Casas Fernández de Tejerina,
A. Fernández-Freire y J.A. Moreno Nogueira
Servicio de Oncología Médica.
Hospitales Universitarios Virgen del Rocío. Sevilla.
PUNTOS CLAVE
Introducción. En la asistencia a los pacientes con
cáncer hay que integrar un gran volumen de
conocimientos tanto clásicos, basados en la
patología, junto con otros muy recientes del
campo del diagnóstico por la imagen o de la
biología molecular.
Estrategias diagnósticas. El diagnóstico
histopatológico es el recurso diagnóstico de
primera magnitud, el gold estándar del que
partimos siempre, antes de iniciar cualquier
medida diagnóstica o terapéutica adicional • El
estudio de extensión cumple una finalidad
pronóstica y terapéutica ya que dependiendo de
la extensión tumoral se van a aplicar tratamientos
dirigidos al control locorregional o al control de la
enfermedad diseminada.
Estrategias terapéuticas. La estrategia
terapéutica en Oncología tiene siempre un
carácter multidisciplinar • La cirugía como primer
tratamiento dirigido al control locorregional de las
neoplasias tiene generalmente una finalidad
curativa que se complementa con un control
locorregional proporcionado por la radioterapia •
La quimioterapia proporciona el control sistémico
de la enfermedad con una finalidad de
erradicación de micrometástasis de forma
adyuvante o bien de forma paliativa • Los
recientes avances en quimioterapia que
incorporan fármacos “diana-específicos” están
mostrando niveles de eficacia muy superiores con
una toxicidad considerablemente inferior a la
quimioterapia clásica.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 20/12/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
de decisiones. Para llegar a un diagnóstico hay que partir de
una serie de conocimientos y técnicas basadas en razonamientos
probabilísticos, de relación causa-efecto o fundamentados
en reglas y en las propias habilidades técnicas y experiencia
del médico.
En Oncología, el diagnóstico no es un fin en sí mismo.
Es un instrumento para la toma de decisiones clínicas. De
hecho, partimos siempre de un recurso diagnóstico que es un
gold estándar, el diagnóstico histopatológico, que nos proporciona
prácticamente un 100% de certeza, tras el cual debemos
realizar un estudio de extensión basado en pruebas clínicas
complementarias cuya validez y limitaciones4 en
función de su sensibilidad, especificidad e índices predictivos,
debemos conocer previamente para asegurarnos unas
determinadas probabilidades o grado de certeza (fig. 1).
El comienzo del cáncer viene marcado por una serie de
síntomas y signos variables dependiendo del órgano/aparato
afectado que son estudiados en distintos niveles asistenciales
(Atención Primaria/hospital) y en distintas especialidades.
Muchas veces el diagnóstico y el tratamiento inicial, cuando
es quirúrgico, coinciden (por ejemplo, laparotomía ante una
neoplasia ovárica). Las demoras que se ocasionan como consecuencia
de la realización/entrega de resultados de las pruebas
diagnósticas practicadas provocan unos niveles importantes
de ansiedad y de incertidumbre en los pacientes5. La
agilidad en la realización de todas las pruebas iniciales junto
con una adecuada capacidad de derivación al Servicio de referencia
son elementos clave en las primeras fases de la enfermedad.
La comunicación del diagnóstico definitivo, el
pronóstico y las alternativas terapéuticas son generalmente
informadas en los Servicios de Oncología donde es fundamental
crear un clima propicio que favorezca la comunicación
y la confianza entre el paciente y su oncólogo.
La estrategia terapéutica del cáncer debe seguir una serie
de principios de razonamiento que contesten a las siguientes
preguntas:
1. ¿Cúal es el objetivo del tratamiento?
2.¿ Compensan los objetivos a los riesgos ?
3. ¿Cuál es la relación coste-efectividad de las alternativas
que se proponen?
En el tratamiento del cáncer es fundamental tener un conocimiento
muy preciso de los beneficios y de los riesgos de las
alternativas disponibles ya que generalmente los tratamientos
comportan una serie de efectos secundarios muy importantes.
Cuando la curación o la mejoría de las complicaciones del cáncer
se vislumbran como un objetivo real, estos efectos secundarios
son minimizados por el paciente y su entorno familiar.
Para los pacientes “no curables” los aspectos relativos a la calidad
de vida del tiempo que queda por vivir adquieren un valor
muy superior a “la probabilidad” siempre pequeña, de una cierta
prolongación en el tiempo de supervivencia.
Los beneficios (eficacia) y los riesgos del tratamiento del
cáncer se expresan de diferentes formas. El objetivo primero
y esencial del tratamiento es prolongar la supervivencia y
mejorar la calidad de vida. Otros parámetros incluyen supervivencia
global, supervivencia libre de progresión, tasas de
respuesta, grados de toxicidad etc.
Estrategias diagnósticas
Diagnóstico nosológico. Patología oncológica
El diagnóstico histopatológico constituye la base fundamental
del diagnóstico del cáncer de tal forma que nunca se prescribirá
un tratamiento oncológico sin disponer de los datos
de seguridad de malignidad que contiene el informe completo
de Anatomía Patológica.
La Anatomía Patología y la Clínica Oncológica abarcan
un enorme espectro de tumores con una marcada heterogeneidad
patológica, molecular y clínica. El diagnóstico de
malignidad y la detección de factores pronósticos se basa
fundamentalmente en el diagnóstico histológico que puede
completarse con estudios de caracterización inmunofenotípica
y molecular, los cuales, junto con la integración de datos
clínicos (localización del tumor, edad, estudio de extensión
etc.) van a permitir completar la información pronóstica
del tumor y plantear pautas terapéuticas cada vez más precisas
e individualizadas en un número creciente de casos.
Diagnóstico histopatológico
Se centra en el estudio morfológico (macro y
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