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Guías Básicas de Atención Médica Prehospitalaria

1983mariaDocumentos de Investigación3 de Septiembre de 2017

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Guías Básicas de Atención Médica Prehospitalaria.

Riesgos Ocupacionales Diego Moreno Bedoya Enfermero, Universidad de Antioquia, Diplomado en Gestión de Riesgos de Desastres; Magister en Salud Ocupacional. Docente Atención  Prehospitalaria Universidad  CES, UNAC, FUCS; Instructor Breathing Apparatus School, Devon, UK; Instructor USAID - OFDA y Sistema Nacional de Bomberos de Colombia; Jefe Nacional de Gestión de Riesgos Grupo Éxito. INTRODUCCIÓN Todas las profesiones, actividades y oficios, incluyendo el personal de Atención Prehospitalaria (APH), están expuestos a diferentes factores de riesgo que pueden potenciar la aparición de accidentes de trabajo y, dependiendo de ciertas condiciones especiales, enfermedades profesionales. La salud ocupacional se define como el conjunto de actividades multidisciplinarias encaminadas a la promoción, educación, recuperación y rehabilitación de los trabajadores, para protegerlos de los riesgos de su ocupación y  ubicarlos en un ambiente de trabajo de acuerdo con sus condiciones físicas, psicológicas y sociales. Sin embargo, es importante recordar que la APH es una profesión que no conserva por lo general un escenario común en cada intervención, sino que varía de acuerdo a la naturaleza del incidente. Esto obliga a desarrollar unas estrategias encaminadas a la creación de parámetros estándar que garanticen la aplicación de unos principios básicos de seguridad, que permitan identificar y controlar riesgos en la escena tanto de tipo ambiental físicos, psíquicos y biológicos. Esto conduce a realizar un estructurado plan de control de riesgos donde se incluyan acciones, recursos y conductas en la operación. La evolución de la APH y el desarrollo  de sistemas de emergencias médicas (SEM) en muchas  ciudades  y localidades del país han generado la  necesidad de la  inclusión  de la salud ocupacional e higiene y seguridad industrial en el ámbito de la atención de emergencias. Por esta razón, se ha contemplado este capítulo, con el fin de proporcionar a los lectores aspectos importantes a tener en cuenta durante la prestación de servicios en esta área de trabajo. RECURSOS NECESARIOS Recursos Humanos:  Equipo de salud ocupacional (Coordinador de Salud ocupacional, Médico especialista en medicina del trabajo, formación y prevención.) Especialistas clínicos (de acuerdo a las principales incidencias y prevalencias de accidentes de trabajo y enfermedad profesional reportadas, miembros del COPASO. Sistema de vigilancia epidemiológica ocupacional para el programa de APH:  El programa debe estar diseñado de acuerdo a las condiciones de trabajo y factores de riesgo encontrados y debe tener los tres subsistemas (subsistema de información, subsistema de análisis y subsistema de intervención). DESCRIPCIÓN DETALLADA Patologías comúnmente relacionadas con la Atención Prehospitalaria El dolor lumbar es la tercera causa de consulta en los Servicios de Urgencias y es la cuarta causa de consulta en Medicina General. Es la primera causa de reubicación laboral y la segunda de pensiones por invalidez. En el caso de los riesgos psicológicos, específicamente el trastorno de estrés postraumático (TSPT), estudios realizados en otros países, revelan que la prevalencia global del TSPT oscila entre el  1 y el 14 %, variabilidad explicada por los criterios diagnósticos empleados y el tipo de población objeto de estudio. En estudios sobre individuos de riesgo (veteranos de guerra, víctimas de erupciones volcánicas o atentados terroristas) pueden encontrarse cifras de prevalencia que van del 3 al 58%. Lo que puede confirmar es que los programas de detección e intervención son importantes y deben implementarse para este tipo de profesiones u oficios en sus respectivos lugares de trabajo. Relación de enfermedades ocupacionales específicas que se pueden desarrollar en el ejercicio de la APH La APH, por su naturaleza, se ha convertido en un área de intervención de la salud muy interesante de abordar, porque cumple con todos los requisitos en los que, en materia de salud ocupacional, un profesional de la salud demanda en servicio de urgencias hospitalario. Pero también involucra acciones complementarias  como la conducción, levantamiento de cargas, la exposición al ruido, vibraciones, temperaturas extremas, movimientos violentos y accidentes de transito entre otros. Estas actividades, necesarias para el óptimo  desarrollo de un servicio prehospitalario, han comenzado a desencadenar la aparición de una serie de trastornos que  están directamente  asociados a este tipo de trabajo. Sin embargo, no se han identificado enfermedades profesionales propias de esta  actividad, debido a la reciente implementación de este campo de trabajo dentro del área de la salud. La exposición a condiciones de trabajo adversas puede resultar en dolores momentáneos o lesiones a largo plazo. Así mismo, ambientes de trabajo mal diseñados contribuyen a una menor eficiencia y producción, pérdida de ingresos, mayor número de reclamos médicos e incapacidades permanentes. Afortunadamente, profesionales como los miembros de la American Industrial Hygiene Association utilizan una ciencia llamada “ergonomía” para ayudar a remediar las condiciones que causan trastornos y lesiones ocupacionales. A continuación se listan las cuatro patologías de origen ocupacional mas frecuentes en esta área de trabajo: • Trastornos de trauma acumulativo • Lumbalgias:  Mecánicas, no mecánicas. • Accidentes:  Biológicos, traumas de tejidos blandos y osteomusculares. • Riesgo psicológico:  síndrome de la compasión y síndrome de estrés postraumático. TRASTORNOS DE TRAUMA ACUMULATIVO (TTA) Los TTA son una familia de trastornos de los músculos, tendones y nervios, que son causados, acelerados o agravados por movimientos repetitivos del cuerpo, sobre todo, cuando también están presentes posturas incómodas, fuerzas altas, esfuerzos de contacto, vibración, o frío. Es importante  diferenciar los  TTA de la fatiga,  ya que los trastornos de trauma acumulativo no son fatiga. La fatiga es clasificada como el cansancio, el esfuerzo físico y la incomodidad que desaparecen pocos minutos u horas después de que se cesa la actividad. Actividades repetidas y prolongadas que podrían causar problemas a largo plazo casi siempre también causan fatiga. Aunque el estar fatigado después de realizar ciertas tareas en el trabajo ciertamente afecta el desempeño y el vivir cotidiano e incluso, puede causar dolor. Como regla general, cuando los síntomas persisten después de una noche de descanso o interfieren significativamente con el trabajo o las actividades cotidianas, son indicadores que hay algo más serio que la fatiga. La mayoría de este tipo de lesiones músculo esqueléticas, no se producen por accidentes o agresiones únicas o aisladas, sino como resultado de traumatismos pequeños y repetidos. Se consideran enfermedad laboral, ya que estas patologías son más frecuentes en los trabajadores sometidos a sobrecarga mecánica, que en la población en general. 25 Guías Técnicas

ECOMENDACIONES PARA LA PREVENCIÓN Los especialistas de la ergonomía ofrecen numerosas soluciones que hacen que el lugar de trabajo sea un entorno más favorable para los empleados. Se le ha prestado mucha atención sobre todo a TTA. A continuación se ofrecen varias posibles correcciones o soluciones a los seis factores de riesgo que pueden potenciar la aparición del TTA. a. En las actividades repetidas y prolongadas: 1. Utilice apoyos mecánicos por ejemplo, apoyos para el brazo o la muñeca al utilizar el teclado, o herramientas  eléctricas  en vez de  manuales. Ésta  es la solución más práctica. 2. Ajuste las normas de trabajo y modifique la cantidad de trabajo que se debe desempeñar en un perío26 26 dolorosa crónica llegando a producir graves trastornos personales, sociales y psicológicos al individuo que los padece. do de  tiempo determinado, permitiendo que trabaje el empleado trabaje a su propio ritmo o alternado en periodos que le proporcione descanso a las zonas corporales expuestas. 3. Intercambie al personal, haga que los trabajadores desempeñen diferentes tareas durante el día relacionadas con su función misional con el ánimo de evitar esfuerzos indebidos y la repetición de tareas. 4. Amplíe el alcance de  las  tareas diarias, combine actividades y  géneros (los hombres en tripulaciones con mujeres balancean muy bien las cargas) o utilice patrones de movimiento diferentes. (Puede que sea necesario rediseñar los sistemas de rotación del personal  por el tipo  de  exposición  en  el caso de la APH):–Acciones que requieren fuerza (levantar, cargar, elevar, etc.)–Escoja guantes que le permitan agarrar mejor los objetos u a su vez proteja las manos de los empleados.–Recoja menos objetos pesados a la misma vez para reducir el peso de carga.–Seleccione herramientas o equipos que ayuden a reducir el peso.–Utilice la gravedad para facilitar el manejo de cargas.–Utilice las manijas para agarrar los objetos con mayor facilidad. b. Esfuerzos prolongados debido al contacto con herramientas y equipos: Algunas tareas requieren de la utilización de herramientas y equipos que deben ser operadas por el personal, tenga en cuenta utilizar los sistema de palanca o al menos, técnicas donde se evite la repetición de movimientos. • Prefiera herramientas con manijas o agarraderas de materiales que cedan al aplicar presión, por ejemplo: el caucho, en vez de superficies duras (por ej., metales). • Use apropiadamente las herramientas, de acuerdo a su utilidad y diseño. • Acolche su mano o utilice guantes. c. Postura:  Recuerde que esta juega un papel fundamental en las técnicas de la APH, pero si no se adoptan en formas correctas y seguras, pueden contribuir al desarrollo de un TTA. • Ajuste la ubicación el ángulo del trabajo de manera tal que su cuerpo pueda mantener una posición cómoda sin esfuerzo y que sus brazos y antebrazos estén relajados preferiblemente. • Seleccione o diseñe su herramienta con un tamaño y forma que le permitan mantener su muñeca en una posición recta y cómoda y que pueda sujetarla cómodamente (ejemplo: tijeras de trauma a la medida real de la mano). d. Vibración:  Dependiendo del trabajo, puede que sea imposible aislar la mano y la muñeca totalmente de la vibración. No obstante, si usted empieza a sufrir síntomas de un TTA, puede que sea necesario minimizar la exposición a la vibración. Esto se puede lograr escogiendo herramientas adecuadas, limitando su tiempo de exposición a esos equipos fuente de vibraciones y garantizando apropiados esquemas de mantenimiento a los equipos y herramientas. LUMBALGIAS MECÁNICAS Se definen por la presencia de dolor en la región vertebral o paravertebral lumbar, que se acompaña, frecuentemente, de dolor irradiado o referido. Tener presente que la lumbalgia no es un diagnostico ni una enfermedad sino un síntoma, y por lo tanto, puede ser debido a múltiples enfermedades de diferente gravedad y repercusión. La lumbalgia es un padecimiento frecuente; alrededor del 80% de la población experimentará dolor lumbar en algún momento de su vida, afectando a todas las edades, con un pico de incidencia alrededor de los 45 años para ambos géneros. El 90% de las lumbalgias corresponden a una lumbalgia mecánica, que tiene su origen en las estructuras vertebrales o paravertebrales lumbares. La mayoría de los episodios de dolor lumbar son benignos, no incapacitantes y auto limitados y no generan consulta médica. Las que generan consulta son una de las primeras causas de baja laboral en todo el mundo occidental, siendo también un motivo muy frecuente de incapacidad y de enfermedad 27 NIOSH afirma que los principales movimientos generadores de lumbalgia al recoger objetos o cargas del suelo son: movimientos en flexión anterior, flexión con torsión, trabajo físico duro con repetición, trabajo en medio con vibraciones y trabajo en posturas estáticas. Si analizamos esta descripción con las  tareas  que se ejecutan durante una APH de un paciente podemos identificar una estrecha relación con factores de riesgo para el desarrollo de las lumbalgias en esta área de la salud. Las lumbalgias se pueden clasificar dependiendo de su etiología en: Lumbalgia mecánica:  Es la más relacionada con la APH y el dolor se origina con el movimiento, mejora con el reposo, no existe dolor nocturno espontáneo. Puede ser debido a alteraciones estructurales o sobrecarga funcional. Lumbalgia no mecánica:  El dolor es diurno y/o nocturno, no cede con el reposo, puede alterar el sueño. Su origen puede ser: Aneurisma aórtico abdominal, patología ginecológica, patología pancreática, patología urológica, patología digestiva. INTERVENCIÓN PREVENTIVA Para intervenir en las lumbalgias se recomienda: Educación para el personal: • Los métodos seguros y efectivos de control de síntomas y las modificaciones razonables de la actividad. • Las posibilidades de recidivas y los mejores métodos para evitarlas, cuando se han identificado factores de riesgo como determinados hábitos posturales y de manejo de cargas, la obesidad, o el consumo de tabaco. • El trabajador afectado debe visitar a su médico si observa un empeoramiento de los síntomas neurológicos o del estado general, una disfunción intestinal o vesical. Y, por supuesto, también debe visitar a su médico cuando los síntomas no mejoran con el tratamiento inicial. Riesgos Ocupacionales

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