Leyes.

En México, el primer decreto constitucional que abordó el tema fiscal fue la Constitución de Apatzingán, (1814), en su artículo 36 que a la letra dice: “Las contribuciones públicas no son extorsiones de la sociedad, sino donaciones de los ciudadanos para la seguridad y defensa” , y en el artículo 41 dispone el pago de contribuciones como una obligación de los ciudadanos.

Posteriormente en la promulgación de la Constitución de 1857, el artículo 31 fracción IV, aborda el tema de las obligaciones de los ciudadanos mexicanos, asentando de manera más ordenada, los derechos y los deberes, siendo uno de ellos, la contribución al gasto público.

Para el 01 de junio de 1914, se estableció un impuesto predial federal sobre toda una finca rústica particular; asimismo el 01 de enero de 1915, el ejecutivo emitió un acuerdo que prohibía el otorgamiento de concesiones con privilegios o exenciones de impuestos aun a título de protección a la industria nueva, así como los impuestos alcabalatorios. En diverso decreto del Ejecutivo era prohibido a los Estados establecer más contribuciones que las expresamente señaladas en sus respectivas constituciones.

En el año de 1925 se celebró la Primera Convención Nacional Fiscal entre las autoridades hacendarias federales y los representantes de las entidades federativas, el objetivo era la mejoría de las haciendas públicas locales. En esa época existían, sin contar los impuestos municipales, más de cien gravámenes diferentes porque además del sistema tributario federal, cada Estado establecía el suyo incidiendo con frecuencia sobre los mismos objetivos 2.

En la Constitución de 1917, no se determinó un sistema de distribución de competencias entre la federación y las entidades federativas, y posteriormente no se elaboró ningún plan concreto.

Esta situación provocaba diversos vicios entre los que destacaban la duplicación de los gastos administrativos de recaudación; la multiplicidad de gravámenes al consumo acentuado la regresividad del sistema tributario y la presión inflacionaria, entre otros.

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2 LAS CONVENCIONES NACIONALES FISCALES Y EL FEDERALISMO EN MÉXICO, José María Serna de la Garza, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=1325)

En 1933 se celebró la Segunda Convención Nacional Fiscal, las conclusiones más relevantes fueron:

a) En cuanto a la legislación, la regla general sería evitar la doble tributación;

b) Por lo que respecta a la labor recaudatoria, ésta debía realizarse por una sola autoridad; se recomendó que la base para la competencia fiscal local fuese la imposición territorial;

c) También debían ser competencia local, los gravámenes a los actos jurídicos no comerciales cuya

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