ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA CONTAMINACION LUMINICA.


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2015  •  Resúmenes  •  3.332 Palabras (14 Páginas)  •  175 Visitas

Página 1 de 14

CONTAMINACION LUMINICA




CONTAMINACION LUMINICA

Al paso de años, la vida en nuestro planeta ha adaptado sus procesos biológicos a la alternancia entre el día y la noche y a la sucesión de las estaciones, incluso en la antigüedad, la actividad humana se ha desarrollado, en gran parte, siguiendo el estudio de las estrellas. En la actualidad, gran parte de las personas que habitan la tierra desconocen la belleza de los cielos oscuros, debido a que las acciones del hombre sobre el medioambiente están alterando seriamente a los recursos naturales y su interacción dentro del sistema natural, cambiando los ecosistemas y atentando contra los paisajes nocturnos. Este proyecto tiene como fin brindar aportes que contribuyan al conocimiento y puesta en valor del recurso cielo/paisaje nocturno.

Al estudiar un espacio natural, es importante considerar que los recursos que lo constituyen deben ser abordados desde una mirada sistémica, pues estos se encuentran relacionados entre sí formando parte del Sistema Recurso Natural.

El rasgo característico de esta contaminación es el halo (circulo luminoso que rodea algunos astros, especialmente al sol y a la luna) luminoso que recubre las ciudades y es visible a grandes distancias, debido a la emisión indiscriminada de la luz hacia el cielo y su dispersión en la atmósfera constituyen un evidente atentado contra el paisaje nocturno, al ocasionar la desaparición progresiva de los astros y privando a las persona de un contacto directo con el universo, lo que origina un inevitable empobrecimiento cultural y personal.

Una manera de medir la contaminación lumínica en el cielo, es la utilización de la escala planteada por John E. Bortle. Esta escala cuenta con 9 niveles según el color del cielo, donde el valor mínimo corresponde a los cielos más oscuros de la tierra y el valor más alto a los cielos que se observan en las grandes ciudades.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Durante millones de años, los seres vivientes de la Tierra han ido adaptando sus procesos biológicos de acuerdo con dos ciclos astronómicos fundamentales: la sucesión de las estaciones y la alternancia día-noche. Dado que la percepción de ambos fenómenos es desigual según la latitud, las distintas especies se han acomodado a la singularidad de ambos ciclos en su hábitat. Cualquier perturbación en alguno de ellos originaría distorsiones cuyo alcance desconocemos, pero que, con toda seguridad, ocasionarían la extinción de algunas especies y la aparición de nuevas exigencias adaptativas para las demás.

La acción del hombre y su cultura sobre el medio ambiente está, en la actualidad, generando una seria alteración en ambos ciclos cósmicos. La actividad industrial y las formas de vida propias de las sociedades consumistas no se pueden sostener, de mantenerse el actual modelo de economía capitalista, sino es mediante un creciente consumo energético. Niveles más elevados de "bienestar" exigen consumir cada vez más energía, proceso que amenaza con conducir a situaciones aberrantes como, por ejemplo, la de que, actualmente, gaste 100 veces más energía un ciudadano de un país industrializado que un habitante del tercer mundo. El consumo responsable de energía debería ser algo consubstancial a la educación cívica de la población por dos motivos. El primero de ellos: porque el actual modelo de consumo energético se basa en la conversión en energía de recursos naturales no renovables (carbón, petróleo o uranio), con lo cual su despilfarro acorta el tiempo de uso y priva de su disfrute a los habitantes de países no desarrollados. El segundo: porque en los procesos de conversión en energía, transporte y su posterior consumo, se generan residuos que contaminan gravemente el medio ambiente (radioactividad, lluvia ácida, contaminación de los mares, contaminación atmosférica por humos tóxicos) y amenazan con alterar el equilibrio climático (efecto invernadero por emisión de CO2). En la actualidad, el calentamiento global del planeta debido a este efecto es ya una evidencia científica y sus efectos devastadores sobre el clima son crecientes: lluvias torrenciales, huracanes catastróficos, inundaciones, sequías prolongadas, deshielo de los casquetes polares y un lamentable y futuro largo etcétera.

Si bien la contaminación atmosférica por el CO2 emitido por las centrales térmicas de producción de electricidad, las industrias y los automóviles, es la principal responsable del efecto invernadero que amenaza el equilibrio climático de la Tierra, el uso excesivo e irresponsable de la energía eléctrica en el alumbrado de exteriores es la causa de una nueva agresión medioambiental que amenaza ni más ni menos que con eliminar la noche, alterando así el segundo ciclo cósmico fundamental. El fenómeno ya tiene un nombre: contaminación lumínica.

El control de la contaminación atmosférica del agua, del suelo, de los niveles de ruido y la gestión de los residuos cuentan con una legislación ampliamente desarrollada a nivel nacional, comunitario y nacional, lo que ha repercutido de manera significativa en la protección del medio ambiente. En este intento de salvaguardar el medio ambiente y redirigir nuestro desarrollo con políticas más sostenibles no debemos dejar atrás la protección del cielo nocturno.

La iluminación artificial de edificios, carreteras, monumentos etc…    no solo supone una degradación del firmamento, dificultando considerablemente las investigaciones científicas, si no que repercute tanto en especies animales y vegetales en el ciclo de la vida nocturnos como el propio descanso y la salud de la población.

El astrofísico Fernando Jáuregui en su artículo “Las estrellas no tienen novio” publicado en la revista “Física y Sociedad” se lamenta de que “Nunca ha habido tanta ciencia de las estrellas. Nunca hasta ahora hemos sabido cómo funcionan, cómo evolucionan, como nacen y mueren. Sabemos con precisión matemática los procesos físicos que tienen lugar en su interior, la fuente de su energía, la forma que tiene el equilibrio que las mantiene estables durante eones, los procesos que transportan la energía desde un núcleo hasta el exterior, la forma en que esa energía se irradia al espacio y hasta detalles íntimos de los procesos violentos que se producen en sus capas más externas. Sabemos de las estrellas mucho más que nunca, pero cada vez son menos los que las disfrutan”.

Quizás este sea uno de los motivos por los que son numerosos los esfuerzos dirigidos al desarrollo de nuevas tecnologías y diseños de alumbrados exteriores que protejan el cielo y a su a vez posean una mayor eficiencia energética todo ello bajo un marco legislativo.

La prevención y reducción de la contaminación lumínica y la eficiencia energética son dos aspectos que deben ir de la mano en el diseño de nuestro alumbrado público. Aunque culturalmente asociemos la luz a la seguridad y desarrollo, valorando de manera negativa la oscuridad, es posible para nuestras ciudades un alumbrado de calidad que tengan en cuenta estos dos aspectos, demandados por una sociedad cada vez más sensibilizada con la protección ambiental y ahorro energético. Desde este punto de vista no parece muy lógico alumbrar el cielo en vez de iluminar las aceras o mantener hasta altas horas de la madrugada el alumbrado de fachadas.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.3 Kb)   pdf (274.2 Kb)   docx (96.8 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com