Farmacos Del Sistema Digestivo
kimally032120 de Mayo de 2012
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INTRODUCCIÓN
La tarea principal del Aparato Digestivo es la de permitir que los alimentos que ingerimos puedan convertirse en nutrientes, para proveer a nuestro organismo la energía (calorías) necesaria y los elementos fundamentales para la vida, eliminando los productos residuales en forma adecuada.
El cuerpo, no puede absorber los alimentos en el estado en que se ingieren. Las sustancias nutritivas tienen que ser digeridas a sustancias químicamente más pequeñas para su absorción y transportadas a los distintos tejidos del organismo.
ANATOMÍA (ESTRUCTURA BÁSICA EXTERNA)
Se puede describir el tracto gastrointestinal como un tubo con paredes musculares que va desde la boca hasta el ano. El diámetro de este tubo varía a lo largo de su trayecto. Hay ensanchamientos y estrechamientos que permiten dividirlo en diversos compartimientos que son: el esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso o colon, recto y ano. Algunos compartimientos están separados de los demás por un esfínter (válvula) que se abre y se cierra en el momento adecuado para que los alimentos en vías de digestión (quimo) progresen en la dirección correcta. La pared interna del tubo varía en cada compartimiento, pero la estructura básica es la misma. La diferencia consiste sólo en variaciones que le permiten realizar diferentes funciones.
En algunos de estos compartimientos se secretan enzimas (substancias producidas por las células del organismo que facilitan procesos biológicos). La cubierta interna (mucosa) de cada compartimiento, está protegida contra sus propias enzimas y productos de secreción de sus glándulas, pero no frente a las del resto. Por ejemplo: el ácido presente en el estómago y que allí no produce daño, si llega a la mucosa del esófago, que no está preparada para recibirlo, produce signos y síntomas de inflamación y consecuencias de distinta magnitud.
FUNCIÓN MOTORA: MOTILIDAD GASTROINTESTINAL
La motilidad gastrointestinal tiene funciones esenciales en el tracto digestivo tanto en la enfermedad como en la salud.
En sujetos normales comprende la deglución, la digestión mecánica y vaciamiento del estómago, la absorción adecuada de los nutrientes y del agua en el intestino delgado y la defecación.
Las células musculares lisas son las responsables de la actividad contractil del tubo digestivo.
Se pueden distinguir dos tipos de contracciones:
1) contracciones de corta duración, más o menos rítmicas, llamadas fásicas.
2) contracciones de larga duración llamadas tónicas.
En el estómago proximal, en la vesícula biliar y en los esfínteres predominan las contracciones tónicas. En el estómago distal y en le intestino delgado las contracciones fásicas. Ambas están en relación con las cargas eléctricas que tienen las células musculares lisas encargadas de la actividad contractil, las que presentan cambios en su carga eléctrica en forma más o menos constante.
Las contracciones peristálticas son contracciones fásicas de los músculos circulares, que se propagan a lo largo del tubo digestivo, propulsando el bolo alimentario.
La actividad rítmica basal y las neuronas del Sistema Nervioso Entérico (SNE) tienen un papel importante para la realización de estas contracciones. Esta onda contractil se propaga lentamente en sentido distal.
Las neuronas del SNE controlan la coordinación de contracciones y relajaciones de los músculos circulares y longitudinales.
INERVACION EXTRÍNSECA
La inervación extrínseca consiste principalmente en la inervación autónoma (independientemente de la voluntad) y -en menor parte- en fibras nerviosas voluntarias.
• Inervación autónoma:
Tradicionalmente se divide el sistema nervioso autónomo en inervación simpática y parasimpática.
La inervación parasimpática se realiza principalmente por medio del nervio vago. Los cuerpos celulares del nervio vago están en el tronco cerebral. El nervio vago va del cerebro al esófago donde se ramifica en una especie de plexo de malla grande, que inerva el esófago. De aquí parten dos fascículos (nervio vago anterior y posterior) que pasan a través del diafragma y se ramifican hacia el estómago, el intestino delgado y el colon ascendente. Por otra parte el vago no consiste únicamente en fibras eferentes (del cerebro al resto del cuerpo) parasimpáticas: gran parte de las fibras del nervio vago son fibras aferentes (del resto del cuerpo al cerebro) sensoriales, que informan al cerebro sobre el estado del estómago y de los intestinos.
• Inervación simpática:
Viene de la parte toracolumbar de la médula espinal. Las ramificaciones de esta parte llegan hasta los ganglios simpáticos (entre otros el ganglio celíaco). Aquí las fibras forman sinapsis con células nerviosas postganglionares, cuyas fibras siguen los vasos abdominales, y terminan en el plexo intramural. El neurotransmisor más importante de este sistema es la noradrenalina.
El óxido nítrico es el principal inhibidor de la neurotransmisión.
La acetilcolina, substancia liberada por el sistema nervioso parasimpático, hace que el músculo se contraiga con más fuerza y aumente la propulsión de los alimentos y de los líquidos a través del tracto digestivo. También estimula al estómago y al páncreas para producir sus secreciones.
Por el contrario, la adrenalina, liberada por el sistema nervioso simpático, relaja la musculatura del estómago y la del intestino. Esta es una actividad contraria a la que ejerce la adrenalina en otros órganos, como el corazón, en donde es un estimulante de la contracción y el trabajo cardíaco.
De acuerdo a cada segmento del tubo digestivo, la actividad motora puede dividirse en:
La motilidad a nivel orofaríngeo -de la boca a la faringe-, se traduce en la deglución de los alimentos y está bajo control directo del Sistema Nervioso Central y de los centros de la deglución allí ubicados. Es un evento voluntario regulado por influencias de la corteza cerebral
La motilidad en el esófago comprende el peristaltismo (movimientos propulsivos y rítmicos) del cuerpo del esófago y la relajación del esfínter esofágico inferior contraído en forma tónica.
La motilidad gástrica comprende la relajación receptiva en el fondo y en el cuerpo del estómago y la trituración y mezcla de los alimentos en el antro y en el píloro.
El intestino delgado también tiene una actividad motora tanto en reposo como durante la digestión.
La motilidad del colon refleja la función del colon como reservorio y durante la defecación. El colon proximal se caracteriza por ondas contractiles retrógradas que retardan el progreso de las heces. En el intestino grueso la inervación, o sea los nervios que le llegan, también presenta una red de células y fibras nerviosas en su pared que forman el llamado plexo mientérico y el plexo submucoso.
Estas células nerviosas se interrelacionan entre sí y reciben información del componente simpático y del parasimpático del sistema nervioso autónomo.
Las fibras parasimpáticas que inervan el colon ascendente provienen del nervio vago y las del colon descendente de los nervios esplacnicos pélvicos. Las fibras simpáticas llegan al colon por medio de los plexos perivasculares (alrededor de los vasos). La motilidad del intestino grueso está también bajo la influencia de un número de hormonas.
El ano-recto comprende el esfínter anal interno, esfínter anal externo y el músculo puborectal que conjuntamente permite la continencia de la materia fecal.
La inervación del ano y del recto, las dos partes finales del tracto digestivo, es más compleja y es diferente a la inervación del resto. En el recto encontramos nuevamente los plexos nerviosos entéricos a través de los plexos mientéricos y submucosos, pero a partir del anillo anorectal disminuye la densidad de las células ganglionares y a partir de la línea pectinea que separa el recto del ano, estas desaparecen por completo.
El esfínter anal externo y los músculos del periné son inervados por el nervio pudendo que viene de la médula sacra. En la pared del recto y del ano hay células sensoriales que reaccionan a la distensión de la pared rectal. Las células sensoriales también detectan el tipo de contenido rectal, ya sea líquido, gas o sólido. Estas células sensoriales se encuentran en el sistema nervioso entérico pero la información también llega al cerebro a través de la vía parasimpática esplácnica. Gracias a estas fibras se percibe la necesidad de defecar y de diferenciar el tipo de contenido rectal, ya sea heces o gas. Permite también que en condiciones normales la evacuación intestinal sea voluntaria.
Los trastornos de la motilidad gastrointestinal se observan en muchas afecciones comunes y menos comunes que incluyen la enfermedad gastroesofágica por reflujo, la acalasia (falta relajación del esfínter esofágico inferior y ausencia de ondas peristálticas en el cuerpo esofágico), gastroparesia (trastornos de la evacuación del estómago), sobrecarga bacteriana, seudoobstrucción intestinal, colon irritable o espasmódico y constipación crónica.
FUNCIÓN SECRETORA
Dado que los alimentos que ingerimos no pueden ser absorbidos, o sea pasar a la sangre en la forma original, deben ser digeridos a elementos más simples y pequeños. Para ello se cuenta con un sistema de jugos digestivos que contienen hormonas y una familia de péptidos reguladores. Estos difieren de las hormonas clásicas. Se originan en células esparcidas en toda la mucosa, en lugar que en glándulas;
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