Cacada Diagnostica O Terapeutica
giansosa12 de Julio de 2015
852 Palabras (4 Páginas)214 Visitas
CASCADA DIAGNOSTICA O TERAPÉUTICA.
Durante la enseñanza de la medicina en escuelas y hospitales nos inculcan a establecer con todos los medios posibles, el diagnóstico definitivo de los enfermos, a hacer más que menos, en el buen supuesto de que nuestras decisiones o intervenciones diagnósticas y terapéuticas, tienen escasos riesgos o ninguno y en los hospitales se enseña a solicitar incontables y repetidos estudios para diagnosticar “casos clínicos bonitos” de enfermedades raras e incurables o mortales como la leucemia mieloblástica aguda en niños.
En este contexto, a los pacientes se les aplican protocolos y guías diagnóstico-terapéuticas con exagerada solicitud de estudios de laboratorio y gabinete, inofensivos algunos, graves y mortales otros. Este es el efecto cascada, solicitar estudios muchas veces innecesarios, para “curarse en salud” y proteger una falsa imagen de médico sabio y actualizado.
La solicitud de estudios innecesarios en cascada es muy frecuente pues la mayoría de los casos clínicos son autolimitados por la propia naturaleza humana. Por ejemplo, el dolor abdominal, queja muy común, evoluciona por si mismo en forma satisfactoriamente, sin necesidad de intervención médica, en un 40% de los casos tanto agudos como de larga evolución (Dr. Pérez y cols. Universidad Jhons Hopkins) . Ya don Flatulencio, sin ser médico afirma: “creo que este dolorcillo es un pedillo atravesado doctor”. En efecto, en mi experiencia personal, casos como los de Don Flatulencio, son los más frecuentes, con dolor abdominal secundario a estreñimiento crónico no diagnosticado y en muchas ocasiones operados de apéndice, próstata, vesícula u ovarios, sin necesidad.
Aunque el principio esencial del ejercicio de la medicina es: primero no dañar, debemos reconocer ante los pacientes que es imposible garantizar esa inocuidad, pues siendo la medicina una profesión manejada con probabilidades, al no ser una ciencia exacta, y siendo ejercida por humanos con diversos grados de imperfección, siempre existe el riesgo de provocar daño físico o emocional con nuestras opiniones, actitudes y decisiones.
La actividad médica provoca “cascadas” de incierto final. Por ello consultar con el médico sin necesidad es peligroso, y es más peligroso en urgencias o si se hace directamente al especialista.
Toda consulta genera una acción, al menos, pues el médico se enfrenta a la incertidumbre y tiende a limitarla con decisiones varias. Los médicos generales están formados para controlar la incertidumbre con pocas intervenciones; los especialistas no. Y en urgencias el método es exactamente el de intentar resolver la incertidumbre en el momento. Cuanto menor control de la incertidumbre, mayor probabilidad de daño por causa de la intervención médica.
A partir de la consulta con el médico se producen una serie de hechos concatenados (“cascadas”) que no tienen demasiada lógica, excepto la que sustenta al sistema sanitario. Por mucho que asombre, no es la necesidad, el problema o la enfermedad del paciente lo que “gobierna” la respuesta sanitaria, sino el lugar de la atención y la especialidad del médico con el que se consulte.
Así, por ejemplo, la consulta por dolor de espalda inespecífico, que dura años y sólo precisa de algún analgésico ocasional, lleva a artrosis y hernia discal e intervención quirúrgica con el traumatólogo, a canal lumbar estrecho e intervención con el neurocirujano, a radiculopatía con el neurólogo, a un extenso estudio de diagnóstico por dolor referido con el internista, etc. (la consecuencia final es la actual epidemia de lisiados por causa médica en torno al dolor de espalda inespecífico, epidemia provocada por la actividad médica).
Todo ello se debe a que la cascada suele conllevar el abuso de pruebas diagnósticas y terapéuticas, con el consiguiente riesgo. Por
...