LA FAUNA DE EDIACARA

LA FAUNA DE EDIACARA

La primera evidencia fósil que tenemos de organismos multicelulares complejos (es decir, aparentemente con tejidos diferenciados), aparece en el Proterozoico Superior, hace unos 600 Ma, al final del episodio de la Tierra Blanca Neoproterozoica (Ver tema 7). Es la denominada “fauna de Ediacara”, por la localidad de Australia donde fue descubierta en 1947, aunque posteriormente se han encontrado restos de ella en todo el mundo. Está formada por huellas y moldes de partes blandas de una gran variedad de organismos, que llegan a medir más de un metro en varios casos. Lo más sorprendente de esta “primera fauna” es su gran diferencia con la mayoría de las morfologías animales posteriores: abundan las formas planas con simetrías radiales o espirales de tres o cinco radios, mientras que los orgánismos con simetría bilateral (la norma posteriormente) son minoría. Esto ha llevado a proponer que Ediacara fue un “experimento evolutivo fallido”; un momento en el que aparecieron gran cantidad de novedades evolutivas (sobre todo morfológicas) que no “funcionaron”, ya que es muy difícil encontrar continuidad de las características de Ediacara en los organismos posteriores.

Pero esta afirmación (“fallido”) conlleva una visión “dirigida” de la evolución, cada vez más discutida. Más aun teniendo en cuanto lo desconocida que nos resulta todavía la fauna de Ediacara, incluso en sus aspectos más básicos, como por ejemplo: ¿Cómo era el metabolismo de estos organismos?. Una propuesta, estimulante pero controvertida, sobre esta fauna, propone que estos organismos no eran animales (organismos eucariotas pluricelulares con tejidos diferenciados) sino procariotas multicelulares, sin cavidades internas ni tejidos diferenciados. Además, en los últimos años se están acumulando las evidencias sobre una importante perturbación global del ciclo del carbono al final del Proterozoico, es decir, coincidiendo con la brusca desaparición de la fauna de Ediacara. La fuerte y breve anomalía de carbono que aparece en el registro en ese momento no tiene aún una causa clara, aunque es muy similar a las anomalías que aparecen asociadas a las grandes extinciones en masa del Fanerozoico que veremos más adelante. Así, el final de la enigmática fauna de Ediacara pudo haber estado relacionado con un fenómeno breve y catastrófico, que hizo desaparecer a la gran mayoría de estos organismos complejos, abriendo el camino a la gran “revolución” biológica que marca el inicio del Fanerozoico: la llamada “explosión del Cámbrico”.

LA EXPLOSIÓN DEL CÁMBRICO

El final del Proterozoico, pues, parece marcado por una anomalía geoquímica que se encuentra en rocas de unos 545 Ma. En las zonas del mundo donde tenemos una secuencia continua de rocas de esta edad (por ejemplo en Siberia), se puede observar que en las rocas que hay justo por encima de este punto, los fósiles son muy escasos y simples. Solo 120 metros por encima, las rocas que tienen 530 Ma poseen una enorme abundancia y variedad de fósiles de partes duras de organismos complejos. En menos de diez millones de años (sólo cinco millones según algunas dataciones recientes) aparecen fósiles de representantes de todos los grupos existentes del reino animal: gusanos, artóprodos, equinodermos, celentéreos, esponjas, moluscos, y cordados (los antecesores de los vertebrados). Una verdadera “explosión” evolutiva que transforma radicalmente la biosfera: a partir de aquí nada volverá a ser lo mismo en los ecosistemas terrestres. Por ejemplo, los estromatolitos, tan abundantes durante el Proterozoico, declinan bruscamente en abundancia tras el Cámbrico, quedando relegados a ambientes “extremos”. La causa es el “invento” de la depredación “a gran escala”. Gran parte de estos organismos complejos que aparecen en el Cámbrico pueden mantener sus complejos metabolismos gracias a la “ingestión” de proteínas procedentes de otros organismos: en otras palabras, los tapetes microbianos donde cianobacterias y algas se dedicaban a hacer la fotosíntesis “en paz”, se ven de pronto “amenazados” por estos organismos que necesitan de aporte extra de proteínas. El Cámbrico representa el momento en que los animales asumen el papel ecológico predominante en la Tierra, que ya no van a soltar hasta nuestros días.

Esta aparición de los animales en el registro geológico viene “ayudada” por el hecho de que estos organismos desarrollan “partes duras”: caparazones, esqueletos externos, etc... que permiten la fosilización de sus restos. A partir de aquí, los fósiles de los animales van a ser (como veremos a continuación) una de las mejores herramientas de que dispondremos para estudiar la historia de la Tierra y la Vida. La “brusquedad” de esta irrupción de los animales en el registro geológico ha sido un “misterio” clásico en la evolución, ya desde la formulación por Darwin de su teoría. Si los organismos van evolucionando a partir de otros en relación con los cambios en el ambiente, y su capacidad de adaptación y supervivencia a estos: ¿Qué representa la súbita aparición de tantas especies diferentes en este momento?. La respuesta clásica era que la apariencia de “explosión” era ilusoria, y estaba provocada por la naturaleza fragmentaria del registro geológico, que mostraba en pocos metros de rocas muchos millones de años motivando esa “falsa apariencia” de rápida evolución. Sin embargo, como ya hemos dicho al principio, los estudios y dataciones de detalle realizados en los últimos años han descartado esta explicación, y han mostrado la “realidad” de la brusquedad de la explosión evolutiva del Cámbrico. Teniendo en cuenta que el registro Fanerozoico nos muestra que la vida media de una especie es de unos 10 millones de años, la aparición de tantos filum nuevos en sólo 5 millones de años es realmente “explosiva”. Antes de analizar las posibles causas de esta explosión, es importante hacer una última reflexión: tras la “revolución creativa” del Cámbrico la biosfera no vuelve a sufrir un episodio de innovación como éste. A partir de aquí no se “inventa” nada nuevo en los 500 millones de años posteriores, “sólo” hay una evolución morfológica a partir de los diseños que aparecen en este fascinante momento de la evolución.

LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN DEL FIN DEL PROTEROZOICO

Independientemente de la relación entre las faunas de Ediacara y del Cámbrico, lo cierto es que en unas pocas decenas de millones de años en el tránsito Proterozoico-Fanerozoico, se produce una de las mayores “revoluciones”

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