LOS JÓVENES GEÓGRAFOS Y LOS MUNDOS DENTRO DE SUS CABEZAS

NTRODUCCIÓN

En este libro, J. Bale nos plantea los errores que se cometen en las clases de Educación Primaria por parte de los docentes, describe a qué se dedica la Geografía.

Habla del sistema educativo británico, pero nos sirve porque no es muy diferente del nuestro, por lo menos en estos aspectos.

Generalmente lo que merece la pena enseñar no se hace tan insistentemente como otros contenidos que se aprenden pero al final se olvidan, ya que no se utilizan (no es un aprendizaje funcional). De esta forma corremos riesgo de olvidarlo todo: lo que sabemos y no nos sirve y lo que sí nos sirve pero apenas aprendemos en profundidad.

Éste es un buen punto de partida para encaminarnos en el estudio de ciertas metodologías que busquen cambiar ese planteamiento inicial. Perseguimos, pues, una enseñanza de la Geografía que sea significativa y funcional.

1. LOS JÓVENES GEÓGRAFOS Y LOS MUNDOS DENTRO DE SUS CABEZAS

Ahora bien, para que sea un aprendizaje significativo tenemos que partir de la idea de que los niños tienen un conocimiento y una representación del mundo previos a nuestra llegada. En base a eso nos plantearemos unos objetivos y unos propósitos para mejorar esas nociones. Por último necesitaremos unas estrategias para alcanzar dichos objetivos.

Si no poseen dicha imagen previa se la daremos, pero sepan lo que sepan lo respetaremos, aunque sea erróneo, porque para que aprendan hay que dejar que se equivoquen primero.

En este capítulo Bale nos presenta cómo son esas nociones iniciales:

o Desplazamiento en la localidad: entre los 5 y los 10 años incrementan los desplazamientos a lugares más lejanos, pero la movilidad aumenta con el paso del tiempo; los factores ambientales influyen en su ordenación espacial; existen diferencias relacionadas con el sexo debido a que los chicos disponen de mayor “zona de permiso”.

o Representación de la localidad: hasta los dos años, su conocimiento es egocéntrico, a los cuatro comprenden las relaciones de su localización; a los siete representan objetos tridimensionales (vivión proyectiva); en la edad abstracta, los once años, pueden dibujar un mapa.

o Conocimiento de lugares lejanos: su conocimiento lejos de la localidad inmediata es menos claro porque dependen más de fuentes secundarias que del contacto personal. Este conocimiento se ve mediado por la cantidad (información sobre mayor o menor número de lugares) y la calidad (puede haber errores fácticos o racismo).

o Imágenes del mundo infantil: Estereotipos. Debemos controlar los medios de comunicación que dotan a los chicos de mapas mentales estereotipados y etnocéntricos. Los niños más pequeños consideran hostiles las relaciones internacionales, los de siete años piensan en términos absolutos y los de once ya hacen matizaciones.

o Racismo en geografía: la inferioridad de personas que no pertenecen a la nacionalidad propia es transmitida por los medios de comunicación más cercanos a los niños

o ¿Qué mundos queremos para ellos? : la geografía debe constituirse a partir de los mundos mentales que poseen los niños. Podemos superar las diferencias mediante el conocimiento. No

debemos conformarnos con sus perspectivas limitadas, estereotipadas y deformadas, por lo que necesitamos unos objetivos.

2. ENSEÑANZA DE DESTREZAS CARTOGRÁFICAS

Partimos de lo conocido, con mapas a gran escala (superficie más pequeña y detallada) y de ahí procedemos a escalas menores hasta llegar al mapamundi. Elementos cartográficos que tenemos que atender:

o Perspectiva (desde el suelo no vemos todo)

o Posición y orientación (dónde y como se relacionan los elementos)

o Escala (representación reducida de la realidad)

o Contenido cartográfico (lo que vemos)

o Símbolos (clave)

o Información adicional (nombres y usos del terreno)

Como hemos dicho partimos de lo que es más fácil y conocen mejor, por ejemplo para trabajar la perspectiva empezaremos por objetos planos; para reducir la escala primero usaremos

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