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Historia natural obesidad


Enviado por   •  20 de Enero de 2023  •  Ensayos  •  3.700 Palabras (15 Páginas)  •  62 Visitas

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Historia natural

La obesidad es una enfermedad multifactorial, se caracteriza por el aumento en los depósitos de grasa corporal, originado por un balance positivo de energía. El balance positivo de energía, está modulado por factores como los genéticosepigenéticos y los ambientales entre otros. Es un estado premórbido; es una enfermedad crónica caracterizada por el almacenamiento en exceso de tejido adiposo en el organismo, acompañada de alteraciones metabólicas, que predisponen a la presentación de trastornos que deterioran el estado de salud, asociada en la mayoría de los casos a patología endócrina, cardiovascular y ortopédica principalmente y relacionada a factores biológicos, socioculturales y psicológicos.

Agente, Huésped y medio ambiente.

La obesidad se presenta cuando la ingesta energética sobrepasa el gasto energético. Esto equivale a un consumo energético de alrededor de 100 Kcal/día en exceso de alimento.

La enfermedad resulta de la interacción entre un agente ambiental y un huésped. El resultado será producto de la virulencia del agente y la susceptibilidad del huésped. Los alimentos ultraprocesados, principalmente aquellos ricos en grasas, azúcares y sal, altamente palatables e incluso para algunos adictivos, en conjunto con la inactividad física, favorecida por la tecnificación, son los dos principales agentes ambientales responsables de la alta prevalencia de obesidad a nivel mundial. Otros agentes ambientales incluyen fármacos obesogénicos, toxinas, estrés, infecciones y privación de sueño, entre muchos otros, produciendo un desbalance energético crónico a favor de los ingresos calóricos con respecto al gasto, expresándose por una acumulación de grasa anormal e incremento progresivo del peso corpora. (Aguilera, y otros, 2019).

Periodo Prepatogenico

Prevención Primaria

El cosumo de fibra durante la etapa adulta se asocia con un menor riesgo de enfermedad coronaria. La ingesta de granos enteros (avena, cereales integrales, arroz integral, trigo integral) frutas y verduras se asocian a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Una dieta rica en frutas y verduras asociado a cambios en el estilo de vida (aumento de ejercicio e ingestión limitada de alcohol), pueden reducir la presión arterial sistólica y diastólica de manera similar a como lo hace el tratamiento farmacológico.

Existe mayor probabilidad de que los adultos mantengan un peso saludable si reducen el consumo de alimentos de alta densidad energética, seleccionan alimentos bajos en grasas, consumen frutas, cereales enteros y vegetales, disminuyen la ingestión de alcohol y el consumo de bebidas azucaradas.

La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial). Sólo la superan la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en la sangre (6%). EL sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial.

En pacientes adultos, la realización de mayores niveles de actividad física reduce el riesgo de mortalidad prematura y enfermedades crónicas (enfermedad cardiovascular, enfermedad vascular cerebral, hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, osteoporosis).

En adultos de 18 a 64 años se recomienda realizar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana. La actividad física se practicará en sesiones de 10 minutos de duración como mínimo. Cuando se invierten 150 minutos semanales en actividades de intensidad moderada, las tasas de lesión del aparato locomotor son muy bajas. Con el fin de mejorar las funciones cardiorespiratorias, musculares, la salud ósea y funcional, asi como reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, depresión y deterioro cognitivo, se recomienda que dediquen 150 minutos semanales a realizar actividad física.

Existe mayor probabilidad de que los adultos mantengan un peso saludable si ellos tienen un estilo de vida activo y reducen la inactividad. Es necesario involucrar a los padres en los programas para una dieta saludable y adecuado estilo de vida en los niños, con el objetivo de prevenir el sobrepeso y la obesidad.

El ver televisión constituye una forma de sedentarismo que puede ser asociado con el consumo de alimentos densamente energéticos, por lo que puede ser una causa de ganancia de pesos, sobrepeso y obesidad. Se aconseja limitar las horas de televisión o videojuegos a un máximo de 1.5 horas al día con el objetivo de reducir el sedentarismo, se recomienda retirar la televisión, las videoconsolas y las computadoras de las habitaciones de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad.

Prevención secundaria

En la población infantil y adolescente con sobrepeso u obesidad, se sugiere seguir las recomendaciones de una alimentación saludable, utilizando como estrategia educativa las recomendaciones del plato del bien comer. Se recomienda una adecuada distribución de la ingesta de los alimentos durante el día, evitando la toma de alimentos entre otras comidas y los ayunos prolongados.

La ingesta calórica debería ser inferior al gasto energético, teniendo en cuenta que los cambios en la dieta deben ser consistentes con una alimentación saludable e individualizada. Se recomienda no utilizar dietas restrictivas y desequilibradas por que no son efectivas a largo plazo y pueden ser dañinas.

El ejercicio promueve y mantiene la pérdida de peso, disminuye la obesidad abdominal, mejora la condición cardiorrespiratoria, reduce los factores de riesgo cardiovascular, disminuye el riesgo de enfermedad cardiaca coronarial, la resistencia a la insulina y la mortalidad cardiovascular.

La dieta, el ejercicio físico (20 -40 minutos de actividad 4 o 5 veces a la semana) y la modificación conductual muestran disminuciones moderadas en el IMC.

El tratamiento farmacológico para reducción del exceso de peso en conjunto con una dieta saludable, han demostrado ser eficaces para el mantenimiento de la pérdida de peso. La decisión de iniciar un tratamiento farmacológico debe individualizarse en función de la presencia de comorbilidades graves y tratamientos asociados.

Se podrán prescribir medicamentos para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, cuando exista evidencia de falta de respuesta al tratamiento dieto- terapéutico, a la prescripción de actividad física y ejercicio en periodo de al menos tres meses, en pacientes con IMC de 30 kg/m2 o más, con o sin comorbilidades o en pacientes con IMC superior a 27 kg/m2 con una o más comorbilidades. Se debe considerar candidadots a tratamiento farmacológico a los pacientes adultos con sobrepeso u obesidad que presentan comorbilidades. (Guía de Practica Clínica, 2012)

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