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Fractura De Tibia


Enviado por   •  26 de Junio de 2013  •  1.141 Palabras (5 Páginas)  •  485 Visitas

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La tibia es el hueso largo que se factura con mayor frecuencia. También ocurren lesiones importantes de los tejidos blandos de la pierna.

La tibia es el hueso de la pierna que soporta la mayor parte del peso. Se localiza debajo de la piel en la cara anterior de la pierna, por su localización está más expuesta a lesiones pero su corteza es gruesa y si necesite de mucha fuerza para romperla.

En su porción proximal, la tibia se extiende para formar la meseta medial y lateral que se articulan con los cóndilos femorales. La meseta lateral es más alta y más corta que la medial y es más susceptible a fracturas. En su porción distal se articula lateralmente con el peroné y hacia abajo con el astrágalo. Esta articulación está sostenida por la sindesmosis del tobillo, una serie de ligamentos que yacen debajo de membrana interosea.

Evaluación: La evaluación de la lección inicia con un interrogatorio dirigido que debe incluir la fuerza y tipo de agresión. En el examen físico, se valorarlos si los nervios explorando la sensibilidad en el espacio entre los dedos del pie, la parte externa del tobillo y la planta del pie. El dedo gordo del pie y el segundo dedo del pie son inervados por el nervio peroneal profundo. El nervio peroneal superficial, le da sensibilidad al dorso externo del pie y el control motor de los músculos que voltean el pie hacia fuera. El nerviosa safeno externo le da inervación sensitiva a la parte lateral del talón. El nervio inicial proporciona el control motor de estos músculos flexores plantares y les da sensibilidad a la planta del pie.

En el examen motor debe incluir la capacidad para flexionar dorsal y plantar, así como para voltear el pie hacia fuera. La extensión de la lesión de los tejidos blandos se valora visualmente y por palpación de los grupos musculares, se debe palpar toda la superficie de ambos huesos.

Fracturas especificas:

Fractura de la espinal tibial:

Son ocasionadas por fuerzas anteriores o posteriores aplicadas contra la rodilla flexionada y a menudo se relacionan con avulsión del ligamento cruzado. Al examen la rodilla inflamada, sensible y no puede extenderse por completo debido a derrame hemorrágico articular. Las fracturas no desplazadas se tratan con inmovilización de la rodilla en extensión completa. Las fracturas desplazadas requieren de reducción abierta y fijación interna.

Fractura de meseta tibial:

Son ocasionadas por un golpe directo o aplicación de carga axial, lo que impulsa con fuerza los cóndilos femorales sobre la tibia. Es más frecuente la lesión a la mesita lateral. Los síntomas consisten en dolor y edema de la rodilla y disminución del arco de movilidad. La radiografía demuestra fractura o derrame articular con niveles de grasa o líquido. La tomografía computarizada ayuda a valorar con mayor detalle la fractura. El tratamiento de la fractura no deprimida es un yeso largo para pierna y la actividad sin soporte de peso. Las fracturas deprimidas se tratan con elevación quirúrgica de los fragmentos.

Fracturas de la diáfisis de la tibia:

Estas fracturas ocurren con dolor, inflamación y crepitación. Es esencial una valoración neurovascular completa. La radiografía simple confirma el diagnóstico, se habrán de incluirla radiografías de rodilla y tobillo. El tratamiento depende la localización la cantidad y el desplazamiento de los fragmentos. Las facturas de diáfisis tibial requieren evaluación del ortopedista. Algunas de las indicaciones para reparación quirúrgica urgente incluyen fracturas abiertas, compromiso vascular y síndrome compartimiento.

En el caso de las facturas

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