La Curiosidad.

La curiosidad.

1. ¿Qué importancia tiene desarrollar la curiosidad de los niños en la enseñanza de las ciencias naturales?

Es sumamente importante crear un ambiente de curiosidad en todos los aspectos de la vida, ya que ésta es el “motor del saber”. Sin embargo, haciendo hincapié en las ciencias naturales, la curiosidad es esencial en todo momento si es despertada de la mejor manera por el docente en su grupo. Es decir, cuando el niño realmente siente interés por alguna actividad siempre sentirá la necesidad de ir más allá de lo que se le plantea o se le explica en la clase por su profesor.

2. Mediante que actitudes el maestro favorece o reprime el deseo de conocimiento y aprendizaje por parte de sus alumnos y alumnas.

El docente juega como en diversas situaciones escolares un papel fundamental en la adquisición de conocimientos y será el responsable de que los niños se sientan atraídos a las actividades. No basta con que el profesor lance preguntas para llegar al objetivo que él se ha propuesto, sino que tiene que crear situaciones “molestas” que no dejen que los alumnos se frenen y se sientan satisfechos de la situación que se les plantea. Otra situación que será favorable para despertar su curiosidad es partir de sus vivencias para plantear algunas preguntas. El profesor no debe restringir a los alumnos de hacer “malas observaciones”, ya que éstas también los llevarán a descubrir nuevas incógnitas a las cuales deben darle respuestas. En todo caso, cuanto más libertad se le dé a los niños para que exploren, mejores resultados debemos obtener.

3. Cómo fomentar en tus alumnos la curiosidad.

Primeramente, me parece de vital importancia establecerles a nuestros alumnos la manera de trabajo que nosotros proponemos y permitirles que ellos modifiquen o bien, establezcan algunas situaciones que podrían favorecer a ambas partes, es decir alumnos y maestro. Además, no creo que lanzar cientos de preguntas sea la manera más adecuada de retener su atención; debemos permitir que ellos mimos se planteen la situación y la resolución que será la más adecuada a dicho problema. Es decir, nosotros somos debemos guiar la actividad.

Otra herramienta que es muy eficiente para despertar el interés y la curiosidad es no responder tajantemente a las preguntas de nuestros alumnos, sino plantear otras teniendo en cuenta el nivel de nuestros alumnos, para que ellos mismos ya sea en grupo o individualmente vayan dándoles respuesta a éstas. La forma en la que he trabajado me ha hecho reflexionar en que los niños se sienten más seguros cuando tu confías en ellos y sus trabajos, por lo tanto, es importante que todas las preguntas y participaciones sean tomadas en cuenta y será así como el niño se sentirá atraído ya sea por la lección o actividad

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