La Emocion En Los Seres Humanos

El ser humano posee muchas emociones, las cuales se dan a raíz de situaciones que vivimos en nuestro día a día, ya sea trabajo, actividades académicas, situaciones políticas, o problemas familiares, todo esto nos lleva a una gran acumulación de emociones difíciles de controlar, a la cual le llamamos estrés.

¿Qué se define como estrés? El estrés es una reacción psicofisiológica de las personas en el que se presentan distintos mecanismos de defensa para afrontar situaciones que se perciben como amenazantes a nuestro bienestar y estabilidad, esta situación es mediada tanto por el sistema endocrino como por el sistema nervioso.

Estas emociones pueden causarnos daño en muchas maneras, dejando consecuencias psicológicas o biológicas perjudiciales, por eso es importante bajar las presiones de nuestra vida diaria. El estrés comprende 3 fases:

Reacción de alarma: Se localiza e identifica el estímulo estresante y se comienza a dar respuesta.

Resistencia: Tanto fisiológica como psicológicamente el organismo se enfrenta con la situación y busca un medio para manejarla.

Agotamiento: El organismo no posee la capacidad y los recursos para seguir con la lucha, por lo tanto disminuyen las defensas y el funcionamiento correcto del organismo, se producen los trastornos psicosomáticos.

Existen varias causas que originan estrés, por ejemplo: Desempleo, ocio mal usado, pena de cárcel, deudas, enemistades, la muerte de un familiar, entre otras.

La muerte de un familiar como factor estresante

La muerte repentina de un ser querido puede provocar en algunas personas un trastorno postraumático que se caracteriza por el sentimiento de estrés o miedo aún cuando ya pasó ese evento de dolor que les ha tocado vivir.

La muerte de un familiar cercano es un factor que origina cambios determinantes en nuestra vida y en nuestro comportamiento, después de que transcurre un tiempo luego de la pérdida del ser querido la persona puede empezar a padecer enfermedades psicosomáticas, y a nivel psicológico puede aparecer aún tiempo después de la muerte de un ser querido un cuadro de ansiedad, angustia, insomnio incluso depresión.

En el ámbito familiar se pueden presentar agravarse problemas de la pareja o la familia, produciéndose separaciones y divorcios ya que se ha alterado la estabilidad del sistema familiar y el dolor que se experimenta por la perdida del ser querido, es vivido de una manera trastocada como hostilidad y agresión. Esta tristeza o depresión que la persona siente puede llevarla a la búsqueda de situaciones distintas como infidelidad, alcoholismo o drogadicción, para olvidar el trauma sufrido.

También el dolor no expresado por una muerte significativa de un ser amado y querido se puede manifestar en problemas laborales, ya que la persona esta deprimida o sin fuerzas y lo atribuye a la supuesta monotonía de su trabajo, no cumpliendo o mostrando rebeldía ante situaciones que nunca fueron conflictivas. Con respecto a sus amistades puede pensar que no es aceptado o comprendido lo cual le puede causar aislamiento, más dolor y ansiedad, creándose así un círculo vicioso que no se puede superar sin ayuda. Otros cambios en la actitud de la persona pueden ser la pérdida de apetito, pérdida

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