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LA TEORÍA DE JOHN MAYNARD KEYNES: La Crítica de la Economía Clásica


Enviado por   •  24 de Marzo de 2014  •  Síntesis  •  2.391 Palabras (10 Páginas)  •  694 Visitas

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LA TEORÍA DE JOHN MAYNARD KEYNES: La Crítica de la Economía Clásica

Keynes, en su obra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” , efectúa una crítica a la Teoría Clásica y plantea una nueva teoría de una economía capitalista.

En el capítulo Nº 2 explica primeramente los postulados de la Economía Clásica relacionados al mercado de trabajo, los cuales son los siguientes:

a) El salario es igual al producto marginal del trabajo

b) La utilidad del salario, cuado se usa determinado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad marginal de ese mismo volumen de trabajo.

Keynes acepta el primero de los postulados pero no acepta el segundo. En el caso del primero lo acepta porque está de acuerdo en que en el corto plazo, dada la tecnología y el capital en una empresa, a medida que aumenta el volumen de ocupación o el uso del recurso variable, que en este caso es el recurso humano o la mano de obra, se presentan los rendimientos marginales decrecientes que nace que la productividad marginal empieza a disminuir a partir de cierta tasa de producción. Si se asume un modelo en que el capital es el único recurso fijo y la mano de obra el recurso variable, luego la productividad marginal de la mano de obra será decreciente, de tal manera que la empresa contratará o usará mano de obra hasta que el costo marginal de este recurso sea igual que el ingreso marginal valorizado al precio del producto.

En tal sentido la demanda de mano de obra es una curva con pendiente negativa y nos da la información el valor del producto marginal dado el uso de la mano de obra.

Si observamos la Figura Nº 1. vemos la demanda de la mano de obra, que sería el valor de la producto marginal (el precio del bien que se produce multiplicado por el producto marginal), y la oferta de la mano de obra, que es la relación entre el costo de oportunidad del ocio o el salario, y la cantidad de trabajo ofrecido por las personas. Se asume que a mayor costo de oportunidad del ocio o mayor salario, las personas trabajan màs, en vista que la curva también puede tener curva negativa.

Keynes sí acepta la demanda de la mano de obra pero plantea que la oferta de la mano obra no cumple función alguna en el mercado de trabajo.

Sin embargo es importante resaltar que:

“....el salario real de una persona ocupada es igual al valor que se perdería si la ocupación se redujera en una unidad (después de deducir cualquier otro costo que se evitara con esta rebaja de la producción), sujeto sin embargo, al requisito de que la igualdad puede ser perturbada de acuerdo con ciertos principios, si la competencia y los mercados son imperfectos”

En este caso si los mercados no se desempeñan como el modelo de competencia perfecta, las empresas tendrán cierta capacidad de fijar los precios de su producto dependiendo de la tecnología, capital y de la demanda de éste.

En el caso del segundo postulado, Keynes define la desutilidad como:

“Por desutilidad debe entenderse cualquier motivo que induzca aun hombre o a un grupo de hombres a abandonar su trabajo antes de aceptar un salario que tenga para ellos una utilidad inferior a un determinado mínimo”

El postulado clásico nos explica que las personas aceptarán un salario siempre y cuando compense el dolor que ocasiona el no poder consumir el ocio o desempeñarse en el trabajo dado. Este concepto se sintetiza en que el desempleo será voluntario y no involuntario, en otras palabras, el desempleo se da cuando las personas no aceptan trabajar por un salario que no cubre las expectativas de éstas, es decir, el salario recibido no se iguala a la desutilidad o la pérdida de utilidad de disfrutar del ocio o tiempo libre.

Keynes critica este postulado afirmando que el equilibrio en el mercado de trabajo no necesariamente se da como lo plantea la economía clásica, en el sentido que la oferta se iguala a la demanda de trabajo. En términos técnicos, la economía clásica plantea que el salario real, explicado por la productividad marginal del recurso humano o mano de obra o se iguala con la desutilidad marginal del trabajo. Keynes planteó que esta igualdad no se dá y que por tanto el mercado de trabajo no se vacía al mejor estilo Marshalliano, lo que significa un gran cambio en la visión de la economía.

La crítica se basa prácticamente en que el salario nominal se convierte en un dato institucional y que es definido fuera de las fuerzas del mercado de trabajo, por los trabajadores y los empresarios. En la economía clásica, las personas aceptan el trabajo así sea un salario nominal menor y si hay desempleo es porque las personas no aceptan los salarios bajos, los mismo que no cubren sus expectativas de sacrificio frente al ocio . En la economía keynesiana, las personas estarán desempleadas porque las empresas no demandan mano de obra dado un salario nominal, luego existiría un exceso de mano de obra para ese salario fijado institucionalmente.

Dado un salario nominal, que será mayor que el salario de equilibrio según la oferta y la demanda, la cantidad de empleo lo define la curva de la demanda, y la curva de oferta, hará las veces de exceso de mano de obra.

Sin embargo, con la cantidad de empleo utilizado, si proyectamos este valor hacia el eje horizontal, que mide la cantidad de empleo utilizado y cortamos esta vertical con la curva de oferta de trabajo (desutilidad marginal del trabajo), nos damos cuenta que la desutilidad marginal del trabajo es menor que el salario, lo que es explicado por Keynes al criticar el segundo postulado. En este caso, el salario real no se iguala con la desutilidad marginal del trabajo lo que significa que la economía no se encuentra en el pleno empleo, Keynes plantea que cuando se igualan las variables antes mencionadas, se da el pleno empleo pero que si existiría un desempleo friccional. La diferencia entre el salario real y la desutilidad marginal del trabajo significa que las personas aceptan el salario real aún si no se iguala a su costo de oportunidad del ocio. Por lo tanto, el desempleo sería involuntario, porque pudiendo trabajar más muchas otras personas, no pueden hacerlo.

Existirían luego dos formas de que se de el equilibrio en el mercado de trabajo, la primera es disminuyendo el salario nominal y aumentando el empleo, donde se cruzarían ambas curvas, la oferta y demanda de trabajo, y la otra es que la demanda de trabajo se expanda hasta que cruce a la curva de oferta de trabajo

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