La contribución hacia cualquier aspecto del conocimiento

La contribución hacia cualquier aspecto del conocimiento, siempre tiene sus recompensas, pero no siempre se otorga a la persona que logró obtener por primera vez el resultado. Esto es muy común, ya que cada descubrimiento otorga cierto nivel socio-económico y claro, un premio por el que se recordará a la persona por el resto de la historia mundial. Y tal vez la diferencia más marcada y, donde hay hasta la actualidad arrebato de méritos, no es entre personas de color o personas de distintas culturas, sino entre hombres y mujeres, donde siempre se ha dejado en segundo plano a la mujer, despreciando mentes que pueden ser brillantes y que por el simple hecho de no ser el “sexo dominante” se les hace a un lado. Pero el parteaguas entre la exclusión completa y el comienzo a la aceptación de teorías y postulados, se dio a principios del siglo XX, en el momento en el que Marie Curie, fue galardonada con el Premio Nobel de física.

En el siglo XIX, a la mujer aún no se le aceptaba por completo en la sociedad y mucho menos, en ámbitos de investigación, pero en 1840 sucedió el que seguramente fue el primer gran paso para la mujer en estos campos: Catherine Brewer Benson obtiene su título de grado, siendo la primer mujer en lograrlo y a partir de aquí, comenzarían a encontrarse cosas importantes a manos de mujeres como: María Mitchell (1847: descubre un cometa y fue la primera mujer miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias) y Mary Anning (descubrió el primer esqueleto de ictiosaurio e hizo importantes contribuciones a la paleontología). Años después, las mujeres se destacarían en el ámbito médico con nombres como: Garret Anderson y Ana Galvis Hotz, quienes obtuvieron títulos médicos. Todo esto daría pie a tal vez la más famosa científica en la historia: Marie Curie, quien durante muchos años de trabajo y estudio, y con una gran inversión económica, pudo aislar y presenta el polonio y el radio, lo que hizo que tuviera una gran aceptación y que abriera puertas a próximas investigaciones que fueran presentadas por mujeres. Marie Curie obtuvo además, el premio nobel de química en 1911 por el aislamiento del radio el cual, serviría posteriormente en el campo de guerra y empleado para las radiografías. Pocos años después, se descubriría el protactinio a manos de Lisa Meitner y Otto Hahn y en 1925 se daría otro golpe de autoridad: Cecilia Payne-Gaposchkin fue la primera persona que dijo que las estrellas estaban compuestas de hidrógeno y helio, lo cual es fundamental en la astrofísica y con esto, muchas personas ampliaron su panorama y comenzaron a incluir mujeres en sus investigaciones ya que así, podrían tener una mayor perspectiva de las cosas.

La presencia de la mujer en esta área aún es importante con personas como: Irène Joliot-Curie (química y Premio Nobel), Jocelyn Bell (física) y Linda Buck (Medicina). No se puede despreciar el trabajo de una persona y menos por una

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