La respiración como mejora en la vida

Juan José Ovalle González - 201922820

Respiración profunda

 “El exceso del pasado causa depresión, el exceso de futuro ansiedad”, una de las frases que la mayoría conocemos, pero poco se pone en práctica. Lo que la mayoría no sabe es que este mensaje es la solución para la mayoría de sus problemas. Entonces, ¿Dónde tenemos que estar? La respuesta obvia es en el presente, en la conciencia. Es un proceso difícil, para unos se les es fácil, a otros les cuesta, todo es cuestión de cada uno y de la dedicación que uno se ponga a alejarse de los pensamientos y preferir ser testigo de todo lo que pasa por la mente.  Existen muchas técnicas que permiten que uno sea más consciente y deje de enfocar su atención en sucesos pasados o imaginados por la mente. Por ejemplo, la respiración consciente. Esta técnica trae muchos beneficios tanto físicos, como mentales. Es por esto por lo que la respiración profunda mejora la calidad de vida en las personas.

En la cultura oriental se ha inculcado un estilo de vida más consciente. Ellos lo llaman el Zen, que significa meditar, o sea estar presente. Todos podemos practicar el Zen de diferentes formas. Por ejemplo, un piloto de Fórmula 1, así no parezca, está en un estado de meditación, y a meditar no me refiero a sentarse cruzado de piernas y hacer ruidos raros. El piloto está utilizando el 100% de su atención, un segundo que se distraiga puede ocasionar una tragedia. Mientras conduce, el no está pensando en qué hizo el día anterior, o en qué podrá pasar después, simplemente enfoca su atención en su tarea y su entorno. A lo que quiero llegar es que el propósito de meditar, en este caso de respirar conscientemente, es tener la mente vacía. Es ser testigo de lo que pasa, sin juzgar, eliminando el ego. Así, tanto el cuerpo como la mente terminan siendo beneficiados por la atención que uno les pone.

Múltiples estudios aseguran que la meditación ayuda con la concentración, o sea a “la supresión del funcionamiento mental ordinario, restringe la atención a un punto e induce estados de observación caracterizados por tranquilidad y deleite (estados de éxtasis).” (Engler, 1986). Por otro lado, gracias a un estudio de pacientes con enfermedad arterial, se observó que después de 8 meses de poner en práctica técnicas de meditación, se tuvo un retraso del 18 % en el comienzo de la depresión. También se obtuvieron beneficios relacionados con la tolerancia al ejercicio y a la carga de trabajo.

Gracias a los beneficios que se obtienen al tener una respiración profunda y consciente, la persona común puede ser capaz de desempeñar tareas en las que no tenía un buen dominio. O sea que la meditación desencadena habilidades. Por ejemplo, a las personas que se les hace difícil las matemáticas, con un poco de concentración generada por la respiración pude que mejoren sus capacidades con los números. También al momento de escribir un texto. Estas técnicas de mindfulness crean algo llamado en oriente como “Satori”, lo que quiere decir: lapsos / momentos de consciencia plena. Lo mejor de todo, es que cuando uno está en concentración pura al desempeñar una tarea, se genera placer (liberación de dopamina), y cuando se mezcla el deber de hacer algo, con placer de hacerlo, se llega a un estado de satisfacción pura. En síntesis, la respiración profunda ayuda a tener un mejor desempeño de tareas cotidianas.

Gracias a la historia se han conocido perdonas capaces de hacer cosas que la gente del común no puede. Por ejemplo, los monjes budistas. Se conocen muchas historias de cómo estas personas han logrado acciones casi que imposibles para una persona normal. Cuando se les pregunta cómo logran hacer estas cosas, su respuesta siempre va a estar relacionada con tener la mente vacía. La historia del monje Thich Quang Duc impactó a todo el mundo. Como forma de protesta para proteger el budismo, Thich Quang se sentó en medio de una calle mientras otro monje le regaba gasolina por todo su cuerpo. Se prendió en llamas y en todo el transcurso de su cremación no movió un solo músculo. La única respuesta a esto es que gracias al entrenamiento mental que tuvo toda su vida, fue capaz de tener su mente vacía, no interpretó el dolor como algo que desencadenara una reacción. Otro ejemplo del control de la mente es método Wim Hof. Pero primero, ¿Quién es el? Wim Hof es un señor común y corriente, quien tuvo una experiencia con las bajas temperaturas que le cambiaron la vida. Todo empezó cuando tuvo curiosidad por meterse a un lago congelado. Al salir, se dio cuenta que los pensamientos y problemas que tenía en la cabeza habían desaparecido al entrar en contacto con el hielo. Desde ahí supo que la respuesta a sus problemas estaba en la mente vacía, se dio cuenta que en realidad no existen los problemas, solo pensamientos de la mente. Gracias a esto, creó un método de respiración diafragmática (respiración con el estómago y esófago), el cual tiene grandes beneficios y es un requisito para poder entrar al hielo y poder resistir el mayor tiempo posible. Este método ayuda con la liberación de dopamina y también de adrenalina, entre otras. Cuando se está metido en el hielo a temperaturas aproximadas de 1°C se recomienda hacer varias sesiones de 5 respiraciones profundas, en la última sostener el aire por 15 segundos mientras se aprietan todos los músculos del cuerpo, de esta forma se segrega adrenalina de forma voluntaria, haciendo que los músculos y órganos dentro del cuerpo no se afecten por las bajas temperaturas. Gracias a estos ejemplos, se puede ver como la meditación, como la respiración consciente, pueden llevar al limite las capacidades del cuerpo y la mente.

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